ᴘʀᴏᴛᴇᴄᴛᴏʀᴀ ᴅᴇʟ ꜱᴜʟᴛᴀɴᴀᴛᴏ © || ꜱᴀꜰɪʏᴇ

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Nurbanu Kadin

Cuántas veces luche para deshacerme de mis enemigos, pero ninguna oportunidad de presentó hasta este día. Todo se lo debo a mi hija Şah, ella es la causa de mi felicidad. Y también, la causa de la caída de Safiye Hanim.

Le pedí a los guardias que me dejaran pasar a los aposentos del sultán, pero estos me la negaron, así que arme un berrinche y entre a la fuerza. Y lo que mis ojos vieron, era lo que quería para mí...

—Majestad —mascullé con dolor y flexione mis rodillas en una reverencia.

—¿Quién te crees que eres para entrar a mis aposentos si yo no lo autorizo, Nurbanu? —exclamó Selim exaltado; Selimiye me miró con pena.

—Lo que quiero decirle es urgente su majestad, por eso entre a la fuerza. —Selim despidió a los guardias y en la habitación sólo quedamos nosotros tres.

—Y bien, ¿Qué quieres decirme mujer?

Mire a todos lados con un miedo fingido, después mire a mi rival y la mirada que me dedicaba era de curiosidad. Posteriormente, solté un fuerte suspiro, enderece mis espalda y mire a Selim a los ojos y sonreí.

—Tu hermana, la adorada Safiye Hanim, está embarazada de nuestro hijo Murad —espeté sin ninguna pizca de remordimiento; no había pena ni nada. Sólo satisfacción de que al fin uno de mis enemigos, caerá.

Todo el lugar quedó en silencio, Selim no decía nada y su esposa miraba a otro lado con ojos lleno de culpa.

“¿Acaso tu ya lo sabías, asquerosa esclava?”

Aburrida de tanto esperar una respuesta, anuncie que me retiraría del lugar, pero una mano me tomó de mi brazo con brusquedad y esos ojos verde esmeralda, me miraban llenos de rabia.

—¿Tienes idea de lo grave que es tu acusación? No olvides que es tu palabra contra la de un miembro de la dinastía —dijo Selim mientras hacía más fuerte su agarre; me lastima y mucho—. No olvides que debes tener pruebas.