Capítulo 3

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Ambos se separaron para recobrar un poco el aire a los pulmones. Kaneki agarró a Hide por la nuca y lo atrajo hacia sí para estampar sus labios con los suaves contrarios en un apasionado beso. Al principio lento y luego se tornó necesitado. De ambas bocas salieron jadeos, gemidos y gruñidos, más por parte de Hide al Kaneki chupar y acariciar su lengua con la suya. Y sí, Kaneki probó un poco de su propio fluido.

Kaneki lo recostó y lo volteó. Levantó sus caderas con los glúteos al aire antes engullir su lengua en el húmedo y viscoso, rosado, agujero de Hide. Este último soltó un ahogado grito de placer al sentir la cálida lengua de su mejor amigo en su agujero. Algo inesperado para él, sus lágrimas se escurrían por sus pálidas, pero rosadas mejillas.

Kaneki se separó y removió lo que le quedaba de sus ropas antes de acariciar su miembro y embadurnarlo de su propio líquido seminal. Acercó la punta al orificio que silenciosamente le llamaba para embestir a Hide lentamente. Hide arqueó su espalda mientras gemía a toda voz y Kaneki gruñó al sentir como las paredes calientes de Hide lo apretaban hasta que entró por completo en el rubio.

— ¡nghh! -gimió y hundió su rostro en la almohada para acallar sus propios sonidos- kane...¡Kaneki!

Cerró sus ojos con fuerza y sintió como el miembro de su amigo llegaba hasta muy profundo dentro suyo. Sus piernas temblaron y su abdomen se contrajo. Dolía, pero el placer que sentía era mayor.

— h..hide -el ojo de Kaneki se movía como loco por lo cual apego su pecho contra la espalda de Hide para comenzar a dejar un recorrido de besos húmedos, seguidos por marcas de dientes algo profundas- d-déjame escucharte Hide -salió casi completo para luego embestirlo con más firmeza y rapidez en el mismo lugar donde sabía que volvería loco a Hide-

¡Uff! Sus ojos rodaron y el choque de pieles con el aire hizo eco en la habitación junto con sus gemidos y gruñidos. Las uñas negras de Kaneki, perforaron un poco la piel de las caderas de Hide al sujetarlo para que no cayera sobre la cama.

Hide sollozó por la sensación que Kaneki le brindaba al momento. Mordió la almohada, la cual estaba empapada por el sudor y lágrimas, para amortiguar un doloroso chillido al sentir al peli-blanco arrancar parte de la piel de la curvatura de su cuello en el área izquierda.

Kaneki culminó dentro de Hide luego de un par de embestidas más para luego el rubio terminar sobre las sábanas. Ambos se acurrucaron lo suficiente para que uno respire sobre el cabello del otro. Hide acarició las rojas longitudes que se enroscaban en ambos muslos suyos; posesivamente.

— son muy calientes y suaves -murmuro cansado-

— -Kaneki lamió la sangre que escurría de la herida que le hizo a su rubio en la curvatura del cuello- cambian a mi disposición -respondió y salió lentamente fuera del rubio antes de dejar que sus estremecidas desaparecieran volviéndose cenizas rojas en el aire-

— tengo mucho sueño, neki -medio sonrió- tendré un bebé

Kaneki le vio dormir por diez minutos antes de levantarse e ir al baño para mojar una de las toallas pequeñas extras que Hide tenía y exprimirla un poco, antes de volver con el rubio y limpiar la herida entre otras áreas. Lo vendo y se aseguró que todo estuviera bien antes de acostarse con su rubio y abrazarlo con cariño.

— tendremos un bebé -mostró una tenue sonrisa con un sonrojo en sus mejillas- duerme bien, mi girasol ...

La mañana pasó, y luego la tarde para cuando Hide abrió sus ojos ámbar para mirar medio borroso a su alrededor. Estrujó sus ojos con los nudillos de manera suave para parpadear y mirar con claridad su habitación. Kaneki no estaba y no le sorprendía, pero pensó que se iba a quedar un rato a su lado.

Trato de levantarse, pero cayó al suelo por el dolor en todo su cuerpo, en específico el dolor que atravesaba sus caderas. Volvió a intentarlo y miró su cuerpo algo sorprendido al ver su piel llena de marcas: dientes, chupetes y dedos. Llegó al baño como pudo, metió bajo la ducha con el agua caliente para ayudar a sus músculos a relajarse. Lavó bien su orificio, otras partes, cabello y cuerpo completo para cerrar la llave y salir envuelto en una toalla.

Vistió unos pantalones sueltos de color verde, una t-shirt de color blanca y un jacket de color naranja, sí, un poco llamativo. Se colocó sus audífonos grandes y lo conectó con su teléfono para escuchar los Backstreet Boys. Cantó para sí mismo mientras limpiaba y cambia las sábanas.

Al final su habitación quedó impecable. Tomó su wallet y salió de su apartamento. Iría a por una hamburguesa. A leguas podías notar que cojeaba y no caminaba de manera despreocupada como usualmente hacia. Llegó al lugar, ordenó, pago y sentó para esperar por su orden.

Movió los dedos en la mesa al son de la música que escuchaba. Cerró los ojos un momento y los abrió justo cuando gritaban su nombre para que recogiera su orden. Cuando la agarró, volvió a sentarse en su lugar previo y comenzó a comer su hamburguesa gustosamente junto con las papas y la soda. Lo que Kaneki se perdía pensó y recordó que su amigo no había elegido que quería ser, no le dieron una opción y eso lo entristeció.

Paso la tarde y parte de la noche sentado en el local hasta que dieron las nueve de la noche. Se levantó y se marchó de vuelta a su departamento; luego de haber desechado la basura. No supo de Kaneki en las próximas semanas.

Comenzó a sentirse más cansado de lo normal, y en el trabajo le habían dado más horas. En parte era bueno porque significaba dinero extra, pero esas horas de pie, agachado, caminando de allí para acá, afectaban su cuerpo. Casi a mediados del segundo mes de haber pasado una noche con su mejor amigo, noto su barriga algo abultada y eso le hizo sonreír.

Tenía un bebé

Limpió su departamento y botó lo que no servía mientras escuchaba música. Quería decírselo a Kaneki, pero este nunca contestaba los mensajes que le enviaba. Finalizó de limpiar y botar para ir a darse una ducha e ir directo a la cama. Ahi acarició su barriga y cantó una canción en inglés de esas que escuchaba todo los días.

Mañana iría al doctor para sacar una cita o al menos que lo evalúen. No era que quería que Kaneki se hiciera cargo, pero al menos quería dejarle saber sobre la existencia de su bebé.

Ya no estaría solo jamás.

¿Cómo hacer un bebé? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora