¡Pendejo!
--¡No me digas así! ¿Quién eres tú para decirme así?--
¿Cómo quieres que te diga? ¿Don perfecto? ¿Sabelotodo? ¿Mil amores? ¡Aahhhh! ¡Ya sé! Te diré ¡Pendejo!
--No te lo voy a repetir una vez más, ¡No me digas así culero! ¡Tranquilo!--
Tranquilo ¡madres cabrón! De seguro has de querer que te diga palabras bonitas, jajaja ya no eres un niño, ya estás grande como para andar de sentimental en éste tipo de cosas ¡Pendejo!
--¡Ya! ¡Basta! No me digas así por favor--
¿Por qué bajas la mirada? ¿Estás llorando? ¡Ay pobrecito! El nene está llorando, pinche maricón, pero ¿por qué el llanto? Tú mismo lo buscaste, o no lo recuerdas, digo si es así pues puedo ayudarte a que recuerdes cada una de las cosas que hiciste, lo más seguro que llores por aquella mujer que te dio todo... ¡Pendejo!
--Así es, lloro por aquella mujer que es la más hermosa del mundo, la más cariñosa, la que da todo por amor sin pedir nada a cambio, lloro porque la tenía a mi lado y no supe valorarla; no supe ver lo valiosa que era en ese momento que estaba junto a mi...
Lloro porque le hice pedazos el corazón, todas sus ilusiones se las fui quitando poco a poco con cada una de mis acciones, ella que era mi motor, la que cada día tenía una sonrisa para mi a pesar de que teníamos problemas económicos su sonrisa valía millones para mí...
Lloro porque hasta hoy me doy cuenta la mujer que tenía a mi lado, me doy cuenta que su amor era el más puro, el más sincero, el más inocente; hoy quisiera poder regresar el tiempo y remediar todo el mal que le hice, si pudiera regresar el tiempo le diría a diario que la amo y que ella es el amor de mi vida, de todas las vidas que llegue a tener, regresar el tiempo sólo para mirarla de nuevo y decirle que jamás la lastimaría y poder hacerla feliz, pero no se puede
Ya lo que se hizo, hecho está y no se puede remediar nada, por eso lloro a diario; por eso la vida le importa cada vez menos y ya no es importante sin ella a mi lado, pero ¡yo tuve la culpa! Eso merezco, merezco sufrir en soledad, alucinar que hablo conmigo mismo y me doy consejos, merezco que ella sí sea feliz y yo siga siendo un desgraciado, ojalá pudiera aunque sea un momento mirarla y pedirle perdón por todo el daño que le hice, que me perdone por haberle sacado más suspiros de tristeza de sus labios que sonrisas... Ojalá pudiera perdonarme...
Sabes algún día podré hacerlo, y ese día espero mirarla llena de alegría, de felicidad, de sonrisas tiernas y lindas como las que yo un día le borré, espero que haya encontrado a alguien que en verdad sepa lo que ella vale y que tenga miedo de perderla, y que no sea pendejo como yo; que tenga miedo a ya no mirar nada de sus detalles y que se dé cuenta muy tarde... Ojalá y ese al que ella le dé su amor, sepa amarla y hacerla feliz como un día quise pero por pendejo no pude hacerla yo...--
¿Entonces?
--Sí, soy un pendejo....
