Capítulo 1. El Campamento

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En un pequeño cuarto, que a su vez está dentro de un pequeño departamento; se encuentra James, un chico común y corriente como todos a su edad. Tiene el cabello lacio, no mucho, pero si notablemente; una piel blanca bronceada, una altura considerable, y es flaco en todo sentido. Le gusta comer, quedarse despierto hasta tarde, dormir hasta las 12 del mediodía, salir con sus amigos al cine, hacer deporte, entretenerse en videojuegos; en todo sentido, James es un chico normal. Sin embargo, nadie es perfecto, y como todos, James, tiene sus disgustos, y uno de los más grandes son los campamentos.

Narra James

Nunca entenderé el propósito de ir a un campamento. Lo único que vas hacer es escalar, caminar, estar alrededor de una fogata a contar chistes que se hacen llamar "historias de terror", y aparte de eso, lo mismo que ya haces en tu vida cotidiana (comer, dormir, hacer amigos) y ya; es por decirlo así, un cambio de ambiente. No me gusta la naturaleza, soy un chico de ciudad, prefiero cientos de veces el aire acondicionado con aroma a eucalipto, que dormir en un bosque rodeado de árboles aromáticos y demás cosas.

-¡James! ¡Ya ven hijo!-

En lo que me encontraba quejándome mentalmente, mi padre me llamó desde el otro lado del departamento. Sabía que ya debíamos irnos al lugar de encuentro que la Academia estableció. Sin más, tomé sin ganas la mochila, me la puse en la espalda y seguido agarré la maleta de la misma forma, volteé a ver mi habitación por última vez y en susurro le dije

-Cuando regrese, te voy a querer más que nunca- y paso seguido, cerré la puerta detrás mío.

Cuando mi padre me vio con la mochila en la espalda y la maleta colgando de la mano, esbozó una sonrisa y seguido me dijo

-Ya vámonos, que se nos hará tarde- sin más, tomó las llaves del auto y me abrió la puerta para empezar a bajar los 3 pisos que conducen a la puerta principal del edificio. Es algo extraño bajar a la puerta principal y salir a la calle luego de que tomara las llaves del auto, ¿no se supone que el auto está en el garaje?

Sin embargo al salir del edificio pude notar el auto en un costado de la calle... fue extraño verlo ahí, pero no dije nada

-Entra tú, hasta mientras, dejaré tus cosas atrás- dijo tomando la maleta y quitándome la mochila de mi espalda, no quise hablar y me dirigí al asiento del copiloto sin más. Al llegar, me senté y me abroché el cinturón; sin saber que hacer me puse a mirar fijamente al frente, pensando en las atrocidades a las que tendría que sobrevivir durante una semana en ese maldito bosque.

Sin darme cuenta, nos encontrábamos en camino hacia la carretera, que nos conducía afuera de la ciudad... mi amada ciudad....

-Oye James, solo quiero que sepas que es por tu bien-

Mi padre piensa que obligarme asistir a un sitio que te bota a la intemperie me hará recapacitar sobre mi futuro universitario. Hace como dos meses le expliqué que quería ser periodista, puesto que me encanta la investigación; mas a mi papá no le gusta la idea, y quiere que escoja alguna carrera que tenga que ver con el dinero, para ser más específicos, quiere que me vuelva contador. Obvio no voy a renunciar a mi sueño del periodismo, pero es muy complicado lograr tu metas cuando tu propia familia no está de tu lado...

-Sé también que estas molesto por esto, pero como te digo, esto te ayudará aclarar tu mente, a darte cuenta de lo que en realidad es para ti... ahora no lo entiendes, pero lo harás cuando crezcas- terminó y sacó un cigarro con una mano, luego se lo puso en la boca, para encenderlo después y comenzar a fumar... lleva con ese vicio desde que mamá nos dejó... hace ya 12 años.

Nadie dijo otra palabra durante el viaje, yo me encontraba más nervioso cada vez que nos acercábamos a la carretera, pues ya nada lograba al quejarme para que no fuera, desgraciadamente iba a ir como sea, por lo que mis nervios crecían al no saber cómo serían las cosas allá.

Y dicho y hecho, llegamos al punto de reunión. Una cabaña grande, que marcaba la entrada del bosque; se encontraba pintada de rojo por el exterior, menos el techo, el techo estaba descolorido, se notaba el musgo que tenía, dándole un toque de verde con marrón. Nunca pensé que llegaría aquel momento en el que desearía volver con todas mis ganas a mi casa; si quiera pensé estar algún día tan lejos de una civilización. Otra cosa que me sorprendió es el ver a cientos de chicos, algunos conversaban entre ellos, y otros se encontraban junto a sus padres, esperando yo supongo a los encargados del campamento.

-Oiga, amigo- preguntó mi papá a un señor que se encontraba cerca de su lado, con su familia obviamente

-¿Cuánto se van a tardar en comenzar el campamento?-

-Unos veinte o treinta minutos, creo yo-

Mi papá puso cara de sorpresa, y luego le dio las gracias al señor con una amable sonrisa, se volteó a verme y me dijo con algo de desesperación

-No creí se fueran a demorar tanto, tendré que dejarte aquí-

-No hablas en serio ¿verdad?-

-Créeme que lo siento mucho pero tengo que hacerlo- acto seguido se acercó y me dio un pequeño abrazo que no correspondí, y rápidamente se subió al auto, me hizo una seña de adiós, y luego se puso a conducir a la ciudad.

Eso definitivamente me molestó ¡cómo un padre que dice amarte, te deja en un lugar totalmente desconocido, solo, con una mochila y una maleta!... es casi como decir 'vete de mi vida' de manera indirecta.

Estaba dispuesto a regresar a la ciudad, a pie, si era necesario; pero fue cuando una voz hablo por medio de un micrófono, saludando a todo mundo. De alguna manera, llamó mi atención y volteé para observar quién era la persona hablando al público

-¡Bienvenidos sean todos ustedes campistas! Me complace anunciarles que vamos a dar inicio al campamento ¡¡Rain Forest!!-. 

Campamento "Rain Forest" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora