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Desperté en una cama bastante cómoda, pero sabía que estaba en peligro, así que rápidamente me puse mis botas e intenté buscar una salida, pero la única era esa puerta de la cual provenían ruidos desde afuera, así que no era una opción, me dispuse a buscar algo con lo que pudiera defenderme y solo encontré un pequeño baso de vidrio, pero me era más que suficiente para lanzarlo y correr.

-voy a entrar-dijo una voz un tanto amigable al otro lado de la puerta- mi nombre es Irina y el tuyo?

-_____, donde estoy?

-Mira, tratare de explicarte todo para que entiendas bien, este lugar se llama él santuario, Negan es el que se encarga de dirigirlo, pero a cambio debemos trabajar para él-dijo soltando un largo suspiro-.

-pues bien esto no me interesa, me quiero ir, necesito encontrar a Mat-conteste caminando hacia la puerta-.

-ellos no te dejarán irte-dijo tomando mi muñeca- escúchame si quieres seguir viva debes hacer todo lo que Negan te diga, no debes responderle, no debes traicionarlo, incluso no debes mirar a nadie que no sea el-dijo con una voz llena de miedo-.

-en verdad no me interesa quien sea ese tal Negan, ni qué tan intimidante puede ser, necesito irme, necesito encontrar a mi compañero y a mi hermano.

Cuando ella estaba a punto de decir algo la puerta se abrió dejando ver a un tipo bastante alto y con una gran chaqueta de cuero, Irina lo miro y solo me regreso una sonrisa y se fue.

-tú debes ser Negan-dije tratando de analizar cada uno de sus gestos-.

-veo que Irina no pierde su tiempo, si ese soy yo, tú eres?

-______.

-bien _____ mis hombres te han traído aquí porque notaron en ti ciertas habilidades, así que bienvenida-dijo con notorio sarcasmo-.

-tus hombres son unos imbeciles, así que de la manera más amable te pido que me muestres la salida.

-se que no sabes con quien hablas, así que te lo pondré sencillo, TÚ ahora eres Negan, me servirás a mi y a quien yo te diga, y si no estás de acuerdo se lo puedes decir a Lucy, pero ella no es muy comprensiva que digamos, así que _____ esto será por las buenas o por las malas.

-no te tengo miedo cretino, lidie con personas más intimidantes que tú en el pasado y a cada una les partí toda su cara, así que tú no serás la excepción-dije ya un tanto fastidiada-.

-decían que tenías pantalones, pero esto creo que ya es una estupidez-dijo entre una risa muy fingida- no me importa con quien trataste antes, no me importa qué tan ruda te sientas, ni si quiera me importa tu nombre en realidad, ahora eres Negan, y aunque no te guste- camino hasta estar lo bastante cerca de mi como para tomar mi cara con una de sus manos- harás lo que te diga, ya sea por las buenas o por las malas.

-suéltame-dije con coraje soltando un suspiro y tomando su mano que estaba en mi cara para quitarla bruscamente- que me sueltes estupido, quizá estás acostumbrado a que nadie te ponga en tu lugar, pero conmigo tendrás que comportarte diferente.

-Dawith, llévensela a las celdas-dicho eso entró un sujeto rubio seguido de varios hombres los cuales me sujetaron-.

-suélteme- dije tratando de oponerme a que me llevaran a cualquier lugar, pero no lograría nada- eres un bastardo.

Me opuse todo lo que podía, de cada lugar que me era posible me sujetaba y comenzaba a patalear para que los tipos me bajaran pero me fue imposible soltarme de ellos, a los segundos entramos en un gran pasillo con varias puertas, me hacía recordar la prision, pero estás puertas se veían en mal estado, cuando llegamos enfrente de una puerta los sujetos ni lo pensaron y me arrojaron dentro haciéndome azotar fuertemente contra el piso de cemento, dure varios minutos tirada para poder pararme e intentar salir de este diminuto cuarto que a lo mucho tendría dos metros por dos metros.

Llevaba dias encerrada en esa jaula, apenas y me daban un poco de agua y sobras de comida que al inicio me negaba a comer, pero sabía que si quería intentar escapar debería primero tener fuerzas. Escuché como unos pasos se acercaban a paso firme, era mi momento de atacar, con un pequeño hueso de pollo que había estado afilando con el piso debería atacar al primero que entrara para poder intentar algo.

-ya has cambiado de opinión?-pregunto esa voz altanera que tantas ganas tenia de callar-.

-no seré una más de tus putas-dije con odio- prefiero pudrirme aquí a trabajar para ti.

-ó pequeña ______, no sabes lo que dices- dijo mientras giraban la llave de la cerradura-.

La luz que entró por la puerta me encandiló, pero no me importó, me abalancé sobre el primer hombre que entró, clave el hueso en uno de sus ojos y cuando estaba por levantarme y echarme a correr me di cuenta que fácilmente habían unos 4 hombres más para impedirme cualquier cosa, mientras el pobre sujeto gritaba por ayuda Negan solo me miraba con una sonrisa de lado.

-llévenlo a la enfermería y déjenme solo con ella-dijo de manera en que en fracción de segundos ambos estábamos solos- eres un hueso duro de roer- dijo con ironía- pero no eres la primera con la que trató, algunos años atrás tú acción abría echó que te dejara libre, pero creo que prefiero tener una joyita como tú trabajando para mi.

-ya lo he dicho antes, prefiero pudrirme aquí adentro a trabajar para ti.

-lo se, por eso hice que regresaran por el-dijo mostrándome una foto de Mat- me dijeron que él estaba contigo cuando te encontraron.

-no me importa lo que le pase-dije tratando de mostrar seguridad-.

-dile a tu cara que no diga lo contrario querida.

Negan comenzó a acercarse y cerró la celda.

-dé rodillas-ordeno a lo cual me negué-.

-NO-dije tan autoritaria como el-.

-dije que de rodillas- contestó dándome tremenda bofetada que me mandó al suelo, sentí como de mi labio brotaba una gota de sangre- fui paciente contigo, te di un techo, comida, te ofrecí un buen puesto, pero esta es la última vez que lo hago por las buenas- dijo comenzando a desabrochar su cinturón-.

Sabía que intentaría hacer, y algo en mi hizo que mi cerebro recordara los sucesos similares que ya había tenido, con lágrimas en los ojos lo mire y le dije.

-haz lo que tengas que hacer.

-no soy esa clase de hombre-dijo terminando de quitarse el cinturón- pero tú me obligaste a esto.

Perdona si te digo ADIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora