Capitulo 7

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Porno no es igual a sexo


-Y luego Zeus procreo por montón- dice Eros mientas come el helado, pero ustedes se preguntaran ¿Como terminamos comiendo helado como amigos? bien, les comenzare a relatar:

La mañana de ese día, como todas la mañanas arregle mi cuarto y baje al segundo piso para regar mis plantas,  prepare desayuno para los dos y mientras lo preparaba, vi a Eros bajar recién bañado, pensamientos pecaminosos llegaron mi mente al ver su cuerpo sin camiseta, si que parecía contorneado por los mismos dioses, tal vez solo tal vez podría lamer aquella pequeña gota de agua que bajaba por la V  que termina justo en un lugar, ese lugar -MALDITA SEAS, YA-dije mentalmente hasta que me interrumpió mis pensamientos:

-Deja de verme así, no soy comestible -dice mientras se sienta en la barra y toma una manzana para comer- pero te entiendo, el porno no es suficiente.

-¿Perdón? Yo tuve un novios -digo defendiéndote- y no es como que seas el único hombre que he visto.

-A ver si entiendo, haz visto hombres desnudos en vivo y directo -dice divertido- que mala es esta chica.

- No no no , bueno si - digo apenada- Hace tiempo casi me acuesto con un ex, iba a ser mi primera vez, pero entonces no había condón y me dijo que usáramos una bolsa entonces...-interrumpe mi relato el timbre, camino rápido a abrir-.

-Hola Cora -dice mi vecino-  vine a pedir un favorcito si puede

-No puede -dice Eros con la boca llena mientras come-.

-Eros, compórtate -digo mientras vuelvo a mirar a Enzo- si, claro, coméntame- entonces lo siguiente que escuche seria el favor que mas me dolería.

-Tendré una cita esta noche vecina, y quería saber si podías cuidar a mi - y en esta linea, pueden ver como se rompe mi corazón-.

-Claro, claro que puedo -digo mientras contengo mis lagrimas, si vieran mi rostro seguro seria como el meme del gato-.

-Entonces lo traeré mas tarde vecina, gracias -dice, me da un beso en la mejilla, nos despedimos y yo entro a la casa cerrando la puerta-.

- Casi pude oír tu corazón romperse -entonces ve mi cara- Ey ey soy el dios del amor, no llores -dice cuando ve que hago un puchero-.

-El va a salir con alguien, sabes come lo que esta ahí,  yo bajare a trabajar, si no trabajo no hay comida-tomo mi bolso-.

-La comida ya me la comí -dice mientras me ve- no deberías ir a trabajar así. 

-Es eso, o regodearme en mi tristeza y no puedo -digo para luego cerrar la puerta-.

Una parte de mi sintió que fui un poco agresiva, pero no podía, simplemente quedarme ahí , pase la mañana de trabajo mal, no me concentraba y algunos de los pedidos no salían bien, debía concentrarme, pronto llegaría san Valentin, que irónico, la fiesta de Eros y era en la que vendía mas.

A eso de la hora del almuerzo, vi a Eros entrando a la tienda con un tupper en las manos:

-Se que debes tener hambre, no desayunaste -dice mientras pone el recipiente en el mostrador, dejo las flores y como del recipiente-.

Eros y Él (En edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora