Capítulo 9. ¿Qué le gusto?

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-Emma está...- estaba a punto de confesar Richard cuando se adelantó la chica que iba a su lado, aquella que parecía llevarse tan bien con ella

-Está pérdida- tajante y sin emoción alguna hablo, pero lo importante fue la reacción de todos al escuchar ello, incluyéndome

-¿¡Cómo que se perdió!?- preguntó alterada la muchacha que pidió saber de ella al principio

-Sí... se perdió en una especie de cueva con pasajes extraños que no conducen a ningún lugar- dijo Richard con algo de tristeza en su voz, como si le importara la situación; aunque, es obvio que le importe ¿no?

-Pero si solo se fueron a ver la comida- pronunció el único chico que no conocía en aquel sitio, sin contar al que se fue, claro está

-¡Hay que buscarla!- comenzaron a exclamar varias personas alrededor, dejando a Richard sin posibilidad de decir algo, mientras a su lado aún se encontraba esa joven con cabello churon castaño, viendo a la nada, sin alguna emoción aparente, sin que le importase el bullicio que se estaba armando

-¡¡Ey!!- dijo por fin Richard- ¡Sé que todos están alarmados por las noticias! Pero déjenme explicarles las cosas y luego discutiremos todo, aparte mueren de hambre, así que déjenme hacer la comida por menos- dicho eso, tomó las fundas del suelo, que sin darme cuenta botó, o quizás se las quisieron quitar.

Pasó un rato de lo que Richard estaba cocinando... o algo así, pues solo vi puros snack, aunque no alcancé a ver todo el contenido de todas las fundas que llevaban. Yo me encontraba en mi carpa, sin hacer mucho más que estar acostado, mirando hacia arriba, pensando en todo lo acontecido, y estaba comenzando a creer que hubiera sido mejor idea irme a mi casa en cuanto pude, y eso que no solo tuve una oportunidad, y ambas las desperdicié. "Talvez Lis haya tenido razón desde un principio" pensaba en mi cabeza una y otra vez, y aunque me pasaron cosas buenas, como Amelia, Lisbeth, Martín, el risco; no me había tomado el tiempo, o siquiera le había prestado atención a la verdadera realidad, la cual consiste en que seguimos a un señor, que posiblemente ni trabaja con el campamento, por un bosque que no conocemos, a un lugar que nadie sabe, y ni siquiera tenemos comida; definitivamente fue una mala idea.

Me levanté y salí de mi carpa, estaba dispuesto a buscar a Lisbeth y decirle que era lo mejor irnos todos, o al menos los que queramos.

Comencé por buscarla en su carpa, pero justo al llegar a su entrada, escuché gritos de una voz femenina en la carpa de Amelia, que quedaba cerca, casi al lado. Me asusté un poco pensando que podía estar pasando algo malo, pero en lo que me acercaba a esa carpa, escuchaba más de una voz, dos para ser exactos, y ambas eran voces agudas, femeninas, de personas que conocía. Sigilosamente me acerqué para escuchar con claridad lo que decían, pues tal parecía por el tono de voz, se encontraban discutiendo de una manera poco fuerte, aunque no mucho para oírla en todo el campamento

-¡Tenemos que irnos, entiende de una vez!- se encontraba diciendo... Lisbeth. Parecía que ambas chicas se encontraban hablando de lo que pasó con aquella Emma

-¡Pero si no pasa nada malo! Mucha gente se pierde en los bosques y los encuentran- contestó Amelia

-¿¡Cómo que nada malo!? ¿¡Cómo que los encuentran!? ¡Se realista Amelia, perderse no es bueno, y nos pasará en tanto sigamos aquí con ese señor!-

-¡No juzgues a Richard sin conocerlo! ¡Tú ni siquiera sabes quién es y ya lo tomas por asesino!-

-¡No digo que sea asesino ni nada de esas cosas! ¡Digo que es irresponsable y un quemimportista!-

-¿¡Cómo va a ser un irresponsable!? Él nos ha traído a un lugar espectacular y maravilloso, y ¡tú lo insultas de esa manera Lisbeth!-

