Capítulo 12. "Zach... idiota"

21 1 0
                                    

Luego de escuchar esa afirmación nos volteamos todos en busca de la chica que aseguraba conocer el camino, y literalmente, se encontraba detrás de todos nosotros. Esta chica era de pelo negro azabache, piel blanca bronceada, era una chica pequeña. Estaba algo robusta y parecía tímida.

-¿Tú?- pregunto Zach despectivamente

-¿Acaso no cumple con tus expectativas?- pregunté mientras me cruzaba de brazos, enfadado. Sabía que era un completo idiota, y sorpresivamente lo demostraba al estar asustado

-Pues no recuerdo que prestara atención al camino- contestó con el mismo tono en el que le pregunte; un tono fuerte

-Al menos ella intenta ayudar, imbécil-

-¡Ya basta!- exclamo Lis, colocándose en medio de ambos- Lo mejor que podemos hacer ahora, es pensar en cómo vamos a resolver este problema. Pero si algo es seguro, es que no es por medio de la violencia-

-Pues más vale que mantengas quieto a ese. Desde que estoy con ustedes solo ha querido golpearme- se excusó Zach ante Lis, de veras que no faltaba mucho para que me lanzara sobre él

-¿Y a qué crees que se debe?- pregunté mientras separaba mis brazos y los bajaba a continuación, estaba perdiendo la paciencia

-¿¡Ves lo que te digo Lisbeth!? ¡No me extraña que Martín se fuera!-

Esa fue la gota que derramó el vaso. No aguanté más y me lancé contra él y lo derribé al suelo. La ira me consumía, dejando mi mente centrado en una sola cosa, romperle la cara al idiota. Una vez en el suelo, le encajé un puñetazo en la mandíbula, que seguramente lo hubiera tumbado de haber seguido en pie. Lisbeth y los demás chicos corrieron inmediato a quitarme de encima de Zach, quien también estaba furioso por el golpe recibido, aunque bien merecido

-¡¡Suéltame!! ¡¡Se burló de la desaparición de Martín!!- gritaba a Lisbeth mientras me arrastraba haca atrás, separándome de Zach

-¡Ya tranquilízate James!- me decía por otro lado Amelia, mientras aguantaba junto a Lisbeth mi forcejeo, curiosamente no me había dado cuenta que la estaba ayudando hasta que hablo.

Me llevaron con esfuerzo hasta mi carpa, y al llegar, no se les ocurrió una mejor forma de obligarme a entrar, que lanzándome hacia dentro

-¡Quédate aquí hasta que decidamos que hacer! ¿¡Puedes!?- dijo Lisbeth y salió enseguida. Amelia por su lado, decidió verme con ojos de dolor, e irse después de ello. Yo solo pude sentarme y fijar mi vista en la nada, pensando en todo lo que se me venía a la mente, sin creer que toda esta loca situación estuviese ocurriendo.

Pasaron unos minutos hasta que regreso Lis, aunque esta vez de lo hizo con un aire de tranquilidad; era más que obvio que las cosas se habían calmado, la verdadera duda era si llegaron alguna idea para ver que se hacía con todo lo acontecido

-Espero ya te encuentres más calmado- dijo ella con un aire de tensión

-Sí Lis, estoy más tranquilo. Por cierto, discúlpame por portarme como un verdadero tonto- dije de lo más apenado, pues no soportaba la idea de saber que ella me vio comportarme como un animal, y peor aún, el tener que controlarme. No sabía el porqué de ese sentimiento, pero se sentía terrible, como vergüenza

-Pues disculpa aceptada- dijo aliviándose de esa tensión que trajo consigo, y seguido sonrió y se sentó junto a mí, eso despertó en mi alguna especie de satisfacción, sabiendo que no había perdido mi amistad con ella

-Y ¿qué pasó? ¿Zach se encuentra bien?- por más que me pareciera un idiota, era una persona asustada, como todos en ese pequeño campamento dejado a su suerte. Lis también se sorprendió por mi segunda pregunta

-Es extraño que preguntes por él tan rápido, pues hasta lo que sé, le golpeaste fuerte la cara; pero sí, está bien-

Sin darme cuenta, había puesto su mano derecha sobre mi hombro, sobándolo inconscientemente creo yo, pues también miraba al frente, específicamente a la nada, pensando en algo

-En cuanto a qué decidimos, pues quedamos en esperar hasta dos horas, para ver si llegan a regresar, lo que yo dudo mucho. Después de ese tiempo, en el caso del que no regresen, dejaremos una nota en sus carpas, y nosotros caminaremos hasta la cabaña para llamar a la policía-

-¡Es grandioso! Quien haya ideado el plan es un genio-

-Una y muchas gracias, yo lo hice jaja-

-Ouh, eres una genio entonces- sonreí ante esa declaración a lo que ella solo rio y me miro otra vez. Por extraño que parezca, nunca noté que el color de sus ojos era de un café claro, pero claro en toda su definición, pues con luz parecía llegar a tomar una tonalidad de verde muy claro. Esos ojos me hipnotizaron, tanto así que no me di cuenta que me había acercado mucho a su rostro

-James yo...- comenzó ella, con un susurro, pero decidí no dejarla seguir y decirle lo que sabía, pues no planeaba guardarle secretos

-Lo sé...- me aparté hasta quedar a una distancia a la que todo fuera menos sencillo y proseguí- sé que te gusto-

-¿En-enserio?- su rostro lo aseguraba, estaba muy sorprendida, no tenía ni idea de que hacer, o que otra cosa decir, y si fuera mi caso, estaría igual de asombrado

-Sí, pero no es porque me haya dado cuenta... creo es algo un poco más serio que eso-

-Y ¿por qué fue entonces?-

-Bien, te diré-

Y así fue como me di el lujo de contarle lo que pasó la noche anterior, desde la parte en que me dispuse a buscarla para darle la razón, cuando escuché gritos en la carpa de Amelia, y cuando también escuché por parte de Amelia que yo le gustaba. Su mirada en todo momento fue de asombro, incluso pareció que no pestaño una sola vez. Al terminar, no podía verme al rostro, por alguna extraña razón que yo desconocía

-Debe ser incómodo saber que una amiga tuya gusta de ti ¿no?-

-Pues, no sería la primera vez que me pasa...-

-De todos modos debe ser incómodo. Disculpa, yo no puedo controlar mis sentimientos hacia los demás... solo, nacen-

-Y es por eso mismo que no debes disculparte.- le dije, y en ello me acerqué y tomé sus manos entre las mías- Eres una chica de maravillas, inteligente, bonita y en la que más confío probablemente-

-Si de veras piensas eso, entonces respóndeme una cosa. ¿Serías mi novio?-.  

Campamento "Rain Forest" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora