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—¿Cuándo volverán? —preguntó Carl, preocupado, ya que su padre junto a Daryl, Michonne y saldrían a rescatar a Maggie y Glenn de las manos de un tal "Gobernador".
—Si ocurre algo antes de que volvamos... —
—Estaremos bien. —se apresuró a decir. Rick se inclinó y lo tomó por los hombros para mirarlo directamente.
—Si ocurre algo, encierra a todos en las celdas. Mantenlos a salvo. —le pidió, mirándole fijamente.
—Lo haré. —asintió seguro.
—Lo sé. Sé que lo harás. Cuida a tu hermana, ¿si? —
—Daryl la llama "Pequeña Patea Traseros".—comentó a lo que su padre volteó y luego rió levemente.
—¿"Pequeña Patea Traseros"? —volvió a reir—¿No me digas? —
—¿Qué nombre podíamos ponerle de verdad? — preguntó recargándose sobre una columna de concreto. Rick volvió a acercarse.
—¿Cuál nombre te gusta? —
—¿Recuerdas a mi maestra de tercer grado, la señorita Mueller? —
Una sonrisa de emoción pura se plantó en el rostro del sheriff.
—Por su puesto. —
Maldijo a Lori para sus adentros esperando de pie ante el Colegio donde estudiaba su hijo.
"Club de lectura" Se repitió en su mente, bufando. No le parecía mal que su esposa tuviera una actividad para entretenerse, pero realmente estaba cansado de tanto trabajar.
La noche anterior había tenido una persecución persiguiendo a tres ladrones y logró capturar a dos de ellos, mientras que el tercero, escapó. Había ido tan lejos con el coche que todo el camino de vuelta se trató de oir parlotear a los idiotas en los asientos de atrás. Su cabeza simplemente estaba destruida y su cuerpo, sumamente cansado.
Oyó el timbre del Colegio sonando como loco, anunciando el fin de las clases ese día. La plaza frente a la que estaba situada la institución se llenó de niños corriendo a los brazos de sus padres, una vez fueron liberados.
Aquello había menguado el dolor de cabeza de Rick cuando una pequeña y cansada sonrisa se asomó en sus labios; sin embargo,se preocupó, pues mientras que los niños salían y salían, Carl no aparecía dentro de su campo visual.
