Luego de pasear a pie por unos veinte minutos, Alastor rodeó por la cintura a su pequeña araña y le sonrió ampliamente mostrando sus grandes dientes. Cuando tenía el tiempo suficiente para salir con él, le gustaba disfrutar de cosas simples. Aunque fuera algo mínimo como dar una simple caminata por la ciudad.-No salimos a menudo. Es lindo hacer cosas de pareja de vez en cuando.
Angel le correspondió la sonrisa y tomó fuerte su mano para seguir caminando. Se detuvo un momento para apreciar el peculiar brillo del cielo rojo de esa noche, a veces parecía destilar brillos pequeños dependiendo el día. Agradecía estar con Alastor en cualquier lugar, en cualquier momento del día. Cada pequeña salida o gesto poseía un gran valor para él, porque el ciervo no tenía una gran noción de lo que era mantener una relación normal. Le enseñaba cada día de lo que se trataba, la parte humana que aún conservaba se regocijaba en alegría cuando ellos dos se encerraban en su mundo y podían ser ellos mismos sin que nadie pudiera intervenir.
-¿Cosas de pareja?
Con los ojos bien abiertos y cruzando un leve rastro de distorsión radiofónica, Alastor ladeó su cabeza con confusión, nunca borrando su extraña y escalofriante sonrisa de su rostro. Su novio le asintió, bajó un poco la mirada y observó sus manos entrelazadas. Que Alastor haya normalizado un acto tan íntimo entre ambos le parecía un gran avance, antes no lo dejaba acercarse a menos de un metro de distancia.
-Si. Caminar tomados de la mano es algo de... pareja.
Pero Angel se detuvo y permaneció de pie por algunos segundos. Una pareja de demonios estaba a lo lejos, alrededor de una mesa circular y bebiendo al mismo tiempo de dos sorbetes un colorido y exquisito milkshake de colores pasteles y mucha crema. Y Alastor dirigió su mirada hacia el mismo punto dónde Angel estaba mirando.
-¿Quieres esa cosa?
En realidad se dio cuenta de que anhelaba la bebida y la manera incomprensible y cursi en la que esa pareja de demonios se miraban el uno al otro, sonriendo como si todo el mundo se reduciera a la mirada del contrario. Volvió a observar el brillo en los ojos de Angel, él nunca admitía abiertamente ser de corazón blando. Pero sabía que esa clase de cosas le gustaban.
-¿Eh? Ah...
Pero antes de que pudiera reaccionar, Alastor ya lo estaba arrastrando de la mano hacia esa lúgubre cafetería.
Momentos después, la araña se sentó sobre el regazo del ciervo y sostuvo entre sus manos la bebida helada que poseía el color del chocolate y pequeños brillos en forma de chispas de caramelo. Alastor lo abrazó por la cintura y se le quedó mirando con una sonrisa tranquila, mientras que Angel bebía desde el sorbete parte del milkshake y no dejaba de sonreír demasiado feliz por la actitud de su novio. En serio lo había comprado para él, era tan tierno y amable. Ah... ¿Era estúpido alegrarse tanto por algo tan pequeño? No lo sabía pero tampoco le importaba. Bajó un poco la mirada hacia el ciervo, iba a dejar gran parte de la bebida para él, aunque dudó por un segundo.
-Es muy dulce. Vas a odiarlo.
Alastor se rio al escucharlo y entonces le sonrió casual, cerró sus ojos y sostuvo con más firmeza su pequeña cintura mientras reposaba sobre sus piernas.
-Tus labios también son muy dulces y me encantan.
Por supuesto, Angel abrió bien los ojos y quedó sin habla por varios segundos. Fue un ataque directo a su corazón, lo tomó tan por sorpresa y... y...
-Idiota...
Se puso tan nervioso y se sonrojó tan avergonzado que cubrió su rostro con las manos de sus brazos inferiores. Lo ponía en aprietos con mucha facilidad, y cuando le sonreía de esa forma que desprendía una luz más radiante que el sol... Lo enamoraba incluso más. Suspiró y se descubrió los ojos, desvió un poco su mirada y le ofreció el vaso con el milkshake, tratando de no lucir tan evidentemente feliz por sus palabras.
-Pruébalo, me sentiré mal si no bebes nada.
Su novio volvió a largar una cálida carcajada, aceptando el envase con una de sus manos y dandole un gran sorbo a la bebida. Abrió sus ojos atónito al degustar el sabor, se separó del sorbete y volvió a ampliar sus ojos rojos, su radio interna estaba transmitiendo un coro alegre y jovial. Sus labios estaban fríos y su garganta se sentía fresca. Empezó a sonreír como nunca antes, ¡Había descubierto una delicia sin siquiera buscarlo!
Angel observó cada una de sus expresiones, apretó con más fuerza el agarre hacia su pareja y sus ojos brillaron con emoción al verlo disfrutar de una tonta bebida, como si se tratara de lo más exquisito del infierno. Era tan tierno, tan extrañamente inocente.
-¡Sabe muy rico! Es chocolate amargo, ¿No es así...?
Esta vez, Alastor fue el que se sintió atrapado y descolocado. Angel lo tomó por sopresa, porque besó sus labios fríos, dulces y suaves. Lo quería todo para él, así sabía mucho más delicioso. El ciervo sonrió en medio del beso, recuperó la compostura y no pudo evitar dejar caer el envase con todo y milkshake al suelo. Aprisionó el cuerpo de su Angel entre sus brazos y lo besó con más énfasis, con ganas de devorarlo entero y sentir sus cálidos labios por mucho tiempo más. Angel le siguió el ritmo sin ninguna clase de problemas, hasta que observó de reojo el milkshake en el suelo, hecho un desastre.
-¡Al! ¡Derramaste todo el envase!
-Tengo algo más delicioso que probar.
-¡Mmh~!
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30 Días OTP / RadioDust
Fanfic✨Doin' time✨ Mi chico y yo estamos en una relación. Lo amo tanto y él me trata como mierd4. Se va de fiesta y difunde su amor por todas partes. Malvado. He venido a decirte que eres malvado. Malhumorado, escandaloso y malvado. Definitivamente la ten...