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Cierto estadounidense se estaba muriendo de frío, nunca fue tan compatible con aquel clima, y puede que nunca lo sea.

Divisó a lo lejos la silueta del ruso, sin más corrió hasta el ruso abrazando en seguida, para agarrar un poco de calor.

- Hello Russia! - Saludo de forma animada escondiendo su rostro en el pecho del ruso.

- Привет USA - Saludo en ruso en su idioma natal, acariciando cuidadosamente la cabeza del americano.

- Está haciendo mucho frío ¿No crees? - Soltó de repente el estadounidense a la par de leves temblores por el frío.

- Si quieres podemos ir a mi casa - Enseguida recibió como respuesta un "yes, please".

El de mayor estatura alzó al estadounidense, con sus manos en las piernas del americano, mientras este abrazaba a Rusia por el cuello, escondiendo su rostro allí.

La caminata no duró mucho, además que no se cruzaron ninguna palabra; puesto que el estadounidense se estaba quedando dormido inhalando el embriagante aroma del ruso, el aroma que desprendía el mencionado olía igual al vino.

El más alto abrió la puerta de su casa, para luego cerrarla de tras del él con el pie.

- Llegamos a mi casa, perdón el desorden - Dijo el ruso quitándole el gorro de la chamarra al estadounidense, tal y como si fuera un bebé.

- Que linda casa - Dijo adormilado mientras abría sus ojos con algo de dificultad, acostumbrándose a la luz del lugar.

- Siéntete como en casa, iré a preparar unos chocolates calientes - Dejo sentado en el sillón al americano, luego se fue a la cocina para hacer chocolate.

El americano totalmente solo en la sala se dispuso a recorrerla; llegando a ver un espejo, enseguida se dirigió hasta aquel pedazo de vidrio y reviso el moretón que tenía en su ojo, se había expandido un poco y de milagro las gafas de sol que siempre llevaba lo alcanzaban a cubrir.

Toco un poco, enseguida un leve quejido salió de sus labios, dolía y ardía un poco, pero bueno, trataría de olvidar eso.

Solo se colocó nuevamente sus gafas de sol y siguió mirando y detallando la sala.

No pasó mucho tiempo para que el ruso saliera con dos tazas de café calientes.

- Ame, toma, para que se te pase un poco el frío - Le extendió una de las tazas al americano, con una pequeña sonrisa en sus labios.

- Gracias Rusia - Tomo en sus manos la taza de chocolate, dándole un pequeño sorbo, degustando del dulce sabor que aquella bebida le proporcionaba.

Los dos se sentaron en el sillón, mientras tomaban chocolate con total calma.

- Pumpkin ¿Cómo te trata China? ¿Él si es bueno contigo? - Cuestiono el ruso, dirigiendo toda su atención al americano.

- ¿China? Él es muy bueno conmigo, aunque se enoja muy fácil - Dijo como si nada, todo lo que acababa de decir era mentira, pero ni el mismo se daba cuenta de eso.

- ¿Por qué no te quitas los lentes? Ta he visto muchas veces sin los lentes de sol, además, tus ojos son lindos - Se levantó y echó un poco de leña a la chimenea, para que la casa no estuviera tan fría.

- Oh claro, solo que... Es que ayer me golpee con una puerta... - Vagas escusas, fue lo primero que se le ocurrió, no iba a decir que su pareja le pegaba por hacer mal las cosas.

- ¿Cómo así? ¿Tú te encuentras bien? - Se acercó nuevamente al americano, sentándose al lado de nuevo.

- Si, yo estoy bien, solo me duele un poco - Cerró sus ojos y tomó otro sorbo de café.

Sin previo aviso el ruso le quitó las gafas al americano, dejando a la luz el hematoma que tenía en su ojo.

- América, esto no lo hizo una puerta ¿Alguien te golpeó? - Dejó su taza a medio tomar a un lado, y con delicadeza tomó en mentón del contrario para poder ver con mejor claridad en lugar afectado.

- Me tropecé y me golpeé el ojo, fue todo - Su nerviosismo se podía ver a kilómetros, aun así trato de no demostrarlo.

El momento fue interrumpido por un mensaje entrante en el teléfono del estadounidense, al parecer el chino que había escrito algo.

"USA ¿Te podrías quedar hoy en la casa del ruso? La reunión se extendió un poco, creo que tu presencia sería una molestia en la reunión"

El estadounidense soltó un suspiro algo pesado, luego respondió con un "Está bien, ya miro".

- Rusia ¿Será mucha molestia que me quede a dormir esta noche?

- No pasa nada pumpkin, te puedes quedar.

Estados Unidos le escribió un "Si, Rusia me dejó quedarme" al contacto del chino, viendo como no le contestaba ni se dignaba a mirarlo.

❝ 𝓡𝓸𝓽𝓸 ❞ ┋𝓡𝓾𝓼𝓐𝓶𝓮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora