•Piper•
Nunca me imaginé que el tener que ir al trabajo por las mañanas me costaría tanto. Han pasado ya seis meses desde que Pearl y yo vivimos con Alex, y puedo decir que han sido los mejores de toda mi vida.
Cada mañana si no es Alex quien se niega a dejarme salir de la cama, es Pearl que no quiere que me aleje de ella y es maravilloso ver lo mucho que ambas me aman, tanto como yo las amo a ellas con cada fibra de mi corazón.
Aunque admito que me ha costado un poco lidiar con el desconcierto de mis padres respecto a que estoy viviendo con una mujer, y más aún que ella tiene una hija, pero no saben que ésto era justamente lo que me hacía falta para ser feliz sin que yo lo supiera. Así que simplemente trato de ignorar sus comentarios.Hoy es domingo, y dado que Pearl se fue ayer con Tom a pasar el fin de semana aprovechando que él está de nuevo en la ciudad, hemos tenido una noche muy activa.
Me recargo en el lavabo del baño y me miro al espejo con lentitud, detalle a detalle de mi cuerpo cansado. Bajo el tirante de mi camisón de seda, (porque sí, ahora todo el tiempo uso pijamas de seda que Alex se ha encargado de regalarme a partir de que comenzó a irle bien en el trabajo) hay unas pequeñas marcas de los dientes de Alex.
Acaricio los pequeños puntos rojos y un picor poco doloroso escoce en mi piel extrañamente haciéndome sonreír.
Ambas somos un poco mejores ahora en esos aspectos. Hemos practicado mucho, a decir verdad. Y más aún desde que Nicky se encargó de regalarnos un libro muy ilustrativo al respecto. Ahora Alex se ha vuelto más aventurera y mucho más activa. Ya no se avergüenza por su lenguaje o su intensidad, y tampoco yo me guardo nada.
Es como si un tigre salvaje se libera en ella y esa mirada felina aparece haciendo que sus ojos verdes brillen con intensidad.
Mi cuello también parece tener algunas marcas que estoy segura si alguien viera, creería que he pasado la noche con un vampiro.
Acaricio mis labios sintiendo que aún laten y están un poco más hinchados de lo normal, sonrío de nuevo y cierro los ojos recordando cada beso, cada mordida y cada caricia que ella me dio.
Mi corazón comienza a latir desbocado y paso saliva porque no puede ser posible que solo con recordar me esté sintiendo sofocada.Nos es difícil encontrar momentos para poder disfrutar por completo de hacer el amor, pues Pearl parece tener un pequeño radar para el sexo, aunque a partir de aquella ocasión no hemos olvidado cerrar la puerta con seguro cada vez y tratamos de ser silenciosas, pero es casi imposible.
Últimamente he estado pensando en hacer una fiesta para lo que planeo, pero a decir verdad, creo que hoy es una ocasión perfecta.
La amo como jamás había amado a nadie, y éste amor ha estado aquí desde el primer momento hasta ahora, incluso creo que ha estado creciendo más y más cada día, así que, necesito hacerlo.
Camino con cautela hasta la sala y en un rincón de ésta he acomodado un escritorio para mí y mis cosas de fotografía.
En éste tiempo he sacado muchísimas fotos buenas: Pearl jugando en la alfombra, Alex haciendo una guerra de cosquillas con ella, las tres en el área de albercas de pelotas del centro comercial, algunas de los recitales de ballet de nuestra pequeña, unas más de Alex cocinando en bragas y enseñándome el dedo medio, porque sí, ella ahora no parece la gran señora Vause que conocí, con sus trajes caros y zapatos de diseñador que no solía decir ni una sola mala palabra, por supuesto que me encantaba esa Alex recatada, pero ahora me gusta más ésta versión de ella relajada, que no se reprime nada por guardar una apariencia, ésta que es natural y es tan transparente como un cristal.
Abro el gabinete arriba del escritorio y busco mi cámara instantánea, una Polaroid OneStep+ que Alex me regaló en mi cumpleaños, la enciendo y reviso que esté todo en su lugar.
Revuelvo uno de los cajones y ahí está el pequeño rollo de revelado, uno de esos antiguos botecitos negros con cinta amarilla que antes eran muy populares pues todas las cámaras necesitaban un rollo fotográfico, lo único es que yo no guardo un rollo en él, he estado escondiendo una sorpresa para Alex.
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INEVITABLE CONEXIÓN
Hayran Kurgu*Ésta historia es una ADAPTACIÓN* Piper Chapman es una joven dependienta de una tienda de Manhattan que sueña con una vida mejor cuando un día conoce a Alex Vause, una mujer elegante y sofisticada que se encuentra atrapada en un matrimonio infeliz...