CAPÍTULO NUEVE.
Volver a nacer.Cuando llegaron después del autobús, parecía el paraíso.
Habían comido pizza, en silencio. Les dieron literas con colchones suaves que ella no habría sentido antes, ni siquiera si en el claro reposó alguna vez en la cama de la habitación. Se lamentó de no haber podido hablar con Thomas, o con Newt, una última vez, porque cuando ella había dado su último bocado, se la llevaron a su habitación, junto a Teresa.
Por supuesto, ella no se quejó y Teresa tampoco. Estaban apartadas porque eran las únicas chicas en medio de un montón de chicos adolescentes; Calypso no habría pensado que algo sucedería, o que dejaría que sucediera, pero lo entendió. Por un segundo que no comprendió, se sintió como la responsabilidad de un adulto en tener la moral para no poner a dos chicas en una habitación, por toda una noche, con otros veintiún chicos.
Pasaron por la puerta que estaba al otro lado del salón común, donde habían comido, y probablemente al otro lado de los dormitorios de los chicos.
Calypso deseó que la soledad fuera más amena. No le habría importado el silencio, Teresa y ella no hablaban, igual que le sucedía con la gran mayoría desde que apareció, aunque no le hubiera molestado una conversación; sin embargo, le importó sentir que Teresa hablaba con Thomas continuamente, incluso mientras ambas fingían dormir.
Sabía que, tecnología o no, el don de telepatía que tenían entre ellos creaba una conexión. Teresa había tenido un lugar en Thomas mucho antes, no pudo sentir envidia porque la había borrado, pero descubrió que había muchas otras sensaciones qué experimentar al respecto, trató de rechazarlas a todas. De alguna manera, pensó que no debería seguir borrando lo que sentía: si un día despertaba y no podía sentir nada porque todo lo había desechado, ella se lamentaría. Poco le quedaría de humanidad, entonces.
Calypso estaba cansada todavía, incluso habiendo dormido dos horas en el viaje. Las personas que los rescataron habían sido amables, pero no les dijeron más que lo que habían escuchado en el autobús, Calypso esperaba que todos encontraran su destino a partir de ahora, a salvo, aunque no sabía si era un problema que tenía por ser un cyborg, todavía sentía que faltaba algo, mucho más. Que no podía ser tan fácil, sobre todo, porque ella no había pasado por casi nada. Ella no habría sufrido como los demás en el laberinto, ¿Los de CRUEL irían a buscarlos de nuevo? No podían haber muerto todos, no podrían haber estado todos allí...
Se obligó a dormirse, colocándose en modo reposo, no dormiría mejor de lo que lo haría si se dejara ir naturalmente, pero tenía la sensación de que, pensando en ello, no sería capaz a pesar del cansancio. Supuso que así es como se había sentido Thomas, y como último pensamiento, deseó poder verlo por la mañana al menos para decirle hola.
Sin embargo, eso no fue lo que pasó.
Habría sido la madrugada cuando el mundo volvió a cambiar para ella.
Parecía que el tiempo se había pausado. Sentía el cuerpo, tenía todos sus sensores activos, pero ella no podía ver ni abrir los ojos. Estaba suspendida como un holograma dentro de su propia mente. Pudo notar cambios en el exterior, como si la estuvieran trasladando, pensó que eso podía parecer un sueño visto en tercera persona, a través de un espíritu del exterior que la hacía quedar atrapada en sí misma, pero no podría haberle encontrado una explicación lógica que le agradara lo suficiente.
Así me habría sentido cuando me metieron a la caja, pensó, si recordara como fue. ¿Van a borrarme la memoria de nuevo? ¿Estaré en el laberinto desde el comienzo? ¿Otro?
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SKYFALL, the maze runner
FanficCalypso despertó solo sabiendo su nombre, con injertos de metal, cables conectados a través de su piel y un software que reemplazó todos sus pensamientos con avisos en su interfaz. Apareció en el lugar equivocado, en el momento equivocado. Tanto de...