SKYFALL, the maze runner

O3 » ❛ thomas's plan ❜

CAPÍTULO TRES
El plan de Thomas.

Con la barriga tan llena como su apetito le permitía (que era bastante poca), Calypso bajó a ayudar con el resto de mapas, todavía les quedaba un poco más, e incluso cuando conseguían palabras, todavia tenían que verificar que fueran esas, en ese orden, y que no cambiara con respecto a un mes o al otro, solo por precaución de no equivocarse.

Teresa parecía bastante serena, una chica de boca suelta que soltaba comentarios inteligentes, pero también parecía lo suficientemente cerrada como para parecer que hablaría solo con cierto tipo de personas. Por supuesto, Calypso no formaba parte de ese círculo social, y aparentemente Newt tampoco, o cualquiera dentro de la sala. Se limitaron a decir sus ideas y a cortar el papel encerado encima de los mapas originales que, según entendió, habían hecho los corredores que iban al laberinto durante todo el tiempo que han estado ahí y trataban de estudiarlo. De algún modo, le parecía impresionante que pudieran hacer eso, era la realidad de ellos, pero para ella, que apenas estaba iniciando (incluso si sus dudas le fueran insignificantes como para preguntar), era extraño pensar que los chicos se arreglaban para pasar a través de esos largos pasillos con muros gigantes de piedra, dibujaban el trayecto, se lo aprendían, lo estudiaban y todo de vuelta otra vez, por dos años, antes de que se hiciera de noche.

Las cosas habían cambiado y Calypso desconocía completamente cómo habría sido todo antes, sin embargo, no importaba.

Para cuando terminaron, todo lo que habían confirmado el orden y que no habia más palabras, lo que les llevó apenas media mañana más, tenían «CORRER», «CAPTURAR», «SANGRAR», «MORIR», «ESTIRAR» y «OPRIMIR». Eran, al final, tan solo seis. Le habían dicho que debía ser un código, así que pensó en la posibilidad que en una salida tuvieran que abrir una puerta e ingresar las palabras en orden, también podía ser que tuviera que ver con el número de letras que tuviera cada palabra y entonces formaran un codigo de seis dígitos, pero al hacerlo se dió cuenta de que podría ser ridículo, ya que en ese caso estarían conformado por muchos seis, siete y ocho.

Solo guardó la información en una carpeta y se apartó un centímetro de la mesa, masajeando sus manos que tenían calambre, y luego aparecieron unas personas bajando las escaleras. Habían mapas regados por el suelo, todos los que ya habían pasado al papel encerado, un par de lápices que se cayeron y mucho desorden junto a las caras de agotamiento de todos ellos. No era una manualidad, pero las manos se cansaban de todos modos.

Se encontró con un chico un poco más bajo que Newt (no una novedad, Newt parecía el más alto de todo el Área hasta donde vió), pero tan solo un par de centímetros. Su interfaz le mostró un mensaje que habría ignorado como hizo con los demás en la habitación, más no lo hizo. «NOMBRE: DESCONOCIDO. SEXO: MASCULINO. ALTURA: 1.80. CARACTERÍSTICAS: LUNARES. PIEL CLARA. CABELLO OSCURO. ACTIVIDAD CEREBRAL EN CONSTANTE USO. FRECUENCIA CARDÍACA AUMENTANDO», así que él también tenía lo mismo que Teresa cuando la vió. Se preguntó si era una coincidencia, pero parecía que no.

Él la miró. Había estado avanzando en zancadas hasta la entrada, luego se detuvo con un pie adelante del otro y la miró; sus mejillas perdieron color, aunque notó que parecía haber estado en movimiento, como corriendo, hace nada, por el sudor y su pecho subiendo y bajando.

—¿Qué? ¿Otra chica? ¿Como es posible?

Ella pensó en si él se preguntaría qué hacía ahí, además, siendo recién llegada, pero nadie dijo nada de eso.

—Ya ves —dijo Newt, encogiéndose de hombros—. Dejé de tratar de encontrarle sentido a lo que está pasando.

—¿Y esos son...? —señaló, mirándola en el cuello, hasta la sien donde tendría la marca, sus manos con incrustaciones de metal y luego hasta los ojos—. Oh, shank, ¿Es un...?