Día 13 | Deseo hecho realidad

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❝Day 13; childhood | wishes coming true❞

Bakugou empezó a maldecir en voz alta al oír que le tocaba hacer los estiramientos con Todoroki

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Bakugou empezó a maldecir en voz alta al oír que le tocaba hacer los estiramientos con Todoroki. All Might había decidido que él mismo haría los emparejamientos ese día porque, según él, así las personas que no se solían hablar o que simplemente no se llevaban bien podrían tener más comunicación y una mejor relación.

En el fondo nadie estaba de acuerdo con su idea, pero el rubio era el único que se atrevía a decirlo sin filtros. ¿Él con el estúpido mitad-mitad? De ninguna manera. Lo miraba con desprecio y el otro ni se inmutaba. Siempre era así, parecía no poseer sentimientos.

All Might se rió ante los gritos de Bakugou.

–No te preocupes joven Bakugou, estoy seguro de que tú y el joven Todoroki seréis muy buenos amigos.

El mismo pensamiento pasó por la cabeza de todos los alumnos: de ninguna manera. Apreciaban el esfuerzo del héroe para que todos se llevaran bien, pero ese par era una excepción, un completo mundo a parte. Nadie se los imaginaba llevándose bien, era simplemente imposible. Igual que los humanos no pueden caminar encima del agua o volar, Bakugou Katsuki y Todoroki Shoto no pueden ser amigos, es pura ley.

El rubio estaba que sacaba humo por las orejas.

–¡No pienso tocar a ese bastardo ni con un palo!

Pero el adulto le hizo caso omiso, dando por comienzo a la sesión de estiramientos.

Bakugou tuvo que tomar las manos del bicolor, muy a su pesar, para así estirar los músculos de los muslos. Estaba rojo de furia y de otra cosa que no era furia pero que tampoco admitiría.

Los estiramientos siguieron por lo que le pareció una eternidad hasta que por fin se dieron por finalizados. El rubio no dejó de maldecir ni un solo segundo. ¿Lo peor? Que Todoroki no reaccionaba de ninguna manera. No lo mandaba a callar, no se quejaba también, no se ofendía... Nada, como si le diera completamente igual el chico explosivo. Y eso lo carcomía por dentro.

Seguía pensando en lo mismo mientras hacían una pequeña carrera de obstáculos. La imagen del bicolor con su cara neutra se había tatuado en su mente y no podía dejar de verla. ¿Por qué él tenía que ser el único que se veía afectado por su mala relación? ¿El único en gritar o ponerse rojo? ¿El único en pensar en el otro?

Frunció el ceño enfadado consigo mismo. Su cerebro volvía a hacer de las suyas sin su permiso y eso le ponía todavía más nervioso. Odiaba no entender sus sentimientos y llevaba así desde hacía varias semanas. Tampoco se ponía a contar los días en los que pensaba en el chico heterocromático de noche, eso sería bastante tétrico.

–Desearía que el estúpido se comportara como una jodida persona normal –susurró para sí mismo; quizás si el bicolor fuera como los demás podría saber si sus sentimientos eran correspondidos o no.

TodoBaku Month 2020 [en edición]Where stories live. Discover now