TodoBaku Month 2020 [en edición]

Día 14 | Hanahaki Disease

❝Day 14; "please, hold me" | hanahaki disease❞

Todoroki llevaba días encontrándose un poco mal. Nada del otro mundo, solo le costaba más hacer esfuerzos físicos; su respiración se hacía pesada y no entendía el por qué. No había engordado, tampoco estaba en peor forma y no tenía ninguna enfermedad respiratoria.

O eso creía.

El desastre se desató un día normal en clases. Estaba sentado escuchando a Aizawa-sensei cuando de repente le entró tos. Empezó a toser con normalidad. Al principio nadie se inmutaba, pero empezaron a girarse para mirarlo cuando no paraba. Todoroki quería dejar de toser, de verdad quería, pero por más que lo intentara no podía. De repente algo salió disparado de su boca a su mano. Lo miró con los ojos de par en par, ante la mirada de todos.

–¿Todoroki estás bien?

La voz del profesor lo sacó de su estado de shock, escondiendo rápidamente aquello que había salido por su boca.

–Sí, solo me he atragantado.

–Está bien –no se le oía muy convencido, pero tampoco iba a perder tiempo.

El bicolor tragó saliva, o más bien sangre. Volvió a mirar su mano aún manchada de aquel líquido rojo junto a dos pétalos rosas, como de cerezo. No quería pensar en qué significaba aquello así que simplemente tiró los pétalos al suelo y se limpió la mano con un pañuelo.

Se le habrían metido los pétalos en la boca mientras caminaba a la academia. Sí, solo era eso. ¿Que no tenía sentido? También, pero no podía ser otra cosa. Simplemente no podía.

–––

Tuvo más tos por varios días, no obstante de su boca no salía nada. Los problemas respiratorios al hacer ejercicio seguían ahí, pero podía aguantarlos y fingir que no ocurría nada. Aunque todo fue a peor un jueves a la hora del almuerzo.

El bicolor estaba comiendo junto a sus amigos, Midoriya, Uraraka e Iida, cuando cierto rubio llamó su atención. No era nada nuevo, Todoroki llevaba días encontrando su mirada posada en aquel chico explosivo. No entendía bien por qué, pero tampoco podía evitarlo.

Vio a lo lejos como hablaba animadamente con Kirishima y el resto. Su vista se posó en la expresión de Bakugou; cuando estaba con el pelirrojo se le notaba menos enfadado. Un malestar se adueñó de su corazón, bajando hasta su estómago y subiendo hasta sus pulmones.

La tos volvió de nuevo, esta vez más fuerte.

–¿Todoroki-kun, estás bien? –la voz preocupada de Midoriya se hizo oír entre tantos tosidos.

Todoroki quería decirle que sí, pero no podía. Sentía como su garganta empezaba a doler y como algo subía por su tráquea. Alzó la vista, encontrándose unos ojos rojos clavados en él con lo que parecía ser, ¿preocupación?