•ᴜɴ ɢᴀᴛᴏ ᴅᴇ ᴛᴡɪᴛᴛᴇʀ• ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ ᴀᴜ [ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀꜱᴇ]

10. Me importas, Jimin

Aquella tarde el cielo estaba gris. Odiaba ese color con todo su ser.

Cuando mando el mensaje queria amistarse con TaeHyung no ver una maldita realidad suya.

Sus pequeños pies se movieron uno por uno recorriendo su santuario.
Una gota resbaló por su mejilla seguidas de muchas más. El rostro neutro y el alma llorando.

¿Qué estaba haciendo ? ¿Qué quería lograr? Se preguntaba internamente como el tic tac de un reloj. Tan repetitivo e irritante.

¿ Era feliz así ? Sin duda no tenía ningún problema. Un chico de buenas notas y un futuro prometedor. Siempre esforzándose de más y comprometido con ser el mejor.

¿ Tenía amigos ? Se junta con varias personas y siempre lo incluyen en las fiestas. Baekhyun decía quererlo, tal vez hizo mal en creerle un poco. Con Taehyung hablaba de cosas muy superficiales y ahora era el único aparte de él que conocía su secreto, pero no podía considerarle un amigo. Por último, estaba su hermano quien solo se alejaba cada vez más.

Jimin se sentía solo. Lleno de hipocresía y falsedad a su alrededor, pero completamente vacio en su interior.

¿Quién era ? Desde pequeño siempre fue muy dulce con todos. Solía alimentar a los gatitos que se encontraba en la calle y abrazar a todos sus amiguitos cada que podía. Esa dulzura siempre era cortada por su padrastro que le enseñó a base de golpes que la vida no está pintada de color rosa.

Recuerda el día que casi termina muerto en manos de ese tipo si no fuera porque su madre lo impidió. La mujer actuó rápido y demandó a aquel hombre, padre de su hermano menor. Desde ese día nunca volvió a ver a ese sujeto, se quedaron solo los tres en la casa. Hasta hace dos años que su madre falleció. Fue un golpe demasiado duro que terminó de formar su personalidad.

El verdadero Jimin que no dejaba que los demás vean. El Jimin que aún sufría por la muerte de su madre, el que se enojaba hasta dar miedo, el que mostraba ese lado ególatra, el que estaba harto de las burlas hacia su hermano, el que era necio, terco y caprichoso.

Ese chico estaba reemplazado por uno falso que parecía ser un chico lindo, inocente y torpe.

Y ahora que alguien sabía su mayor secreto, no había forma de arreglarlo.

Siendo Kitten y siendo el falso JiMin, sin juntar aquellos dos y sin complicar su vida. Prefería seguir viviendo en la hiprocresia a afrontar la cruel realidad y soledad.

¿Quién era? ¿Qué quería lograr? ¿ Era feliz ? Habia respondido esas preguntas en su cabeza, pero parecían no ser las correctas.

Tal vez lleva tanto tiempo fingiendo que ya ni siquiera se conoce a si mismo. Que ya no puede encontrarse entre tanta mentira.

Pero había algo que debía aceptar.

Kitten era más real que Jimin.

- Me imagine que estarías aquí - aquella suave voz lo debilitó más. La persona que menos esperaba estaba ahí. Limpió esas lágrimas lo más rápido que pudo.

Oh mierda, oh mierda. Su cara debía ser un desastre en ese instante.

- ¿ Jungkook ? - respondio sin voltearse. Volvió a maldecir en su mente al escuchar su voz rota.

- Si, te estaba buscando para preguntarte algo.

- ¿Qué cosa?

- Iré este fin a Daegu y quería preguntarte si deseaba ir

- ¿ A Daegu ? - Volteó a verlo confundido.

- Si, iré con mi hermana.

- ¿Por qué yo?