O1 | Viaje.

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Anya P

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Anya P. O. V.

El agua se detuvo lentamente mientras cerraba la llave de la regadera, mis ojos parpadearon acostumbrándose a la luz. Estaba tan cansada; había dormido tarde la noche anterior, por andar en llamada toda la noche. Salí de la regadera, rodeando todo mi cuerpo con mi toalla blanca.

Unos golpes sonaron en mi puerta, llamando mi atención.

—Anya, recuerda que te vas en dos horas —habló mi padre desde al otro lado de la puerta, rodé los ojos por un momento.

Papá y mamá se habían divorciado años atrás, este año, iría yo y un amigo a la ciudad de mamá, ya que las vacaciones habían empezado y tenía que estar con ella. Me seque el cuerpo, para después llevar una toalla a mi cabello, secándose.

—¡Ya lo sé! —exclame mientras me vestía con mis jeans azules, y mi blusa suelta de color blanca, me puse la chamarra café de mi padre para salir del baño. Él estaba en mi cama, observando una de mis fotografías, ahí estaba Matt y yo, sonriendo, el me cargaba por su espalda—. ¿Sucede algo? —pregunté al ver que tenía el rostro preocupado.

—No, no sucede nada —aclaró, dejó la fotografía en su lugar y camino hacia mí, me tomó de los hombros y me miró con orgullo—. Pórtate bien, hazle caso a mamá en todo momento. Y cuidate mucho, cariño...

Sonreí.

—Ya tengo dieciocho años, papá —aclaré con una sonrisa, lo abrace para tranquilizarlo—. Estaré bien, lo prometo. Seré fuerte en todo, hasta con el nuevo novio de mamá.

—Gracias, y sobre Matt... —comenzó, yo reí.

—Nada de estar en la misma habitación, y/o dormir juntos —aclaro, él sonrió aún más.

—Anya. ¿Otra vez no dormiste bien, verdad? —preguntó con preocupación, provocando que yo lo viera fijamente a los ojos.

No entendía como papá podía saber cuando estaba bien o mal. Hace unas noches atrás, despertaba todas las noches gritando, papá llegaba corriendo desde su habitación. Se quedaba toda la noche hasta que quedara dormida, acariciando mi cabello. Eso provocaba que me sintiera afortunada por tenerlo en mi vida.

—Cariño, sabes que puedes hablarme. No te quedes callada —dijo dandome un abrazo. —Te quiero, mi pequeña saltamontes.

Salió de la habitación, después de haberme dado un beso en mi frente. Me senté en cama para colocarme mis tenis, cepille mi cabello castaño para después salir con mi mochila y maleta.

Camine hacia la sala y dejé mis cosas ahí para ir a la cocina, papá ya había preparado la comida, en el plato, había arroz, tocino y huevo, me senté a comer con él mientras veíamos las noticias. Últimamente había muchas manifestaciones de parte de los trabajadores, papá decía que lo que les daban de paga era una porquería, que estaba feliz de haber emprendido solo y trabajar solo. Cambió de canal para ver una serie, la cual a ambos nos gustaba, Motel Bates.

𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐑𝐓 𝐎𝐅 𝐖𝐀𝐗 || ᴠɪɴᴄᴇɴᴛ ꜱɪɴᴄʟᴀʀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora