Ambos estábamos tomando desayuno.
-Cocinas muy bien.-dijo Jefnier.
-soy buena para muchas cosas cariño, la cocina es la punta del iceberg.-dije llevando mi plato.
-lo sé.-dijo mientras yo lavaba mi plato.
-¿ya terminaste?.-pregunte dejando el plato en su lugar.
-si.-dijo y se puso al lado mio.
-¿y Logan?.-pregunto.
-Acabo de llegar.-dijo Logan apareciendo.-me duele la puta cabeza, tome tanto que ni recuerdo con quien me acosté, ni como era ni nada, llamé a Carol porque la deje sola en la fiesta o eso creo.-yo lo mire.
-¿que? ¿Estas loco? LA PUEDEN VIOLAR IDIOTA, TU SABES COMO ES CAROLINA.-grite.
-perdon, solo recuerdo un olor increíble en el cuello de aquella chica y bueno, desperté y no había nadie.
-no sabemos si fue chica tampoco.-dije y Jefnier ahogo una risa, yo lo mire intentando no reír.
-EH CUÑADO NO TE PASES AH que yo me fui para dejarlos cojer tranquilos.-yo mire a Jefnier.-si lo sé, no soy tonto.-dijo.-solo espero que hayan usado condones.
-siempre.-dijo Jefnier.
-Hoy tus clases que no se te valla a pasar.-yo bufé y asentí, el se fue.
-¿clases? ¿De qué?.-pregunto.
-boxeo, para defenderme y esas cosas.-el asintió.
Mi celular comenzó a sonar, por el tono sabia quien era, respondí rápido.
-Carol dime que estas bien.-dije respondiendo.
-si, tranquila.-escuche un suspiro.-paso algo anoche.-dijo y yo me quedé cayada.-me acosté con Logan, pero te juro que fue sin querer.-yo sonreí.
-¿que? Osea ¿mi Logan? ¿Mi hermito?.-pregunte.
-si... Pensé que si alguna vez me acostaría con tu hermano lo recordaría, no recuerdo ni mierda, ni como comenzamos ni como terminó, solo sé que fue algo salvaje, tengo una uña rota, antes de la fiesta estaba hermosa, tengo marcas por todo el cuerpo, el trasero me duele.-Rei como loca.-no te burles que cuando te pase con Jefnier yo seré la primera en reír.
-perdon señora sexo salvaje.-dije ahogando una risa.-bueno... Por lo menos ya sé que no te paso nada malo, me alegro, que si te pasaba algo me sentiría culpable, ya que en vez de ir a la fiesta estaba en mi cama con Jefnier.
-pobres vecinos.
-Por cierto ¿donde lo hicieron?.-pregunte.
-en un hotel, pero fino eh, no cualquier cosa.-rei.-cuando desperté me asuste y luego vi a Logan e intente recordar, no recordé nada.
-ay dios.-comence a reír cuando Jefnier puso sus manos en mi cintura y su cabeza en el especio de mi cabeza y los hombros, besando mi cuello.
-¿de que te ríes? ¿Esta ahí Jefnier o se fue a su casa luego de tener sexo contigo?.-pregunto.
-estoy aquí.-dijo Jefnier, el estaba cerca del celular.
-roba mejores amigas ¿como estas?.-Jefnier carcajeo.
-cansado.-respondio.
-pobre cama.-dijo Carol.
-lo mismo digo Carolina, pobre cama.-dije.
-joder, te dejo, que el alcohol está haciendo efectos secun.-se fue al baño y escuché como vomitaba.
-no se como puedes escuchar eso.-dijo Jefnier alejándose de mi para no escuchar a mi amiga vomitar.
-se llama tener experiencia, hace un año me tenias a mi a su lado mientras ella vomitaba.-dije.
-ya veo que ustedes son en las buenas en las malas y sobre todo en las jodidas.-yo reí.
-Carolina pasaba la mayoría de tiempo en mi casa, los amigos no se abandonan, si ellos se hunden tu también y luego lo sacas a flote.-dije mirándolo.-al fin y al cabo los verdaderos se quedan, los falsos se van.
-eres hermosa.-me beso.
Cuando era hora del almuerzo fuimos a su casa comimos ayude en algunas cosas y luego tuve que volver a las 5.
-el será tu entrenador.-dijo Logan y yo miro a un tipo que conocía muy bien.
-¿Jean? Carajo pensé que sería otra persona.-dije y ambos rieron.-empecemos con esta mierdaaaa.-dije yendo a cambiarme.
Me puse mi ropa deportiva, baje las escaleras.
-Lista.-dije.
-Tengo el permiso de tu padre de golpearte, claro que será para que tengas reflejos.-dijo y yo asentí.-empecemos, 50 abdominales a hora.-dijo y yo me acosté comencé a hacerlos.
-eso es poco para mi.-dije.
-lo sé, pero no será el único ejercicio que haremos.
Si pase toda mi puta tarde haciendo calentamientos, ejercicio como loca, me hizo correr, me hizo subir y bajar las escaleras, yo estaba muerta, nunca hice tanto.
-Dios ni sudo así cuando.-mire a Jean.-cuando salgo a caminar por horas si eso.
-mañana golpearas un saco de boxeo, pero claro que calentaremos un poco.
-bueno entonces solo calentaremos, claro que si tu calentamiento sea como el de hoy.-dije y el carcajeo.
-lo que hice contigo es una rutina de castigo, tu padre lo pidió.-le saque el dedo medio.-una vuelta más al parque.-lo mire.
-¿que? No claro que no, estoy cansada.-dije.
-no, tu no estas cansada, tus músculos si, pero acabas de faltar me el respeto, así que una llamada a tu papá y adiós tarjetas de crédito.-yo reí.
-Por favor Jean, tengo mi dinero sola, gracias a que me metieron al negocio de vendedora.-dije.
-cierto, esta bien vamos a casa.-dijo y yo asentí.
-me duelen hasta las uñas y eso que son postisas.-dije.
-corre hasta casa.-negue.
-son 3 cuadras.-dije.
-no importa.-bufe.
-esta bien, esta bien.-dije, comencé a correr, Jean es capaz de mañana hacerme la misma rutina.
Llega a casa y me bañe, luego me tire a la cama, me quedé dormida, estaba tan cansada que solo pegue los ojos y me dormí.
Abir los ojos cuando la luz de la maldita ventana que me olvidé cerrar me dio en toda la cara.
-puto sol de mierda.-dije levantándome.-carajo, me duele todo el cuerpo.-dije.-ni cuando perdí la virginidad.
Fui al baño y llene la tina de agua tibia, me quite la ropa y me metí a la tina.
-Que bien se siente.-dije relajando mi cuerpo.
Luego de casi una hora salí, me puse un top negro y un short gris, baje y vi a Cata.
-hace tanto que no te veo.-dije.
Cata se había ido de viaje a visitar a su familia por una semana y Luna se fue con su tía por 3 días.
-Estoy de vuelta, te veo cansada.-dijo.
-me duelen hasta las uñas.-le mostré mi mano.
-pero son postisas.-yo asentí.
-Jean ayer me hizo calentar pero creo que se le pasó la mano.-ella me miró seria.-me hizo correr el parque, hacer sentadillas, entre otras cosas más.-dije haciéndome la víctima.
Cata me abrazo.
ESTÁS LEYENDO
Vecina Nueva//Lunay
Teen Fiction-¿Sabes que es lo que mas nos duele?.-le pregunté, el bajo la cabeza.-que me mintieras... Que nos metieras un puto cuento en la cabeza, bien dicen que no todo es color de rosa, me lo dijeron Mariano, nunca lo creí. -lo creímos querida hermana.-dijo...