El "hubiera" no existe

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Y me desperté ese día, todo parecía normal; la verdad me daba hueva levantarme porque era domingo y quería seguir acostado, así que sólo opté por prender el televisor y mirar alguna película, lo que me sorprendió es que estaba todo en silencio...

¿A dónde se habrán ido? -me pregunté varias veces- sin embargo pues no me preocupé ya que tal vez andarían en misa como suelen hacerlo cada semana, yo no voy; no me gusta tanto andar ahí porque pues a mi parecer no es correcto ir a la iglesia y saliendo pues pecas de alguna u otra forma

Lo raro de todo eso es que yo recordaba que un día anterior salí de fiesta y no traía resaca jajaja eso era genial!! Pasaron unos minutos y me levanté porque ya me había dado hambre y pues bajaría a comer la tradicional barbacoa mañanera jajaja, estaba saliendo todo perfecto, nada podía hacer que el día cambiara

Bajé y al llegar a la cocina no miré nada, ¡no había barbacoa! Eso ya era raro porque sería el primer domingo que no lleven, salí al patio pensando en que pues tendría que ir yo a comprar para almorzar algo, pero algo de nuevo me sorprendió
¿¡Dónde está mi carro!? -Dije sorprendido porque no estaba

Pensé "Ah sí, papá se lo llevó" pero más sorpresa me llevé al notar que tampoco estaba la camioneta de papá, ya estaba más raro todo, no recuerdo más qué haya pasado sólo me empezó a dar vueltas todo y desperté nuevamente pero ahora todo estaba raro, desperté una vez más en la cama...

El ambiente se sentía tenso, algo triste se escuchaba el murmullo de personas y pensé que ya habían llegado mis padres y mis hermanos a la hora de la cena ¿cena? ¿Tanto dormí? -pensaba- No podía creerlo jajaja y que me levantó en chinga a cambiarme porque tenía hambre y si no bajaba no me iban a dejar nada jajaja

Al ir bajando el ambiente se sentía más triste, escuché el llanto quedito de unas personas se me hizo raro porque al ir bajando más, eras las madres de mis amigos de colegio, ¿qué pasó? -Les pregunté pero hicieron caso omiso- miré a mis amigos con los que había estado en la fiesta una noche antes

¡Hola!- Les grité- Sólo lloraban sin consuelo, un ataúd en medio de la sala era el adorno que más resaltaba en esos momentos, cuatro velas encendidas, una cruz blanca debajo con dos vasos de agua, ¿Por qué nadie me quería decir lo que había pasado? Mi asombro fue al acercarme al ataúd y por inercia mirar en su interior... ¡No! -grité-

¡No puede ser! ¡Ayuda! Por favor, ¡mamá! ¡Papá! ¡Amigos! ¡No, no, no!
Pero si aquí estoy, ¡mirenme! -les gritaba a todos pero nadie hizo caso- miré que mi madre se acercaba al ataúd y llorando mi padre la abrazaba, mi madre con su voz entrecortada empezó a decir:

"Hijo, aquí estoy; nunca te dejaré solo mi amor, perdón por haber fallado como madre, por haberte regañado, por haberte llamado la atención, daría lo que fuera porque estuvieras aquí conmigo mi pequeño, ¿Por qué? No tenías que irte aún, tenías una vida por delante llena de alegrías, despierta hijo y dime que todo está bien, que sólo es una pesadilla y que te irás a jugar como lo hacías cada domingo, dime que estás dormido hijo, por favor; dime que estás cansado y que te quedaste dormido pero mañana todo será igual que antes, ay mi niño; recuerda que tienes que terminar tus sueños, esos que dijiste que querías ser futbolista que llegarías lejos y serías el mejor del mundo"

Al oír esas palabras se me vino a mi mente lo que había pasado la noche anterior, como todo adolescente me quise comer al mundo de un bocado y al intentarlo, creo que me atraganté; me acerqué lo más que pude a mi madre y la abracé; sabía que no podía oírme sólo le dije:

"Madre, no tienes porqué andar pidiendo perdón, eres la menos culpable de todo lo que pasó, sabes madre eres la mejor de todas, la madre que cualquier hijo quisiera tener, has sido valiente, guerrera, tenaz, inquebrantable, en pocas palabras eres perfecta, no tienes culpa de nada al contrario soy yo quien debe pedirte perdón, pero ya es tarde porque no me escuchas, no sientes que estoy contigo, sabes madre...

Perdón por no haber sido el hijo ejemplar que hubieras querido, perdón por haber fallado al no hacerte caso cuando sólo querías lo mejor para mí, perdón por esas tantas veces que reproché un regaño tuyo y que me iba enojado de la casa, perdón por haberme ido sin permiso anoche a esa fiesta que no me dejaste ir y que por llevarte la contraria, me fui...  Perdón por todo madre, no llores; no me gusta ver tus ojitos hermosos llenos de lágrimas por mí, tienes dos hijos más que te necesitan y yo de donde esté siempre los voy a cuidar, perdón madre por no ser el hijo que querías"

Miré a mi padre como abrazaba a mi madre dándole ánimos para seguir adelante, lo abracé y sólo le dije: "Perdóname padre, te encargo a mi madre y a mis hermanos"

Ojalá no hubiera salido de casa, ojalá no hubiera contradicho a mi madre en sus órdenes, ojalá no hubiera ido a esa fiesta, ojalá no hubiera hecho caso a mis amigos a tomar más de la cuenta, ojalá no hubiera caído en las provocaciones cuando me retaron a unas "carreritas", ojalá estuviera vivo para abrazar una vez más a mis padres y que me escucharan decirles que los amo con todo mi corazón

Ojalá no hubiera muerto, pero hoy; ya lo estoy... Ojalá hubiera manera de remediar todo pero, el hubiera no existe...

LETRAS DE UN SOLITARIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora