Narra Chiara.
Al escuchar el balazo me asuste, Cata de chismosa quería salir y Logan también, escuchamos las sirenas y salimos.
Estábamos cerca.
-Es Frank.-dijo Cata, yo me acerque mas.
A su alrededor tenía las siglas "BN".
-víctimas de los "Brutta Noche" llevan las siglas BN al lado de ellos, tu padre es el encargado de ellos, son los aliados de tu padre y todo, según esto ellos comen de la mano de tu padre, tu padre es su jefe, pero él encargado de ellos en general aparte de tu padre es Jackson, aquí tienes fotos de evidencia.-dijo Carolina entregándome unas fotos.-tienes desde muertes rapidas, a palizas y torturas.
-los Brutta Notte.-murmure.
Vi un taxi llegar, al parecer hoy la tienda no había abierto.
-¿que pasó aquí?.-pregunto Luz saliendo del auto, miró a Frank.-dios mio.
De lejos mire a Jackson.
-Ya vuelvo.-le dije a Jefni.
-¿a dónde vas?.-pregunto.
-es mi primo, necesito hablar con él.-el asintió.
Fui corriendo hacia Jackson, el tenía un cigarro en la boca.
-Hoy me voy, vine a verte.-dijo Jackson.-Frank estaba por violar a Carolina.-yo me sorprendí.
-¿que dices?.-pregunte.
-fui a verla, necesitaba hablar con ella antes que contigo, era sobre Frank, tu padre me mandó a matarlo, le dije que iba al baño y justo llego Frank, estaba drogado, golpeó a tu amiga, salí en su rescate y estaba en el suelo, el me vio y me quiso golpear, lo saque de la casa, vi que nadie estaba a los alrededores y dispare, deje las marcas y listo, casi violan a tu amiga, yo la rescate.-dijo.
-mataste a alguien cabron, ¿y si la policía se entera?.-pregunte.
-Ay cariño, eh matado gente desde los 11 años, por cierto.-me dio un paquete.
-¿que es esto?.-pregunte.
-droga, tu padre quiere que se la des a Jean.-dijo Jackson.
-eres un hijo de puta y no lo haré.-dije.
-claro que si cariño, serás mi primita y todo pero es una puta orden, aparte es momento de que hagas algo por ti, si no le das a Jean vendela tu.-yo me sorprendí.
-estas loco.-dije.
-Estare loco y todo, pero es de la mejor, ganas mas que de camarera con esto o prostituta.-dijo el muy cabron.
-Claro... ¿Y si me descubren?.-pregunte, el carcajeo.
-tu padre te entrenó para esto ¿recuerdas cuando eras pequeña y escondidas comida y se la entregaba como todo una narcotraficante?.-yo lo mire.
-¿me estas jodiendo?.-pregunte.
-no cariño, tu estas mejor entrenada que yo, si te descubren no pasa nada, te lo juro, tu padre tiene todo tipo de contactos, podemos sacarte de la cárcel más rápido que en lo que canta un gallo.-yo guarde el paquete en mi abrigo.
-esta bien, se lo daré a Jean.-dije.-pero yo no pienso vender nada.
-eso dilo a hora.-comenzo a caminar.-nos vemos linda.-se fue.
-¿que te dio?.-pregunto Jefnier detrás mío.
-am... Un paquete para Jean.-dije nerviosa.-me tengo que ir nos vemos luego, quiero dormir un poco más.-bese su mejilla.
Camine rápido hacia mi casa, entre en ella y vi a Jean.
-tu paquete.-dije sacándolo de mi abrigo.
-que disimulada eh.-lo guardo y sacó un sobre.-necesito un favor.-dijo y yo lo mire.-aquí tengo mercancía, cada paquetito de estos tiene el mismo precio, en el parque de acá unas cuadras tenemos clientes.
-no lo pienso hacer.-dije.
-¿asi? No me importa, quiero que lo hagas, estoy en la mira, si me ven los policías tu padre me mata, por mas contactos que tenga.-dijo y yo agarre el sobre.
-Solo hoy.-dije guardandolo en mi abrigo.
-Gracias.-dijo y yo suspire.
Me explico los precios.
Salí de casa, estaba nerviosa, tenía droga en mi abrigo, lo peor de todo las reconocía y sabía el valor de cada una de ellas ¿como? Simple los Italianos no son unos santos, David era jugador de tenis y un puto drogadicto en tiempos libres, mi ex novio gay vendía droga y ya las reconocía y sabía sus precios.
-Bien ya es hora.-dije y marque a Jean.-¿cual es tu primer cliente?.-pregunte.
-Gustavo, piel morena, ojos marrones, está en la cancha.-yo suspiré.
-Bien, adiós.
Comencé a caminar hacia la cancha, vi al tal Gustavo, tenía una playera con su nombre.
-Gustavo.-dije seria, el me miró.
-Hola.-dijo con una sonrisa.
-Hola vengo de parte de Jean, me dijo que te diera algo, ¿podemos hablar en privado?.-pregunte y el asintió.
Salimos de ahí a una parte sin personas, no habían ni policías.
-Asi que Jean mandó a una niña.-dijo y yo reí.
-ay cariño.-saque un sobre.-lo tuyo, a hora saca lo mio.-el sonrió, me dio el dinero y yo le di el sobre.
-calidad de la buena.-lo guardo en su bolsillo.-adios muñeca.-se fue.
Hice esto como por una hora, luego volví a casa.
-tu puto dinero.-dije dándole el dinero, el lo contó y me dio una parte.
-tu padre va a estar orgulloso.-yo bufé.
-sisi como sea.-subi a mi habitación.
Abrí la puerta y vi a Suki jugando con una pantufla y a Jefni sentado en mi cama.
-Jefniii ¿que haces aquí?.-pregunte acercándome.
-Vine a verte pero te fuiste hace una hora.-dijo y yo lo mire.
-Perdón, Jean me mando a hacerle un encargo y me dio dinero.-dije sacando el dinero.
No estaba orgullosa, vender drogas es horrible.
-okey entiendo.-dijo.
-me voy a ir a bañar Jefni, espera afuera.-el asintió y se fue.
Me saque todo lo que tenía menos la ropa interior, me saque el sostén y lo deje en la cama, la puerta se abrió.
-PERDÓN.-Jefni la cerró de nuevo.
-carajo toca.-dije, estaba roja, lo veía en el espejo.
-Perdón pero pensé que ya estabas en el baño, dejé mi celular.-dijo desde afuera.
-entra rápido.-dije dándole la espalda a la puerta, escuché como esta se abrió y luego escuche que se cerró.
Fui al baño, me bañe y me puse algo cómodo, un pantalón y un top.
Baje las escaleras.
-Ya estoy aquí.-dije y el sonrió, se acercó.
-me alegro no haber tocado la puerta.-susurro en mi oído, tenía una voz ronca que uff.
-am... Yo... Jefni eso no le gusta a diosito.-dije nerviosa.-eres un niño malo.
-puedo ser tu niño malo.-yo desvíe la mirada.
-de hecho eso eres, pero... No hables así, siento algo en mi estómago, como si se revolviera.-el sonrió.-es raro y existante a la vez.
-¿te éxito?.-susurro.
-a un metro.-era Logan.-si lo van a hacer que no sea aquí, hay niños.-señaló a Suki y a Luna.
ESTÁS LEYENDO
Vecina Nueva//Lunay
Novela Juvenil-¿Sabes que es lo que mas nos duele?.-le pregunté, el bajo la cabeza.-que me mintieras... Que nos metieras un puto cuento en la cabeza, bien dicen que no todo es color de rosa, me lo dijeron Mariano, nunca lo creí. -lo creímos querida hermana.-dijo...