Capítulo 7. ¿Qué es este lugar?

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Los minutos pasaban, y no había ningún indicio siquiera de que Richard regresara.

Tanto Marguie como Emma se quedaron sin temas de conversación, ya con ansias de que Richard regresara y les condujera de una vez por todas, al alimento que tanto querían y necesitaban, puesto que no se habían percatado de la hora, la cual marcaba ya las 12 del día, ¡ni siquiera habían desayunado!, y estaban comenzando a sentir hambre enserio.

Muy probablemente este par de amigas tenía la costumbre de dormir al salir el amanecer y despertarse recién para la hora del almuerzo. Eso explicaría el por qué ni habían sentido que era la hora del almuerzo

-Estoy harta de esperar- estalló Emma en un momento- y lo peor es que no podemos ir nosotras a ver el alimento porque ni sabemos dónde estamos- obviamente comenzaba a cansarse, no exactamente por comer, aunque si en parte por ello; más bien se trataba de haber quedada abandonada en pleno bosque

-Mejor le hubiéramos acompañado, o por lo menos preguntado cuánto se demoraría- le siguió el juego Marguie, quien se encontraba caminando de un lado a otro, sin saber qué hacer.

Por extraña razón, que por mera casualidad no paso antes, Emma regresó por fin su vista dentro de la cueva-monte que tenía justo detrás de ella, y con tanto aburrimiento... pensó en ¿por qué no?

-¿Y si entramos?- le pregunto de repente a Marguie, quien dejó de caminar y se enfocó en el interior, mostrando una cara que, era de suponer, denotaba incertidumbre

-Si te soy sincera, parece más un pozo muy profundo que una simple cueva-

-¡Ay vamos! No hay nada mejor que hacer, literalmente-

Seguramente fue el aburrimiento que tenía a Marguie tan harta, que no volvió a negarse y tan solo asintió con la cabeza para que ambas chicas comenzaran a caminar adentro de esa pequeña abertura que proponía esa "cuevita".

Al entrar, no se podía ver nada más que la abertura por la que pasaron, aunque esa oscuridad no duró mucho tiempo, pues Emma ingeniosamente, sacó el celular de su bolsillo y encendió la linterna. No iluminaba mucho como hubieran esperado, pero fue suficiente para ver delante el pequeño y angosto camino que las transportaba a lo más profundo de la cueva, la que cada menos parecía una pequeña cueva.

El camino era inclinado, aunque no demasiado para que aquellas amigas fueran estables descendiendo poco a poco, aparte, iban lento por el hecho de no quererse topar con algún bicho grande que las asustara. Pero quitando todo esto, llegaron al fondo del estrecho túnel, y al final, ambas dijeron en sincronía "wooow" al observar con detenimiento lo que ellas creían era una pequeña cueva.

La oscuridad no les permitía ver en total la inmensidad del lugar, pero con la luz emitida por el celular de Emma, podían admirar que estaban en un sitio bastante grande de alto, y también de ancho. Se trataba de esas cuevas que tienen entradas pequeñas y profundidades gigantescas, donde tranquilamente podrían estar cien personas, y aun así sobraría espacio.

Las chicas no dejaban de ver a su alrededor las paredes que eran roca lisa, y el techo como también era del mismo modelos que las paredes. Lo único irregular en aquella cueva era sin duda una mesa de pierda que se situaba al fondo

-Parece una cueva minada hace mucho tiempo- dijo Marguie asombrada todavía por el lugar. Emma no dijo nada, pues estaba enfocada en aquella mesa que se encontraba al final, pues logró notar algo raro encima de ella. A medida que se fue acercando, con Marguie detrás viendo para arriba y los lados todavía, comenzó a observar con mejor manera; en parte gracias a la luz, y descubrió que la mesa tenía tallada en su centro un pentagrama, y de sus puntas salían líneas que llevaban a la parte baja de la mesa, hasta llegar a tocar el suelo, y luego formar un círculo alrededor de esta.

Ninguna de las chicas se sentía cómoda con lo satánico, y menos en un lugar así, por lo que Marguie, quien se encontraba asombrada yacía un momento, se aterró en sobremanera

-Vámonos ya de aquí por favor-

-Tenme esto- le respondió Emma entregándole el celular, sin siquiera haber hecho caso al pedido de su amiga, pues llegó a notar otras cosas.

Al final de la misma cueva, en plena pared de al fondo se encontraban en las esquinas unas entradas, no muy grandes, aunque lo suficientes para dejar entrar a un hombre alto si se jorobaba. Parecían ser pasadizos iguales o más largos que el de la entrada, y Emma estaba dispuesta averiguar su profundidad.

Comenzó a caminar lentamente, pero rápidamente Marguie la tomó por el brazo

-¿Qué estás haciendo?-

-Solo quiero ver a donde llevan esos pasadizos y ya-

-Ya hemos visto suficiente, ahora vámonos-

-No me demoro mucho, solo voy a ver-

Se soltó bruscamente del agarre de su amiga y continuó caminando. Marguie sabía que no podía dejarla ahí sola, pues sería cobarde y de muy mala recepción por parte de su amiga, por lo que solo pudo seguir iluminando tenuemente el camino para su amiga, pues ella ya no planeaba moverse de donde se encontraba.

De la nada, un sonido se escuchó por parte del otro pasadizo, alertando a Marguie, provocando que se asuste y girara para ver si se trataba de algo extraño merodeando o alguna especie de vagabundo. Lastimosamente se llevó la luz de la linterna al voltear, y talvez de no haberlo hecho, nada hubiera pasado

-¡Emma! ¡Ya vámonos!... ¡¿Emma!?- solo regreso sobre su eje para admirar como su amiga ya no se encontraba con ella, había, de algún extraño modo, desaparecido.

Como era de esperarse, Marguie se puso a llamar el nombre de su amiga, su mejor amiga, quien no contestaba, y esto la preocupaba, a tal grado de angustiarse mucho. Buscando con su vista al fondo de ambos pasillos, se topó con algo que no esperaba. Al alumbrar el segundo pasadizo, al final de este, se encontraba una figura negra, humanoide, parecía una sombra, pero no era una, pues la luz le demostraba que no se movía, por más que ella si moviese la luz, y lo que casi hace que se desmaye, fue la levitación de lo que haya sido esa cosa que, y se acercara a ella sin siquiera mover las piernas que parecía tener.

Marguie no aguantó y salió corriendo lo más rápido que le dieron las piernas al túnel por el que habían bajado, subiendo lo más rápido que le daban brazos y piernas para sujetarse, todo mientras gritaba por su vida. Y logró salir a la luz de la tarde, que podían estar indicando las 2 pm.

Cuando salió, pudo ver a Richard acercarse a ella con varias fundas de supermercado en sus manos

-¡Marguie! ¿¡Qué pasó!? Creí que Emma y tú regresaron al campamento por mi demora, ¿por qué estás tan exaltada?-

-¡¡Emma se perdió allá abajo!! ¡¡Hay una cosa extraña!!-

-¿Qué Emma qué?- dijo Richard ignorando lo demás

-¡¡Entramos en esa cueva para ver y Emma desapareció!!-

-Ok tranquila, vamos a entrar a ver qué pasó. Mientras me dirás por qué se metieron y no esperaron como les pedí-

Y sin más, Richard soltó las fundas, y aun con Marguie muerta de miedo; casi hasta el punto de llorar, entraron a la caverna. 

Campamento "Rain Forest" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora