Dos
Era una situación extraña en donde nos encontrábamos. Éramos seis desconocidos sentados en un círculo como si de la primaria se tratara, y esto fuera sólo un simple juego.
No podíamos evitar mirarnos fijamente. Aún ninguno caía en lo que estábamos viviendo, no parecía ser cierto. Ninguno se atrevía a hablar luego de la sesión de gritos de hace unos minutos.
Parecía que ninguno iba a comenzar a hablar, y el tiempo seguía corriendo. Cuarenta minutos y contando.- Muy bien ya que ninguno se presenta, lo haré yo...
El pelirrubio se paró en el centro de la ronda haciéndome sonreír desganada.
- Soy E... -fruncio su ceño- E...
Sentí la risa de una de las chicas y rode los ojos. Me paré al lado de él y palme su hombro.
- Tranquilo amiguito, yo comienzo. -aclaré mi garganta- Soy A...
¿Que diablos? ¡No puedo decir mi nombre!
- ¿A ti también? - Me pregunta el ojiclaro y yo asiento sin entender.- ¡Soy E...!
Pero nuevamente nada ocurrió, su grito se quedó por la mitad y mi corazón comenzó a latir más rapido ante la desesperación.
¡No puedo decir mi propio nombre! ¡Ni siquiera pensarlo!
Y de un momento a otro todos estábamos haciendo lo mismo, intentar que el nudo en la garganta se vaya y así poder decir algo tan simple como el nombre que a cada uno nos ponen cuando nacemos.
- ¡No lo soporto! -gritó la morena de cabello largo- ¡Me largo de aquí!
Y tras eso agarró su cartera de el suelo y se paró para comenzar a andar hacia las escaleras.
Entre en un mini estado de pánico. Esta bien, no la conocía, pero por lo que sabía éramos sólo nosotros seis quienes podíamos comunicarnos y ¿que tal si ella se pierde? ¿Y si ella tambien se vuelve estatua tal cual el resto?
Corrí detrás de ella y seguí sus pasos acelerados sintiendo los pasos detrás de mi.Al parecer no era la única que pensaba igual, tal vez no era el pánico por que ella se volviera igual al resto, si no que nos quedemos solos. Que todos se vayan y nos quedemos solos con el silencio. Miedo a la soledad.
- ¡Espera!
Le grité cuando estaba a punto de salir. Ella paró, con la mano a punto de empujar la puerta de cristal. Volteo a vernos y negó repetidas veces.
- ¡No me quedaré aquí! -nos miró detenidamente- tengo una familia, quiero ver a mis padres, a mi hermana...
Sostuve su mirada hasta el ultimo momento y vi como se llenaron de lágrimas, resistió. Se que lo hizo, pero cuando no pudo hacerlo más dio media vuelta y salió del gran edificio.
Volteo a ver a los demás y es ahí cuando ocurre lo inexplicable. Una luz brillante venía de afuera, para ser más específicos... de la morena.
Por alguna razón destellaba una luz amarillenta que llegaba a cegar.
Mi mirada fue rápidamente a la de el chico a mi lado.- Que mierda...
Dijimos ambos al mismo tiempo. Y fue ahí cuando la luz cesó y el cuerpo de la chica cayó de rodillas al suelo con su cabeza soltando una chispa del color del destello.
- ¡Niña! -gritó el chico a mi lado y ella volteó a verlo.
Todos reaccionamos de la misma forma al ver sus ojos.
Eran del color del sol. Amarillos claros, y estos expresaban profundo dolor.
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Escala Al Sol
General FictionEsta es la historia de 6 adolescente que vivían en una vida no querida, se sentían ajenos a ellos y la vida que llevaban. Todos tenían algo en común, eran músicos, por elección u obligación. Todos llevaban una vida normal a la mirada de otros pero c...