Esa mañana, inmerso en su mesa de trabajo, Tatsumi Souichi estaba teniendo flashback de anoche. Morinaga aprovechó el tiempo para despedirse de su senpai.
Imágenes de él sobre el regazo de Tetsuhiro vinieron a su mente. Recuerdos de sonidos húmedos, jadeos, gemidos, frases ininteligibles. Dedos hundiéndose en la piel de sus muslos.
«Ese tipo, siempre hace lo que quiere»
Más imágenes de un Souichi meneando el trasero en círculos lentamente, mordiendo el hombro de Tetsuhiro cuando sintió una mano acariciar su glande.
Con un rostro coloreándose de rosa, también recordó cuantas veces dijo el nombre de aquel que lo llenaba de placer. El olor de la humedad también regresó a su mente.
Sus labios aun guardan el recuerdo de los besos de anoche, Morinaga empezó con dulces y cortos besos, insistiendo que lo extrañaría y llorando su lamentable partida.
-Te quedarás solo Senpai – empezó a besar su cuello y acomodar el cuerpo de Tatsumi sobre los cojines.
-No lo estaré, se quedará Carvhalo.
Una lengua estaba trazando el camino sobre su nuez de Adán.
-Pero Carvhalo san ...no es yo... recuérdalo. Nadie es yo.
Y en ese momento Tatsumi recordó todas las actitudes y atribuciones de aquel chico. Todo lo que hacía con respecto a Morinaga le molestaba. No quería reconocerlo, pero sus celos estaban quemándolo muy profundamente.
Y fue ahí donde empezó a ser partícipe de esa sesión. Quería marcarlo, quería grabar su nombre. Quería atenderlo, solo Tatsumi podía acercarse de esa forma.
-Morinaga...
Gimió cuando este le mordió el lóbulo, y se dejó llevar. Sentía que ese tipo le pertenecía, que nadie más debía propasarse, solamente él.
Y con ese pensamiento en la cabeza y los celos atorados en su pecho, terminó sobre el regazo de Morinaga. Aferrado a sus hombros, meneando la cadera para marcar su propio ritmo, sintiendo la carne de Tetsuhiro entrar y salir de su cuerpo de la manera que más le gustaba.
Escuchando los jadeos de Morinaga, llenos de lujuria.
-Así senpai...muévete más...
Obedeció ante aquella súplica cuando sintió unos dientes ajenos apoderarse de su pezón. Lo succionó a su antojo y para él fue placer puro, aceleró sus movimientos sin sentir ningún rastro de vergüenza.
En esa habitación solo estaban los dos, nadie podía juzgarlos.
La liberación fue un dulce suplicio. Souichi lo llenó de besos en el cuello. Morinaga lo engatusó para seguir la ronda en su habitación.
Y así los recuerdos llegaban de forma involuntaria en los momentos más incómodos.
-¡Tatsumi senpai!
Su exótico asistente ya le había llamado varias veces, pero este seguía perdido en la nube de recuerdos vergonzosos de su noche anterior.
-Lo siento. ¿Qué sucede?
-Le pregunté sobre Morinaga senpai. ¿Sabe usted si tiene novia?
Sebastião se había trazado un plan para escarbar todo tipo de información posible. Necesitaba saber quién es su competencia.
-¿Novia?
-Si, con lo guapo que es, seguro debe tener novia...
El asistente se mordió la lengua, quiso decir "novio" pero recordó que ese país no es el más tolerante a la diversidad.
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Amante do Brasil
FanficSebastião san, un chico que llegó de su natal Brasil para aprender sobre las ciencias agrícolas. Asignado en el laboratorio dos, hace un revuelo para quienes trabajan allí.