Narra Emma.....
Por uno corto tiempo no hemos visto a los chicos. No sé, si es porque se esconden muy bien o están esperando que pisemos su trampa. De cualquier forma, todo es válido, no hay tiempo límite solo diversión.
−Esta vez los chicos quieren ganar. – manifestó mamá.
−Tal vez... no quieren terminar con la diversión. −opine, mientras estaba atenta a sus espaldas −. ¿Dónde quedo papá?
−Tuvo una reunión.
−¿Te quedaras después?
−No, tengo asuntos en el hospital.
¡Ah! Mamá siempre tenía asuntos en el hospital, si fuera por ella el hospital sería su primer hogar, su familia y su vida. No la odiaba por ello, la admiraba por ello. No sé cómo pudo ajustarse a una vida hogareña y una laboral sin desajustarse en ninguna de las dos.
Siempre recta.
Correcta.
Directa.
Términos perfectos para la señora White.
−Conoces a la señora Rachel. – pregunte sin rodeos.
Mamá no respondió, en vez de ello me hace una señal para que no me mueva.
−Escucho que alguien se acerca, – ella se apegó completamente a la pared, movió su cabeza para ver si alguien se acercaba por la otra esquina. Rayos, sí que sabe hacerme poner los nervios de punta −... aprieta tu gatillo...puede ser que ...¡Cuidado Emma!
Ese momento fue tan rápido que solo sentí el empuje de mamá para llevarme a la otra esquina, en ese trance vi que William, fue quien disparo. Con el arma en mano dispare directo a su pecho, pero que buenos reflejos tenía el muchachito, se agacho y esa bala fue directo al despistado del alemán que se asomó sin siquiera leer los movimientos de William.
Que damos empate, ambas nos pusimos en modo alerta, más consientes, más despiertas. Mi tía empezó hablar por el radio.
La estática es lo que suena primero luego la voz de ella, diciendo:
−William, se acerca por la parte de atrás y ... −se detuvo un momento como si estuviera leyendo los posibles movimientos del enemigo −...¡Aléjense de ahí, una boba llegara a ustedes!
No sé cuántos segundos se tardó en decir esa advertencia, pero para mamá fueron tan largos que se dio el lujo de dejar otra bomba.
Por cierto, hay dos tipos de bombas que utiliza la familia White. La común, que todos llaman granada y la programa, que una especia de temporizador. Las llamamos bombas a cualquiera de las dos, ni siquiera nos importaba el nombre, sólo su funcionamiento.
La bomba explota segundos después, con suerte no nos mancha. Los pasos de ambos se empezaron a escuchar. Probablemente pensaron que nos tomó por desprevenidas, pero no, estábamos vivitas y coleando, esperando el boom de nosotras.
Y, ¿qué si se escuchó bien lo que sucedió después? Pues claro que sí, el tiempo de la bomba llego a su límite y...
¡KABOOM!
−¿Cómo te hiciste de pintura, William? – preguntó el alemán aguantándose de la risa. Claro, típico de William, adelantar los hechos.
−Dejaron una bomba. ¡MALDICIÓN!
Se me hacía gracioso, porque podía escuchar gruñidos que lanzaba, eso en mi parte por el lado de mamá, bueno, digamos que estaba "feliz".
Ah, como deseaba ver la cara manchada de mi hermanito.
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Matrimonio Predestinado
Romance¿Cómo reaccionarías si tus padres te dijeran que a los 26 años tienes que casarte con una persona que no has conocido? ¿Aceptarías? ¿Huirías? ó ¿Tratarías de conocerlo? *** Un pacto entre buenos amigos que habían iniciado su emprendimiento en el ca...