universe ─ vmin

05

El rostro del humano estaba inexpresivo y sus ojos perdidos en el espacio, en las estrellas sobre ellos que iluminaban su pórtico aquella madrugada.

TaeHyung estaba sentado a su lado, observando junto a él el manto estrellado que también decoraba su propia piel. Ambos estaban en silencio, pero ya se habían dicho todo lo que debían.

Cerca del granero hay unas cuantas luciérnagas que danzaban alrededor del tractor e iluminaban el pasto sutilmente. Hay diferentes sonidos que vienen de lo lejos, pero la estridulación de los grillos es el único sonido que a ambos lograba relajar.

Jimin suspira.

—Entonces... —se humedece los labios y, apartando su vista de la osa mayor, voltea a ver al Celestial. Este también lo mira y espera a que termine su frase—... cuando tu especie conecta con alguien... ¿intercambian sentimientos?, ¿fue eso lo que sucedió? —su contrario se queda en silencio, sin decir nada—. ¿Estaba sintiendo tus sentimientos?

—Y yo los tuyos —responde con simpleza. Una leve sonrisa surcando su rostro estrellado.

Jimin parece captar lo dicho por el más alto y vuelve a apartar su vista de él. Eso a TaeHyung le parece ciertamente curioso y adorable, y suaviza un poco sus expresiones.

—No quiero que lo vuelvas a hacer —su voz sonó queda, casi como si no quisiese salir de su garganta, quizás tenía un poco de ira comprimida.

TaeHyung no puede evitar soltar una leve risa, una que no pudo contener ante la situación y que por poco pudo haber estado fuera de lugar.

—No puedo controlar eso —la exclamación de sorpresa por parte del de ojos ambarinos le sorprende un poco y le hace fruncir el entrecejo.

—Puedes controlar la naturaleza, ¿pero no esto? —TaeHyung vuelve a reír levemente.

—Puedo alterar la naturaleza, no controlarla —la mirada atónita del humano está llena de confusión. Niega con la cabeza.

—¿Y cuál es la diferencia?

—Cada pequeña cosa es lo que es —comienza explicando, los ojos llenos de expectación por parte del humano por algún motivo lo hacen sentir como en casa y por un momento olvida el lugar en el que se encuentra y las circunstancias que lo trajeron allí. Su pecho se siente igual de cálido como el centro de una estrella y siente, por primera vez desde que llegó, que se encuentra en el lugar correcto—. Tiene su esencia.

—¿Su esencia? —Jimin termina olvidando el motivo por el cuál se sentía enojado en primer lugar e intenta saber más. Él toda su vida había escuchado sobre la esencia de las cosas, pero siempre había pensado en que las personas hablaban a través de un punto de vista muy espiritual y eso a él nunca le pareció real, casi rayando en lo estúpido.

Sin embargo, aquel ser de las estrellas parecía saberlo todo. Quería escucharlo de él, aunque fuese lo mismo de siempre.

—La esencia de una cosa son sus características permanentes e invariables que determinan lo que es. Sin ellas sería algo completamente diferente o sencillamente no existiría —los labios entreabiertos del humano hacen el amague de decir algo, pero al final no dice nada—. Es lo que hace que algo sea una casualidad única en el universo, como tú.