-Mierda Amelia ¡Perdió a una chica!-

-¡No fue su culpa!-

-¡Claro que sí! ¡Se encontraba a cargo de todos nosotros!-

-¡Has lo que quieras! Yo me quedaré aquí con Zach, quien sí me apoya y me comprende, todo lo que tú no haces-

-¿¡Te vas a quedar por un muchacho!? ¡De veras que eres necia!-

-¡Tú ni siquiera me digas nada, que te has quedado en este lugar solo por James!-

Y fue con esas palabras que se me detuvo el corazón. ¿Le gusto a Lisbeth? No lo creo, solo debió ser un comentario hecho por Amelia para ganar la discusión... ¿no? Pues no. Apenas dijo eso Amelia, todo se volvió silencio por un pequeño momento, unos segundos siquiera, y luego, escuché el cierre de la entrada. Rápidamente me escabullí hasta esconderme detrás de un arbusto que encontré afortunadamente detrás de la carpa de Amelia, consiguiendo que no me delatara la luz exponiendo mi sombra. Todavía me cuestiono, cómo no me vieron si me encontraba al lado de la carpa.

Lisbeth salió dando pasos largos y con expresión enojada, demasiado creo yo, o simplemente fue mi primera impresión de verla enojada por primera vez. No importa. Logré verla caminar hasta su carpa y encerrarse en ella. Yo por otro lado me encontraba demasiado confundido, no sabiendo si emocionarme o entristecerme, pues también escuché lo que Amelia decía que se quedaría por Zach, y eso me puso mal, pues creí lo hacía porque ella así lo quería, pero la verdad es otra.

No sabía qué hacer, la idea de irle a comentar a Lisbeth algo no me parecía muy buena por su ánimo en ese instante, mientras que Amelia tampoco llevaba el mejor humor para hablar en todo caso. El nombre de Martín me llegó a la mente; pensé en ir a darle mi idea de irnos o algo por el estilo, talvez incluso solo hablar, pero ni bien di diez pasos pasando la carpa de Amelia, escuché a Richard llamarnos a todos para comer.

Como siempre, formamos un semicírculo, y Richard, junto a algunos chicos al parecer, hicieron una especie de papas con salchicha y unos cuantos snack en platos medianos y algo de gaseosa, y mientras comenzábamos a comer, Richard se sentó a la cabecera, por decirlo así, y comenzó a decir

-Bueno, ya que estamos todos, les diré que sucedió...-

Empezó a platicarnos desde que se pusieron a caminar con los chicos que iban a la cabaña, Emma y Marguie, quien era la chica churona que regresó con él. Dejó a Emma y Marguie esperando en un pequeño monte que tenía una entrada de cueva, y que después de pasar dejando aquellos chicos cabañeros, retornó al lugar donde dejó a las chicas. Sorpresivamente, no las encontró al regresar, y comenzó a llamar sus nombres, hasta que pensó que se habrían regresado al campamento por el aburrimiento, por lo que fue a ver el alimento solo. Al estar de regreso, pudo ver a Marguie salir por la entrada de la pequeña cueva, asustada; pasó a preguntar por Emma, y Marguie le explicó lo que había sucedido.

Fue entonces cuando guardó silencio y regresó a ver a Marguie, quien ya estaba lista para relatar su parte de la historia. Y fue como empezó a decirnos que aquella "cuevita" era en realidad una gran cueva que se encontraba profundamente debajo del monte aquel, y que en ella todo era liso, parecía recién tallada, y tenía más pasajes, y una mesa de piedra con un pentagrama sobre ella. Emma y ella estaban asombradas y curioseando todo, hasta que confesó que al ver el pentagrama se asustó y quiso salir, pero Emma no quería y pasó a investigar los otros caminos que tenía aquella caverna extraña. Le pidió mantener la luz de su celular sobre ella, y en tanto se asustó, desvió la luz y Emma desapareció sin más. Buscándola, dijo que se encontró con algo no humano, algo que; al describirlo, me recordó a mi sueño. Dijo que vio un espectro.

Campamento "Rain Forest" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora