It's Okey Joon |Yoonnam|

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Un pequeño niño hacía la tarea en la mesa del comedor, se la hacía fácil así que el podía hacerlo sin ayuda de su madre. La luz se había ido por lo cual la luz que entraba por la ventana lo ayudaba a ver.

Los gritos de sus padres lo desconcentraron dejando de lado su tarea, cada vez eran más intensos, la pareja discutía ruidosamente. No era la primera vez, más sin embargo esta parecía ser peor.

El niño se puso de pié y fue directo al cuarto de sus padres, no le gustaba que pelearan, lo ponía triste.

-¡¿Creíste que no me daría cuenta de que me engañas con tu secretaria?!- grito la mujer.

Namjoon entro despacio, pero no se percataron de su presencia.

-¡Porfavor no me hables de infedelidades, que ese maldito niño no es mi hijo ¿creíste que no me daría cuenta de eso maldita zorra?- el señor comenzaba a perder la cordura.

-¿papis?- hablo el niño llamado la atención de los dos.

- Namjoon sal de aquí, hablare contigo más tarde - dijo su madre.

- No de que hablas, que este maldito niño escuche que su madre es una cualquiera - tomo el brazo de el menor de manera brusca.

- ¡suéltalo de una vez! ¡si quieres irte vete maldito bastardo!- grito furiosa su madre.

- pudrete entonces con tu maldito niño - el señor tomo una lámpara de querosino y la lanzo dispuesto a pegarle a la mujer.

Namjoon al ver eso se puso en frente de su madre y la empujo con todas sus fuerzas, todo el petroleo que contenía la lámpara cayó sobre el, salpicando parte de la cama y alfombra.

Su piel ardía en llamas, no sabía que hacer, estaba desesperado.

-¡MAMÁ ARDE MUCHO!- gritaba y lloraba con desesperación.

Su madre corrió hacia el baño y tomo toallas mojadas, fue corriendo hacia el niño y lo enrolló en ellas para que el el fuego se extinguirá.

Partes de la habitación comenzaron a quemarse por lo cual cargo al niño y salió corriendo de la casa. Comenzó a gritar por ayuda y los vecinos no tardaron en salir y al ver la situación se acercaron rápidamente.

La ambulancia llegó y se los llevaron al hospital mas cercano.

La casa se destruía poco a poco, todo lo que tenían se estaba perdiendo, y el responsable había huido antes de que alguien más pudiera percatarse de que fue el quien causó todo.

Namjoon había durado aproximadamente un año en el hospital, los doctores habían hecho lo posible para que sus quemaduras se notaran lo menos posible, aunque no habian logrado mucho. Dieron de alta al niño, y el junto a su madre comenzarían una nueva vida.

La señora había denunciado a su antiguo esposo, pero tenía contactos por lo cual la denuncia fue denegada, al poco tiempo se  divorciaron.

La casa había quedado en completo mal estado, las escrituras no estaban a nombre de la señora por lo cual tuvieron que buscar otro lugar. La señora opto por volver a casa de su madre, su relación no terminó del todo bien pero era momento de aceptar que se equivocó al irse a vivir con aquel sujeto.

No les había quedado nada, así que lo primero que hizo fue comprarle ropa al niño. Entre todos los vecinos se habían cooperado para darle algo a la pobre señora, el hospital le había quitado todos sus ahorros.

Partieron rumbo a un pequeño pueblo alejado de la ciudad, donde vivía la madre de la señora. Solo esperaba que no los rechazara, iban a llegar de sorpresa ya que no se había comunicado antes.

Subieron al autobús y la gente comenzó a murmurar al ver al pequeño niño que jugaba entretenidamente con su muñeco de plástico.

- Joonie ponte tu gorro, y cubre tu boca con la bufanda que te di, hace frío - el niño asintió cubriendo su rostro.

Llegaron al pueblo y caminaron a la casa de la señora mayor, la madre de Namjoon recordaba como llegar, así que si su memoria no le fallaba estaban parados fuera de la casa.

- bien Namjoon aquí vamos - toco la puerta de la casa dos veces y una señora joven abrió la puerta.

- ¿Sunny?¿eres tu? - hablo la mayor con un tono quebrado en su voz.

- tenías razón, yo no debí de irme nunca, perdóname - las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

- oh cariño todo esta bien - le dio un abrazo caluroso y después se alejó para ver al pequeño que la miraba atentamente. - ¿y este niño quien es?

- el es Namjoon, es mi hijo - lo acercó más a ella.

- ya veo, pasen pasen ¿te gustan las galletas Namjoon? - el niño asintió un poco asustado.

- que bueno porque hice unas cuantas, ¿porque no te quitas la bufanda? Aquí esta calientito - el niño miro a su mamá y ella asintió.

Se quito la gorra y su bufanda, la señora mayor lo miro sorprendida y después a su hija.

- oh, pequeño ¿porque no vas al jardín y buscas a Monie, estoy segura de que le agradaras, solo ve todo derecho en el pasillo - el niño asintió y se fue.

Tan pronto como no lo pudo ver, la madre del pequeño se hecho a llorar.

Fue así hasta que el esposo de la mayor llegará, y decidió contarles todo lo sucedido. Paso todo lo contrario a lo que la señora pensó.

Pensó que le sacarían de la casa y que rechazarían a su pequeño, pero no, al contrario, estaban felices de ser abuelos.

-¡MAMÁ!- grito el menor alertando a los adultos que salieron corriendo al jardín.

- ¡¿Namjoon?! - salió y vio como el perro lamía su rostro y el niño reía.

-Monie no - decía riendo aliviando a todos que lo miraban enternecido.

El abuelo hizo la cena y todos comenzaron a comer alegremente.

Pasaron los días y la noticia ya se había extendido en todo el pueblo, unos decían que la hija era una arrimada que solo se aprovechaba de los mayores, otros decían que su esposo la había dejado.

Cada quien creía lo que quería después de todo.

El día en el que el moreno entraría de nuevo a la escuela había llegado, todos estaban nerviosos pero apoyaban al pequeño niño.

-no estés asustado cariño, todo saldrá bien, te esperamos en casa con una comida deliciosa, así que ve a la escuela y demuestra lo inteligente que eres- el pequeño asintió, no tenía nada puesto en su rostro por lo que la gente podía verlo y comenzaba a ganarse unas miradas de curiosidad y otras de repulsión.

-esta bien mami, te quiero - dijo y entro a la escuela.

"¿Es el nieto de la señora Kim?" "Su madre lo debió de haber cuidado realmente mal" "pobre niño se ve muy feo"

Los comentarios se hicieron notar pero la señora los ignoro y se fue a trabajar, más tarde pasaría por su niño.

Pronto se darían cuenta de que tan malas pueden ser las personas.