Narra Mati:
Me despierto debido a la luz que se cuela por la ventana, el olor a café se hace presente en el ambiente, y ahí es cuando noto que Rod no está a mi lado, me siento y desperezó tranquilamente, la cabeza me pesa un poco pero no le doy más importancia, me levanto y bajo hasta la cocina.
Me apoyo un momento en el marco de la puerta y observo a Rod preparando el café, aún no nota mi presencia, le escucho tararear algo de Artic Monkeys, me acerco hasta el y le abrazo apoyando mi mejilla en su espalda, segundos después noto como acaricia mis manos, se da la vuelta dejándome verlo de frente, me da un sonoro beso en la mejilla para después abrazarme apoyando sus brazos en mi cintura.
Rod: Buen día, estás mejor?
Mati: Gracias a vos si
Hasta para mí sorpresa, esta vez soy yo el que se acerca para depositar un beso en sus labios, se separa con una hermosa sonrisa para después dirigirse al armario y agarrar dos tazas.
Yo mientras me siento y lo primero que observo son mis brazos, noto los cortes y cicatrices, desde los más profundos a los más superficiales, todos con un único propósito, el desahogo.
El ruido de las tazas sobre la mesa me hace volver a la realidad, Rod apoya un plato con varias galletas, comenzamos a desayunar en una corta pero agradable conversación, escuchar a Rod hace que me olvide lo malo, pero aún así algo me da vueltas en la cabeza.
Terminamos de desayunar y la mamá de Rod entra a la cocina y nos saluda a los dos con un beso en la frente, nos da los buenos días y tras eso vamos hasta la pieza de Rod.
Veo a Daiki tumbada en la cama, y por instinto me siento al lado de ella para acariciarla con suavidad por todo el cuerpo, Rod se sienta frente a mí y cuando levanto la vista para verlo noto su vista fija en mi.
Rod: Se que te pasa algo, si no querés contarme no pasa nada, pero sabes que estoy aca para lo que sea
Mati: Ya se Rod, pero es solo que todavía no entiendo, es sólo eso
Rod: No entendes el qué?
Mati: Porque sos tan bueno conmigo, porque te llamé la atención, no tengo nada bueno
Rod: Eu, eso no es así, Mati aunque vos no lo veas tenés miles de cosas buenas, si no, no estaría con vos
Mati: Pero Rod, solo mirame
Rod: Ya lo hago, y sigo viendo a una persona maravillosa, yo sé que no la pasaste bien, pero aca me tenés, yo te voy a ayudar a que vuelvas a ser feliz
Una sensación se apoderó de mí cuerpo, no sé cómo describirla pero al instante los ojos se me vuelven borrosos y las lágrimas no tardan en salir, y la necesidad de abrazarle se hace cada vez más fuerte.
Rodeo el cuello de Rod con mis brazos, escondiendo mi cara en su cuello, dejando que el llanto salga sin importar nada más, escucho como me dice que todo va a estar bien, sus manos acarician mi espalda, me tomo unos minutos para pensar en cómo estaría si no fuera por Rod, me separo un poco para mirarle, con uno de sus pulgares seca los restos de lágrimas que hay en mis mejillas.
Mati: Te quiero mucho
Eso es lo único que puedo decir, veo como Rod sonríe como nunca lo ví antes.
Rod: Yo también te quiero mucho Mati
Sus manos aprietan mi cintura y me acercan hasta besarnos, un beso distinto a los otros, mis manos acarician su mandíbula y cuello, sus manos tiran de mis muslos haciendo que quede sentado arriba suyo, al separarnos escondo mi cara en su cuello oliendo su perfume, siento que el corazón me va a explotar, no puedo oprimir la sonrisa, la cual se ensancha más cuando Rod comienza a darme pequeños besitos por toda la cara los cuales me hacen pequeñas cosquillas que hacen que de vez en cuando se me escapen risillas.
Catalina (hagamos como que la mamá se llama así) nos llama para comer, bajamos y nos sentamos para sentarnos a comer, como si fueramos una familia, es una situación que jamás viví, conversamos de todo un poco, aunque el colegio es un tema principal y el cuál termina con casi un ataque de risa de mi parte al escuchar como Catalina retaba a Rod por las tareas del colegio, al acabar la comida lavamos los platos rápidamente y decidimos ir a dar un paseo.
Nos cambiamos y salimos a la calle, Rod pasa uno de sus brazos colocando alrededor de mi cuello, y así caminamos hasta el parque más cercano, a lo lejos vemos a un par de personas las cuáles nos resultan familiares, avanzamos hasta darnos cuenta de que son Martín y Pedro, nos acercamos hasta quedar en frente suya, Pedro levanta la vista y da un salto por el susto.
Pedro: La puta madre que susto
Rod: Hola Pedro yo también estoy bien muchas gracias por preguntar
El tono irónico que usa Rod nos saca una risa a todos menos a Martín el cual sigue concentrado en el juego de su celu, Pedro agarra el celular y lo apaga guardándolo en su bolsillo, y de un momento a otro comienza una pelea bastante graciosa desde un punto de vista ajeno.
Rod: Voto por ir a dar una vuelta mientras pelea, quiero conservar mis órganos en su sitio
Suelto una pequeña carcajada para después avanzar dejando a los amigos peleando.
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VOLVIIIIII
Como me gusta ver el mundo arder pero no arder en el, quiero saber aunque ya haya pasado hace tiempo, lo que opinan sobre el tema de Matías y Sofi, no para hatear si no opinar.
Espero que les haya gustado
Un besi de fresi
Alma