❝ 𝓡𝓸𝓽𝓸 ❞ ┋𝓡𝓾𝓼𝓐𝓶𝓮

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Después de aquella situación, muy vergonzosa para el ruso; se dieron paso hasta la cafetería más cercana en esos momentos.

- Oye, Rusia, ¿Por qué me sacaste corriendo de la casa de China? Pudimos haber caminado como gente civilizada, y evitar que mis gafas se rompieran - Expuso el estadounidense. Tocando repetidas veces su propia mejilla con su dedo anular. Sin entender muy bien por qué su acompañante había hecho eso.

- Veras... Pues la verdad te vi algo preocupado. Así que preferí salir corriendo de eso; para que así China no te lograra ver. Y posiblemente haberte metido en un problema por mi culpa - Le dio paso a su acompañante hacia adentro de la instalación donde vendían café y demás cosas para comer y tomar. Cerrando la puerta detrás de él - Perdón si no fue de tu agrado que hiciera eso. No pensé muy bien en el momento las consecuencias.

- haha, no te preocupes, no pasa nada - El estadounidense rió de forma delicada colocando una mano sobre sus labios, causándole un sonrojo casi invisible al ruso.

Escogieron una mesa y tomaron asiento allí. La mesa elegida estaba bastante alejada que los demás country's que se encontraban en ese momento en la instalación; ya que Rusia sabía que aquella pacífica salida se podría dañar por algo así.

Pero hubo algo que dañaría su pacífica salida, cierto ucraniano de encontraba en aquella cafetería; con dos de sus hermanos, Bielorrusia y Kazajistán; que se encontraban en su propio mundo excluyendo casi por completo al bicolor de menor estatura.

Ucrania le guardaba cierto rencor a Rusia, por ser el hijo favorito de su padre; llevándose, gracias a eso, la mayor parte del territorio perteneciente al ruso mayor, o sea el comunista.

Pero había una cosa que odiaba el de la ausencia de uno de sus ojos, los ingleses; por una pelea entre el bebedor de té y el comunista; gracias a ello, las amistades que tenían sus hijos se esfumaron.

Aunque el ucraniano tenía un pequeño sentimiento hacia cierto canadiense; quería arruinar a Rusia con todo su ser; ¿La mejor opción? Su punto débil, al parecer el americano.

¿Cómo lo haría? Fácil, tomaría una foto de esos dos juntos y se la enviaría a su padre; el cual al ver la foto se enojará a más no poder, y puede que le dé a Rusia un fuerte regaño. Algo perfecto para el bicolor.

Sin esperar más puso en rumbo su plan; sacó su teléfono y le tomó como máximo dos fotos a la pareja de amigos que se encontraba en una de las mesas del segundo piso. Mandó una de las fotografías a su padre; y simplemente se dispuso esperar. Aunque también subió la foto a una de sus redes sociales; etiquetando a los protagonistas de la foto, y para rematar, al chino. La foto iba con una descripción no muy coherente con la situación real; "Awww, ¡La parejita en una cita! Rusia sí que tiene muy malos gustos". Su plan estaba completo.

La notificación le llegó a los dos países que fueron fotografiados con anterioridad; ignorando el molesto sonido de la notificación.

Luego de pedir el café y que haya llegado a su mesa; decidieron cambiar de lugar, yendo a una mesa al lado de la ventana que mostraba un paisaje muy lindo para los ojos del americano.

- Que lindo... - Hablo el estadounidense entretenido con la vista ante sus ojos de aquel paisaje. El paisaje que constaba de un parque parecido a un bosque, y con nieve en las copas de los árboles que se alcanzaban a ver.

- ¿Te gustaría ir allá? - Cuestionó el ruso. Admirando la belleza del americano. Sonriendo inconscientemente.

- Claro que sí, vayamos - Alzó ambas manos al aire. Su actitud ahora era algo infantil.

Si seguía así, al ruso le daría un ataque cardíaco por tanta ternura. Por favor, ¿Cómo es que todo el mundo odia a aquella cosita tan indefensa y tan tierna?

Ambos se levantaron y empezaron a caminar condirección al bosque. Tenían aún el café en sus manos, para así no morir de fríoafuera.