TodoBaku Month 2020 [en edición]

Día 02 | Almas gemelas

❝Day 02; angel/demon AU | soulmates❞

Esta historia toma lugar en un mundo distinto al que conocemos. Uno en el que las personas están condenadas a ver en blanco y negro, sin colores, sin vida. Uno en el que la única manera de poder verlos es conociendo a tu alma gemela, algo considerado prácticamente imposible. ¿Y cómo iba a serlo habiendo más de setenta mil millones de habitantes en la Tierra?

Katsuki creció con la idea de que eso nunca ocurriría. Nadie de su entorno conocía a alguien que viera en colores, por lo tanto él no sería una excepción. No le molestaba, había aprendido a aceptarlo. De todos modos, ¿qué le aportaba no ver en blanco y negro? Podía vivir igual y cumplir con su meta de ser el héroe número uno.

Pero todo se descontroló una mañana de primavera; aún hacía frío, así que Bakugou se veía obligado a llevar abrigo y bufanda para ir a su escuela. No tenía prisa, iba bien de tiempo, y tampoco tenía muchas ganas de ver la cara de su estúpido compañero de clase, Midoriya Izuku, Deku para los 'amigos'.

Era su último curso para finalmente poder hacer el examen de prueba en la grandiosa UA. Iba a entrar en esa academia aunque fuera lo último que hiciese.

Se paró frente un semáforo en rojo, esperando a que cambiara de color; les habían enseñado a diferenciar los colores a base de sus tonalidades. A esas horas de la mañana solía haber un montón de gente por la calle, pero aún así logró escuchar un grito detrás suyo.

–¡No dejéis que se escape!

La gente empezó a entrar en pánico, ¿acaso había un villano cerca?

Un chico de cabellera bicolor empezó a correr hacia el semáforo, apartando a todo el mundo. Bakugou no le estaba prestando mucha atención a su entorno, era obvio que no había ningún villano, sino la policía estaría cerca.

Notó un leve golpe en las pantorrillas y se giró con el ceño fruncido, dispuesto a pelear con el idiota que había tenido las narices de tocarle, pero no vio a nadie. Su cara de enfado cambió a una de confusión, ¿acaso le había pegado un fantasma?

–Te tengo.

Bakugou abrió los ojos sorprendido al oír una voz debajo suyo. Agachó la cabeza, encontrándose una cabellera inusual, de dos tonos distintos. Sostenía lo que parecía ser un gato.

–¡Oi, estúpido! –le gritó sin importarle la cantidad de gente que tenía alrededor.

Pero fue completamente ignorado.

–¡Estoy hablando contigo, bastardo! –lo agarró del brazo, obligándole a levantarse.

El otro lo miró confundido, pero solo por una milésima de segundo.

Conectaron miradas, y fue entonces cuando sus corazones se detuvieron, igual que sus respiraciones. Los dos se miraban con los ojos bien abiertos, sin entender qué les estaba ocurriendo. El mundo a su alrededor empezaba a cambiar, el gris se estaba desvaneciendo poco a poco.