Dos horas de trabajo con otros desconocidos tuvo su éxito. Lo admito, son grandes ayudantes.
Ver de nuevo vendas, agujas, bisturís, máquinas de oxígeno y escuchar ese terrible sonido de los signos vitales al que todos tienen miedo de que deje de sonar entre otras, hace que recuerde el periodo de residencia.
–Buen trabajo señores, son un gran equipo. Iré con la familia a darles las buenas nuevas.
Al salir veo a los familiares, me acerqué y les di la buena noticia. La primera en preguntar fue su novia.
–La operación fue un éxito. – dije y ello sonrieron, incluso una señora que estaba rezando se puso de pie y comenzó a llorar, supongo que es la madre del muchacho. En momentos como este, hasta los más ateos suplican a alguien y ...
–Gracias, enserio muchas graci... – algo dijo después de ese gracias que no escuche. Estaba tan desconcertada porque empecé a ver algo que no debía ver.
–¿Taylor?
–Buen trabajo, salvaste una vida. – me ovacionó con su voz suave, varonil y cariñosa.
–Claro. –respondí entre una risilla.
–Vamos.
Como doctora, apegada a la ciencia y como hija de un hotelero, en donde tengo conocimientos de negocios; sabía que en ninguno de esos dos mundos existen los milagros y en ninguno de ellos los muertos regresan a la vida. Ciencia y dinero no son la fórmula de la resurrección, no que yo sepa.
–El entrar de nuevo al hospital, el estar en un quirófano con los utensilios adecuados, la presión sobre mí, el sonido de las maquinas, el cuerpo de ese joven y yo con las manos dentro de él... creo que todo eso me agoto. – susurré y en mis labios se dibujó una línea curva.
–¿Qué dices? ...
–No. – respondí –. No he vuelto a tener estas alucinaciones desde que volví a la universidad y ahora... – paré un momento y apreté mis dientes lo más fuerte que pude, entrecerré mis ojos y continué –, no estoy dispuesta a volver a esos tiempos, Taylor.
Qué curioso que es el cerebro. ¿Verdad? En momentos te ataca una ilusión que parece tan real. Llámenlo trance y no es porqué estoy loca; es por lo que paso en esta tarde.
Es como cuando los escritores están viendo algo o haciendo algo y sin previo aviso llega una idea, que te hace profundizarla y cuando la explotas lo suficiente, nace una historia. ¿Por qué creen que los escritores siempre están pensando al igual que los doctores? Siempre nos hallamos en una encrucijada; pensamos y vemos. Volvemos a ver y a pensar hasta que llega la idea y es ahí cuando se nos ilumina el mundo.
–Em...
–Señorita ... ¡Hey! Señorita... – ¿cuántas veces me habrá llamado? No sé, pero me saco de ese trance.
–Lo siento, que me estabas diciendo.
–Ambas familias le agradecemos por lo que hizo, si no fuera por usted, él tal vez no...
–No digas eso – la interrumpí –, enfócate en el aquí y en el ahora. – se lo dije mientras sujetaba sus hombros y me di cuenta de que yo era más alta que ella. Parecía una doctora muy mayor con años de experiencia –. Si me disculpan, tengo que irme. Suerte en su futuro.
Salí por la puerta trasera, directo al estacionamiento. Tenía suerte o era el destino, pero no había mucha luz y para colmo un poste estaba titilando. Oh, sí. ¿Cuándo aparecerá Jack el destripador? Lo bueno era que estaba a unos pasos del hospital así que, si viene este cuerpito va a seguir viviendo.
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Matrimonio Predestinado
Romantizm¿Cómo reaccionarías si tus padres te dijeran que a los 26 años tienes que casarte con una persona que no has conocido? ¿Aceptarías? ¿Huirías? ó ¿Tratarías de conocerlo? *** Un pacto entre buenos amigos que habían iniciado su emprendimiento en el ca...