TodoBaku Month 2020 [en edición]

Día 05 | Mitología AU

❝Day 05; mythology AU | appreciation❞

Todoroki había pecado. Había pecado en sobremanera. Pero él no podía controlar sus sentimientos, y es que no era culpa suya haberse enamorado. Aunque ese no era el problema, cualquiera podía enamorarse. No habría sido ningún inconveniente, si no fuese porque la persona de la que se había quedado prendido era ni más ni menos que la Parca, también conocida como la Muerte.

La Parca, aquel ser que recogía a los muertos y se los llevaba al más allá. Vestía una túnica negra con capucha y portaba una guadaña en una de sus manos esqueléticas, como todo su cuerpo. Bueno, así se suponía que debía ser, pero el bicolor había presenciado en primera persona que, de hecho, no podían estar más equivocados.

El Ángel de la Muerte no era un esqueleto andante, todo lo contrario, era un precioso chico de ojos rojos y pelo rubio cenizo, con una expresión agria en su cara. Sí que vestía esa vestimenta, pero no se veía tan tétrica como la plasmaban en los retratos o cuadros, no cuando quién la portaba era alguien tan apuesto.

Y os preguntaréis, ¿cómo logró Todoroki ver a la propia Muerte? Fácil y sencillo: el chico heterocromático era uno de los asesinos en serie más buscados del país. ¿O debería decir villano? Como sea, la cuestión es que el menor disfrutaba tomándose la justicia por su mano, saliendo de noche y acabando con la vida de aquellos a los que consideraba escoria humana. Estafadores, maltratadores, mafiosos... Con su poderoso quirk dual los mataba usando una estaca de hielo y luego quemaba cualquier prueba que pudiese incriminarlo.

Normalmente se iba rápidamente después de asesinar a alguien, pero un día no tuvo más remedio que esconderse junto al cadáver, ya que escuchó como alguien se acercaba. Resultó ser un compañero del mafioso al que había matado, así que empezaron a buscarlo durante horas, haciendo que el bicolor no pudiera salir del contenedor en el que estaba.

Después de lo que le pareció una eternidad dejó de escuchar voces fuera; era su oportunidad para huir. Colocó el cuerpo del hombre a un lado y estiró un poco las piernas, ya que de tanto esperar se le habían dormido. Estaba por levantarse cuando escuchó una voz justo delante del contenedor.

–A ver quién cojones es esta vez.

Todoroki palideció al instante al ver una mano abrir el container. No podía ser, ¿lo habían pillado? Pero si no había hecho nada de ruido.

Miró hacia arriba tragando saliva para encontrarse con una mirada carmesí y un ceño fruncido. Llevaba una capucha que posiblemente servía para taparle los ojos, pero no en la posición en la que se encontraba justo en ese momento. Se miraron sin decir nada por varios segundos, hasta que aquella extraña persona decidió hablar con un tono de voz alzado.

–¿Eres tú el bastardo que anda haciendo mi trabajo todavía más difícil?

El bicolor frunció el ceño confundido. ¿A qué se refería con "su trabajo"?