TodoBaku Month 2020 [en edición]

Día 04 | Miedo

❝Day 04; fear | "when we first met"❞

Bakugou creció convenciéndose a sí mismo de muchas cosas: que era más fuerte que el resto, que las demás personas eran inferiores a él, que se convertiría en el héroe número uno... Pero había algo en concreto de lo que se convencía con más fuerza.

Bakugou Katsuki no le temía a nada. ¿Miedo? Esa palabra no existía en su vocabulario, solo los débiles sufrían de esa condición y él no lo era. O eso quería creer.

Aún siendo como era consiguió tener pareja, tratándose de ni más ni menos que Todoroki Shoto, provocando una gran conmoción en la clase al enterarse. El rubio se notaba enfadado al ver a la gente tan sorprendida, pero el bicolor siempre lo tranquilizaba más tarde cuando estaban a solas, haciéndole mimos y dándole besitos. Bakugou se sentía como un bebé, pero tampoco iba a quejarse.

Un día se encontraba en su habitación hablando con su novio por llamada.

–Cariño, te he dicho un millón de veces que no debes insultar a tus amigos –le decía Todoroki con un tono de voz calmado.

–¡Y yo te he dicho un millón de veces que el estúpido de Deku no es mi amigo! –le gritó el chico explosivo, provocando que el otro alejara el móvil de su oreja.

El bicolor suspiró, negando con la cabeza.

–Eres un caso perdido... Bueno, debo irme al centro comercial a comprar el regalo de cumpleaños para mi hermana.

El rubio se relajó de nuevo.

–¿Quieres que te acompañe? No tengo nada mejor que hacer.

–Me encantaría, pero voy con mi hermano.

Bakugou frunció el ceño triste. Quería pasar tiempo con él, pero no lo diría en voz alta.

–Está bien. ¿Luego hablamos?

Todoroki sonrió levemente, levantándose de la cama.

–Claro, como siempre. Hasta luego Katsuki, te quiero.

El nombrado se sonrojó y trató de no sacar una sonrisa.

–Sí, yo también –le dijo para después colgar el teléfono.

Ahora tenía que pensar en algo para entretenerse hasta que su novio lo volviera a llamar. Su novio... Sonaba tan extraño y tan bien a la vez. En verdad, le encantaba decirlo. Le encantaba mirar a las chicas que trataban de coquetear con el bicolor y gritarles: "Él es mi novio, así que largaos antes de que os vuele la cabeza." O estar hablando sobre algo y en vez de decir "Todoroki" poder decir "mi novio" y ver la cara que hace la gente.

En general, le encantaba todo lo que estuviese relacionado con su Shoto. Se había acostumbrado tanto a su presencia que no se imaginaba un mundo sin él, sin su preciosa cara o sus músculos, sin su pelo bicolor o sus ojos heterocromáticos, sin su temperamento tranquilo o su sonrisa, aquella que solo le mostraba a él. Sin darse cuenta se había vuelto completamente dependiente del otro.