나를 알아 ° 𝗞𝗼𝗼𝗸𝗠𝗶𝗻

Fireogtredive.

— No lo diré de nuevo, tu orgullo no te va a ayudar — habló la Señora Xan, tenía tomado de sus manitos a JungMin y este daba diminutos pasos sobre el suelo.

Jungkook le veía con una sonrisa, su hermano estaba a nada de caminar.

— ¿Me estás escuchando? — reprendió.

— Si, pero no sé que responder, Jimin no me habla desde la semana pasada, incluso bloqueó mi número, ¿se supone que esto en un juego?

— Quizá está pensando... no es fácil —.

— ¿Pensar qué? — Jeon terminó su café — no tiene derecho a creer que lo buscaré porque no fue así desde un principio, ambos coincidimos, ni  él me tiene que rogar, ni yo a él — le dio un beso a Minnie en la frente y este balbuceo feliz — me voy a la Universidad...

— Kook —.

— No es orgullo, tal vez me duele pensar que Jimin no me quiso o que le importó un bledo todo lo que pasó entre nosotros —.

♥

— ¿Podemos hablar? — Taehyung se colocó frente a Jimin antes de que entraran al salón.

—Muévete— habló el peli rosa.

¿Cómo pudo vivir así toda su vida?, se preguntaba Park por las noches.

Antes podía decir cualquier palabra de manera tan fría que le daba igual, sin embargo, hablarle así a Tae le dolía pero no bajó la guardia.

— Jiminie, por favor — con el nudo en la garganta el más bajo revoloteo los ojos y se dio media vuelta dejando solo a Taehyung y olvidando su clase de Derecho.

Iba paseando por los pasillos de la Biblioteca y recordó las pocas pero significativas en las que fue con Jungkook.

Pronto su cuerpo comenzó a cobrar factura debido a que el peli rosa no había comido bien en varios días, deprimiéndose en su habitación y llorando hasta quedarse dormido.

Nunca aprendería a controlar esas nuevas emociones que llegaron para quedarse.

Se detuvo un momento para respirar pero de pronto todo comenzaba a verse borroso y sin poder evitarlo se desmayó.

♥

Jimin había estado casi dos horas en la cama de la enfermería.

Solo cuando se removió escuchó voces algo lejanas, con pesadez decidió abrir los ojos notó a la Señorita que siempre atendía a todos y junto a ella estaba un pelinegro muy particular con el rostro lleno de preocupación.

— Jim... — iba a acercarse pero la enfermera fue más rápida.

— ¿Cómo se siente joven Park? — habló mientras le checaba los ojos con una luz y le tomaba otras prevenciones.

— C-Creo que bien — se recargo en la barda.

— ¿Se ha alimentado los últimos días? — la Señorita levantó su ceja esperando una respuesta para poder comenzar con un buen regaño.

El peli rosa alzó la vista avergonzado solo para mirar a Jungkook y este tenía los labios fruncidos.

—He comido bien— contestó.