TodoBaku Month 2020 [en edición]

Día 11 | Romance histórico

❝Day 11; family | historical romance❞

Un chico de cabellera bicolor corría entre los árboles del bosque, vistiendo una túnica que le había permitido pasar desapercibido entre la población.

Cuando llegó a una cascada rodeada por un lago y rocas se detuvo, admirando a la persona que tenía en frente de él.

–Llegas tarde.

–Lo siento, me ha sido difícil salir del castillo.

Todoroki era el príncipe de su reino, futuro rey porque así lo quería el actual. Le obligaba a tomar clases para así saber gobernar con mano dura y poder conquistar los reinos del alrededor, recibiendo golpes día sí y día también, muy a su pesar. Él no estaba de acuerdo, no quería hacer daño a las personas como hacía su padre, pero le tenía demasiado miedo como para expresarlo en voz alta, más después de la supuesta desaparición de su madre, la antigua reina. Todoroki estaba seguro de que su viejo había tenido algo que ver. El matrimonio de ellos había sido arreglado para así juntar sus dos reinos, pero su madre no estaba de acuerdo con la forma que tenía de tratar a los ciudadanos y, tras expresar su inconformidad en voz alta y quemar la cara de su hijo "sin querer", desapareció. No había rastro de quién fue la reina. Era un tema tabú en el pueblo, nadie nunca se atrevía a hablar de ella. Pero Todoroki se vengaría, estaba cien por cien seguro de que lo haría.

Por otro lado estaba Bakugou, un simple ciudadano de aquel reino. Se hizo famoso tras atreverse a responder de mala gana al rey y eso hizo que lo mandaran a la horca; nadie osaba hablar de esa manera al todo poderoso Enji Todoroki. Pero el bicolor se las armó para lograr que le quitaran la condena, suplicándole a su padre que no lo mataran. Porque aquel rubio rebelde había logrado conquistar su corazón con tales acciones. Ni él mismo se atrevía a hablarle así a su propio padre. Logró descubrir dónde vivía y después de eso empezaron a verse a escondidas, en aquel lago frente a la cascada.

Bakugou no compartía los mismos sentimientos que el heterocromático, o eso decía. Se quejaba de lo mucho que odiaba a las personas como él, que habían nacido en una cuna de oro y tenían la vida arreglada. Todoroki nunca mencionó nada de las palizas que le daba su padre o del origen de su marca en el ojo izquierdo, disfrutaba oyendo al otro quejarse por horas porque en el fondo él pensaba lo mismo. ¿Qué le hacía diferente a el resto? ¿Su supuesta sangre real? No le parecía justo tampoco. Quizás, si no hubiese nacido como el futuro rey, habría tenido una infancia normal y feliz con una familia estable. Pero, de nuevo, esas eran cosas que nunca le diría al más bajo.

–¿Tu viejo de nuevo?

Amaba como nunca se refería a su padre como "el rey" o "su majestad".

–Me estoy quedando sin excusas.

Se veían cada lunes y viernes, cuando el sol empezaba a bajar. Todoroki no tenía permitido salir a menos que fuera por una buena razón así que le era difícil verse con el pueblerino, pero haría todo lo posible para lograrlo. Porque lo amaba. Después de estar viéndose por más de un mes lo había podido confirmar.