Campamento "Rain Forest"

Capítulo 5. Amelia... ¿qué me estás haciendo?

-¿Amelia?- dije con voz de sorpresa, aunque cuidando que no sea muy brusca tampoco, no quería despertar a nadie. Por otro lado, Amelia regresó a verme con sorpresa de igual manera, y rápidamente me hizo una seña para que haga silencia, a lo que yo solo asentí mientras me acercaba a donde se encontraba

-¿Qué haces despierta a estas horas?- pregunté en lo que me sentaba a su lado

-Solo admiraba la vista en un punto no tan mañanero; además, me gustaría ver el amanecer- me dijo en un susurro casi inaudible. Solo pude observarla; a pesar de que se trataba de las 4 am, ella seguía viéndose radiante, con su cabello, su figura, su aspecto, su atuendo; todo en ella se veía espectacular

-¿Y tú? ¿Cómo por qué te encuentras despierto a estas horas?- pregunto con voz inocente, tanto, que me daban ganas de acercarme y besarla, pero si algo tengo de experiencia en el mundo, es que debes ser paciente con una chica, tratarla lo mejor posible, y ver si corresponde tu afecto

-Yo... no pude dormir muy bien que digamos- pensé en contarle sobre el sueño; pero tuve la percepción de que si a mí me había causado pavor el ver gente muerta, cómo debería sentirse una de esas personas a las que mataron. Sé que se trata de una pesadilla que no tiene lógica en nada, pero de todas formas, no debe ser muy conveniente conocer a una persona y platicare que soñaste con ella, y peor si en tu sueño moría.

Cuando le contesté, ella me quedo viendo, de la misma forma que yo la miré desde unos segundos atrás, e identifique una emoción en su interior; aunque esta era diferente, completamente distinta a todas las que mostró desde que nos conocimos, incluso de las que le dedicó a Zach. Me dejó perplejo, sin idea de que decir, aunque en mi trance, ella se encontraba diciéndome algo

-¿Una pesadilla?- escuché al fin saliendo de mi parálisis mental

-Emmm sí, eso fue-

-Mmmm... en todo caso, solo fue un sueño- me dijo dedicándome una sonrisa, a la que sin duda correspondí con otra.

Comenzamos hablar de muchas cosas sentados en aquel risco, desde nuestras vidas, hasta nuestros más profundos anhelos. Fue sin duda maravilloso, tanto que nos quedamos hasta ver el amanecer. En ello también divisamos uno que otro compañero de grupo despierto, por lo que decidimos regresar a dormir una hora u hora y media, el tiempo hasta que los demás estuvieran de pie también. Regresamos cada quien a su carpa, despidiéndonos el uno del otro y haciendo bromas con que hablaríamos el día de "mañana".

Al entrar en mi carpa, solo pude pensar en lo perfectos que eran los encuentros con ella. Esos momentos valían oro para mí, y no quería perderlos por culpa de Zach. Sé que apenas la conozco, pero como dicen algunas personas, "no es el tiempo que compartes; sino el vínculo que mantienes con esa persona"

-Amelia... ¿qué me estás haciendo?-

Eran las 8:30 apenas, cuando Lisbeth empezó a gritar afuera de mi carpa de manera molestosa, pidiéndome que saliera rápidamente, pues Richard nos quería a todos reunidos de manera urgente. Por lo que, me cambie de ropa de prisa y luego salí al apuro.

Al salir, pude ver que todos se encontraban en un semicírculo como la última vez que nos reunimos, con Richard al frente de todos, exactamente a unos centímetro del filo del risco, justo donde Amelia y yo vimos el amanecer. Me acerqué apresuradamente a un costado del semicírculo, y Richard comenzó hablar

-Ya están todos ¿no? Bien. A ver muchachos, les tengo que expresar lo siguiente. Al momento en que decidimos venir aquí, hemos creado nuestro propio campamento. ¿Cómo es eso posible? Se preguntarán, déjenme les explico.

Muchos de ustedes ya deben saber que el campamento, además de que busca que se conozcan entre ustedes, busca la interacción entre los distintos grupos que lo conforman, esto por medio de juegos y dinámicas; por último, al final del campamento el grupo con más juegos ganados, se lleva alguna clase de premio.

Bien, nosotros al no quedarnos en la pocilga que nos establecieron, y salirnos de su radar, a un punto al que ellos no conocen, creamos nuestra propia excursión, nuestro campamento "Rain Forest"- pese al buen comentario que parecía haber improvisado, casi todo el grupo comenzó a quejarse de ello

-¡Tranquilos! Miren, sé que les dije que "en tanto les informe que se encuentren bien, no habrá problema" con el campamento, ¡pero de no haberles dicho, no hubieran venido a este sitio increíblemente maravilloso!- dijo mientras con su brazo señalaba todo el panorama atrás de él- ¡Así que escúchenme! Ustedes ya tienen 18 años, algunos incluso tendrán más; por lo que, pienso yo, que ya pueden empezar a valerse por sí mismos, sin órdenes o juegos ridículos.

Pero de todas formas, haremos lo siguiente, hoy voy a por comida a la carretera, ya que tengo un socio que me colabora con estas cosas, y me brindará comida para lo que queda de la semana, necesito que alguien me acompañe para traer todos los alimentos. Además de eso, por la cara de algunos puedo notar que no quieren estar aquí, y no les pienso obligar a nada. Así que, los que quieran irse, les pasaré dejando por la carretera, exactamente donde se encuentra la cabaña de recepción, al inicio del bosque-

Apenas terminó de decir eso, y tres chicas con un chico fueron a desarmar sus carpas de inmediato, pero en eso Lisbeth también comenzó a caminar hacia su carpa con intención de irse como los demás. No la iba dejar, por lo que corrí hasta ponerme justo en frente de ella y le dije

-¿En serio? ¿Te irás así no más?-

-Sí, ese señor ya nos ha mentido una vez, no quiero volver a caer en otra treta estúpida- dijo rodeándome, se notaba que quería irse y estaba determinada hacerlo

-No lo hagas, podemos hacer cosas mejores aquí; como investigar, explorar, juegos-

-¡Pero no me siento segura aquí!- exclamó mientras volteaba su mirada hacia mí- ¿No lo entiendes tú? Él no es de fiar- comentó mientras señalaba a Richard, quien se estaba alistando con una mochila para salir por el alimento. Solo pude regresar a verla, se encontraba enojada por la mentira, y asustada por la situación, no quería verla así

-Quédate... por favor. Yo lo hice cuando pude irme de este lugar, y he conocido a buenas y grandes personas en lo que va del trayecto- quería convencerla de quedarse. Entonces tomé su mano entre las mías, y al hacerlo, pude notar como el rubor llegaba a sus mejillas y abría de par en par sus ojos- Te prometo que si no resulta, yo mismo le pediré a Richard que nos lleve a la cabaña, ¿hecho?-

Y a pesar de tardar un momento en responder, ella por fin contesto, brindándome una sonrisa además

-Hecho-.