Día 15: Primer beso

1.9K 281 14
                                    

Frotó un poco sus propios muslos, apretó sus puños contra sus piernas y se mantuvo con la mirada baja, más preocupado de lo que quería admitir.

¿Por qué me pone tan nervioso?

Se preguntó a si mismo en medio de un susurro, se cubrió el rostro con sus manos superiores, queriendo llorar de la frustración y pena. Pero no tuvo tiempo para seguir cuestionandose, Alastor llegó a su lado y tomó asiento sobre la banca, en medio de ese tan concurrido parque.

Lindo. ¿Querías hablar de algo en concreto?

La mayoría de las veces, Alastor llegaba temprano a sus citas. Le resultó un poco extraño que Ángel estuviera tan temprano allí. Sus ojos rojos brillaron con fuerza, porque al analizar su expresión corporal, se notaba que estaba nervioso. Pero la araña alzó la mirada para mirar su rostro, tragó en seco y luego de algunos segundos... Recostó su mejilla sobre el costado de su hombro.

El tiempo comenzó a pasar, al menos varios minutos en los que ninguno de los dos dijo nada y solo observaban la infinidad del parque y del cielo rojo. Era un silencio cómodo.

Creo que he tratado de besarte unas mil veces.

Admitió Ángel en voz alta, tratando de no sonar tan nervioso como se sentía. Él podía ser muy libre en cuanto al sexo y bastante descarado con cualquier tipo de demonio que buscaba esa clase de facilidad. Pero cuando se trataba de alguien que amaba mucho, que respetaba y que en serio le importaba... Todo era diferente.

Eso no es cierto. Jamás te has acercado.

No había pasado mucho tiempo desde que ellos empezaron a salir. Evidentemente Alastor no tenía experiencia en el terreno sentimental, desconocía cuestiones básicas y Ángel lo sabía más que nadie. Él no sentía las cosas como cualquier otro, era muy difícil hacerlo entender. Se sintió algo cohibido, desvió su mirada hacia otra parte sin dejar de reposar su mejilla sobre su hombro.

En mi mente si he tratado como mil veces.

Cerró los ojos, Alastor tomó su mano. Lo sintió muy tierno, adorable. Ángel se comportaba de esa forma linda solo con él, era muy afortunado de que le demostrara esa parte tan sensible y tan humana.

No sé qué pienses, pero en mi carrera jamás beso a nadie. Cuando actúo, no es un requerimiento... Las putas no besan.

Se separó un poco, lo volvió a mirar a los ojos. Tenía un poco de... vergüenza. Se había jurado a si mismo nunca avergonzarse de su trabajo o de su abierta vida sexual. Pero si Alastor no daba el paso o no daba señales de querer dar el paso, quizás no era un simple descuido.

Así que no te preocupes, no tengo herpes o algo así.

Se cubrió el rostro con todas sus manos. Odiaba llegar al punto de aclarar eso pero estaba desesperado y tenía miedo de que no lo quisiera o que le diera asco o un millón de probabilidades catastróficas más.

Alastor notó la cantidad de presión, nervios y ansiedad en esas palabras. De verdad creía que no quería besarlo. De verdad sentía que le daba asco o algo por el estilo.

No pudo entenderlo, quitó cada una de sus manos de su rostro, se acercó y selló sus labios en un beso breve, casto, indudablemente emocional. Cerraron sus ojos por instinto, se sentía bien... Movieron sus labios sin entrelazar sus lenguas, era meramente exploratorio. Pero la mente de Angel se volvió una total revolución, podría hacerse adicto a esa clase de besos tan suaves.

Cuando se separaron, Alastor tomó su rostro y acarició aquellas mejillas tan suaves.

¿Te preocupaba mucho mi opinión? ¿Por eso no lo hacías? ¿Pensabas que iba a rechazarte?

Cada pregunta emitida por el ciervo hizo temblar su cuerpo, se sentía tan estúpido. No era propio de él actuar así.

Perdón... No soy una persona insegura... Pero tú... A veces no sé en qué piensas. Y me asusta un poco. Ridículo, lo sé.

Se ocultó contra su pecho, ya no quería sentirse tan juzgado y tan tímido. Alastor lo intimidaba porque siempre era directo y brutalmente honesto, temía con sinceridad que no quisiera besarlo por tantos motivos... El ciervo lo abrazó y acarició con mucho cariño.

Pienso que tus labios son muy suaves y dulces. Jamás he besado a nadie. Eres el primero.

Ángel se rió contra su pecho. No debía hablar en serio.

Pero se separó con una cara de total espanto.

¿Qué?

No era posible.

¿Él fue el primer beso de Alastor?

QUÉ.

30 Días OTP / RadioDust Donde viven las historias. Descúbrelo ahora