Proximos pasos

1.8K 79 20
                                    

Habían pasado solo unos días desde que el mundo de Izuku Midoriya se había desplomado por completo. La muerte de su madre había dejado un vacío insondable en su corazón, y la desaparición de All Might, su mentor y guía, solo había sumido su alma en una oscuridad aún más profunda. Izuku se movía por la U.A. como un fantasma, su presencia física intacta, pero su esencia había desaparecido, reemplazada por algo frío y desconocido.

Sus compañeros de clase, preocupados por su bienestar, intentaron acercarse a él, ofreciéndole palabras de consuelo. Pero lo que recibieron a cambio fue algo que los dejó helados. Cada "todo está bien" de Izuku era pronunciado con una frialdad y una indiferencia que no reconocían en su amigo. Su mirada, que antes brillaba con determinación y esperanza, ahora era un vacío sin fondo, como si todo lo que hacía que Izuku fuera él mismo se hubiera desvanecido.

La lluvia caía con fuerza sobre los tejados y las calles empedradas de los barrios bajos, lavando la suciedad acumulada pero también acentuando la sensación de desesperanza que se respiraba en cada rincón. Izuku Midoriya caminaba por esas calles, ajeno al frío que calaba sus huesos y al agua que empapaba su ropa. Su mente estaba tan nublada como el cielo sobre él, perdida en pensamientos oscuros que se repetían como un eco interminable.

El sonido de voces en la distancia lo sacó brevemente de su trance. Voces que provenían de un callejón apenas iluminado por una luz débil y parpadeante. La curiosidad, o quizás algo más, lo impulsó a acercarse, sus pasos resonando en los charcos que salpicaban sus botas.

A medida que se acercaba, la escena frente a él comenzó a tomar forma. En medio del callejón, un hombre rubio, alto y de complexión atlética, estaba golpeando sin piedad a otro hombre que apenas se mantenía en pie. Los gritos de los espectadores se mezclaban con el sonido de los golpes, creando una atmósfera cargada de violencia y excitación.

Izuku observó en silencio, sus ojos verdes apagados reflejando la escena frente a él. Había algo en la manera en que el hombre rubio luchaba, en la precisión de sus movimientos y en la frialdad de su mirada, que le resultó extrañamente familiar, aunque perturbador. No era solo un luchador callejero, eso estaba claro. Había un propósito en cada golpe, una historia detrás de cada movimiento.

Este tipo... no es como los demás. No está aquí solo por dinero o por diversión. Está buscando algo, igual que yo. -Comento para si mismo-

El presentador, un hombre con la voz rasposa y una sonrisa siniestra, se adelantó para anunciar el final del combate.

—¡Bien amigos, nuestro campeón nos vuelve a sorprender! —gritó, alzando las manos mientras el público vitoreaba.

El hombre rubio, que había ganado la pelea con una facilidad inquietante, se apartó del cuerpo inerte de su oponente y comenzó a alejarse, recogiendo su recompensa sin siquiera mirar atrás.

Izuku lo siguió con la mirada, su mente trabajando rápidamente. Sentía que este hombre, quienquiera que fuera, podría ser la clave para desbloquear algo dentro de él, algo que necesitaba desesperadamente. Quizás, bajo la influencia de la figura misteriosa, Izuku vio en él un reflejo distorsionado de lo que podría llegar a ser: frío, eficiente, y por encima de todo, poderoso.

Debo ganarme su confianza. Quizás él pueda mostrarme lo que necesito saber. -Penso para sus adentros-

Con esa determinación en mente, Izuku se acercó al presentador del combate, un hombre de aspecto astuto que no dudó en aceptar la propuesta que Izuku le hizo en voz baja.

—Bien, tenemos un nuevo retador, caballeros —anunció el presentador con una sonrisa maliciosa—. ¡Les presento a... Superior!

El callejón oscuro se llenó de murmullos y susurros cuando el presentador anunció al nuevo retador. Los espectadores, acostumbrados a las peleas brutales y sin reglas, miraban con escepticismo al joven que había decidido entrar en la arena. Pero Izuku Midoriya, ahora autoproclamado "Superior", no prestó atención a las miradas ni a los comentarios. Su mente estaba fija en un solo objetivo: demostrar que no solo era digno de estar allí, sino que era superior a cualquiera que se le pusiera enfrente.

Superior DekuWhere stories live. Discover now