Perdona si te digo ADIOS

31

-______ despierta-escuche un breve susurro de Mat-

-mande?

-dijiste que te despertara para tu turno- me miró un poco apenado- pero si quieres puedes dormir un poco más.

-no, duerme tu, fue suficiente descanso para mi.

Me levante un tanto adormilada y comencé a caminar hacia la gran puerta metálica, sería una madrugada un tanto aburrida, las horas pasaron y el sol comenzaba a asomarse cuando escuché ruido afuera de la bodega, así que por un pequeño hoyo en la pared me asomé para ver qué pasaba, y una pequeña horda de caminantes seguía a un chico, pero sabía que salir era demasiado arriesgado y que no podía darme el lujo de ayudar a alguien que quizá nos pusiera en peligro.

-todo bien?-pregunto un May aún adormilado-

-si, solo unos caminantes que pasaban por enfrente, pero descuida ya se han ido.

Después de desayunar un poco de la comida que teníamos recogimos todas nuestras cosas y emprendimos el viaje nuevamente, según mis cálculos si todo salía bien para dentro de dos días deberíamos estar en New York. El camino era agradable y ya llevábamos 6 horas en carretera, debíamos parar para estirarnos un poco y así lo hicimos.

-con este viaje voy a quedar más plana que una tabla-dije estirándome un poco-.

-en siento igual-contesto Mat sobando su trasero-.

-quieres que comamos aquí?

-creó que estaría bien.

-de acuerdo tú enciende una fogata, yo iré a ver si logro cazar algo-dije sacando mi pequeño arco improvisado-.

-dale arquera, espero que regreses con un gran venado.

Comencé a adentrarme en el bosque dejando pequeñas marcas en los árboles para poder regresar fácilmente, cuando estaba marcando un árbol noté una ardilla así que lentamente tomé mis cosas y apunté hacia ella dando en su pecho, tome la ardilla y la destripe como Daryl me había enseñado, camine de regreso a la carretera y me di cuenta de que Mat ya tenía un lugar cómodo para comer, al llegar me quito la ardilla y comenzó a prepararla para poder asarla.

-donde aprendiste a cazar?-pregunto con mucha curiosidad-.

-Daryl, él me enseñó a hacerlo, nunca seré tan buena como él, pero le hacía competencia-dije soltando un suspiro-.

-lo extrañas cierto?

-como no tienes una jodida idea, pero me reconforta saber que es un hueso duro de roer y se que está bien.

-aún podemos ir a buscarlo.

-no...si el destino quiere que estemos juntos nos volverá a unir algún día y hasta que eso suceda lo recordaré como alguien especial que me enseñó muchas cosas.

Ambos suspiramos y guardamos silencio por unos minutos.

-yo también quise a alguien tanto como tú lo quieres a él.

-qué pasó?

-ella murió antes de que todo esto ocurriera.

-lo lamento.

-descuida, ya ha pasado tiempo y ya he aprendido a vivir con ello.

-como pasó?

-eran vacaciones de invierno y ella decía regresar a su ciudad para pasar la navidad con su familia, yo aún debía solucionar algunas cosas en la universidad así que le dije que la alcanzaría en algunos días, ella se fue conduciendo y su auto volcó a unos cuantos kilómetros de su casa-dio un largo suspiro- esa navidad le pediría que fuera mi esposa-dijo enseñándome el aniño que portaba como collar-.