No estaba en los planes del Demonio de los Laboratorios tener otro asistente, con Morinaga era más que suficiente. No necesitaba a nadie más, hasta que el brasileño le fue asignado.
Con el tiempo, Tatsumi Souichi se dio cuenta de que su nuevo asistente era un total homo. Su forma de hablar no era tan "masculina", su andar resaltaba ante el resto de los chicos.
Se había prometido no discriminarlo ni darle malos tratos, un voto de confianza le había dado en silencio. Necesitaba trabajar en sus problemas de desconfianza e inseguridad con aquellos que tuvieran diferentes preferencias.
También le dio la oportunidad en el laboratorio, aunque no tuviera más elección, Sebastião llegó por recomendación y no podía rechazarlo.
Pensó que solo duraría un par de días, así como otros chicos inútiles que por ahí habían pasado. Pero después de un mes se dio cuenta que tenerlo no era tan malo.
Carvalho tenía muchos amigos, era un tipo tan social como Tetsuhiro. Alegre y parlanchín como Tetsuhiro. Descarado y cínico como Tetsuhiro. Eficiente y rendidor como Tetsuhiro.
Viéndolo bien podrían ser dos gotas de agua, solo que Sebastião es un tipo de tez morena, como si el mismísimo sol hubiera besado su piel, un color canela. Sus ojos tan azules como el mar hacían un contraste de sensualidad.
Carvalho Sebastião era un tipo popular, quizá por su nacionalidad, quizá por su acento, quizá por su actitud o quizá por su buena apariencia. El tipo tenía buena pinta y tal vez un apreciado número de seguidores porque el simple hecho de ser extranjero lo volvía un ser exótico.
A Souichi no le importaba en los más mínimo su fama o su apariencia, cada quien era libre de hacer lo que quisiera siempre que no le afecta en nada.
Souichi tampoco era un tipo que pusiera atención en lo que pasa a su alrededor, pero se percató de algo que le empezó a causar molestia.
Sebastião miraba mucho a Morinaga.
Ese tipo estaba poniendo mucho empeño en su tonto asistente número uno. Le llevaba el café, le daba masajes en los hombros sin que se lo pudiera. Asistía en todo a Morinaga.
Notó que Sebastião miraba a escondidas el cuerpo de Morinaga, pudo ver lascivia en sus ojos. Pudo ver esa doble intención en los roces casuales.
Alguna vez lo escuchó decir algo cuando Morinaga se agachó para recoger un bolígrafo.
Carvalho dijo algo como ‹‹Que belas nádegas›› en un susurro, pero naturalmente no entendió nada, aunque supuso que no era algo tan saludable al notar esa mirada extraña.
Notar poco a poco esas actitudes le empezó a generar irritación. Molestia que llegaba hasta la casa, irrumpiendo un poco la convivencia con Morinaga.
- Morinaga, ¿Qué tanto te decía ese tipo?
- ¿Quién?
- Carvalho
- Ah, me preguntó si tenía novia.
Morinaga seguía concentrado en la cocina.
- ¿Y qué le dijiste?
- No te preocupes senpai. Obviamente le dije que no tengo novia... Sino novio...
Tatsumi Souichi explotó ante tal comentario y le propinó un golpe en la espalda. Fruto de sus rechazados celos y de la broma de Tetsuhiro.
- ¡Idiota! ¿Qué has dicho?
- ¡Aaaaaaaah senpai! ¡Eso dolió! ¡No he dicho nada! Está claro que le dije que no tengo ninguna relación.
Las últimas palabras sonaron con pena, ese tono no pasó por alto en Tatsumi, tampoco omitió los gestos de Morinaga.
- Ese tipo es homo ...¿Verdad?
Morinaga sonrió un poco agrio pero no quitó su mirada del sartén.
- Lo es, Sebastião san es clara y abiertamente gay.
- ¡Pero qué valor!
- El viene de otro país. No lo olvides. Tienen otra mentalidad más abierta. Ojalá así fueran las personas aquí...
De nuevo Morinaga se sintió tan triste en ese comentario, un poco de dolor y pesar se sintió en su actitud.
- ¿Tú qué piensas de él?
Morinaga estaba emplatando la comida. De qué se trataba todo ese cuestionamiento.
- No entiendo...
- ¿Te cae bien?
- Aah , eso...sí, es un buen chico, tiene buenas ideas y es bastante apto para el laboratorio. Es muy atento y aprende rápido. Nos hemos acoplado sin dificultad. Es lindo.
- ¿Lindo?
- me refiero a que siempre está preguntando si requiero algo, me lleva el café sin que me lo pida, aunque a veces creo que es demasiado, supongo que es así por las diferencias culturales.
- Sí, es muy atento contigo...
Tatsumi se llenó de comida para no decir más, prefirió masticar muy lentamente para que Morinaga pudiera hablar.
- Realmente lo es, la otra vez escuchó que me quejé de un dolor de hombros y me regaló un pequeño masaje, no se lo pedí, pero igual lo recibí muy agradecido.
- Mucha confianza...¿No crees?
- Naaaa... Senpai... Acaso tú estás ¿celoso?
- ¡Por supuesto que no! Idiota
Souichi no dijo más y pasaron la noche como cualquier otra.
Miss Book
🇧🇷

ESTÁS LEYENDO
Amante do Brasil
FanfictionSebastião san, un chico que llegó de su natal Brasil para aprender sobre las ciencias agrícolas. Asignado en el laboratorio dos, hace un revuelo para quienes trabajan allí.