Capítulo 13

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Ayato intuía que algo ocurría. Su estómago se revolcaba cada vez que veía a su hermana hablando en privado con Hinami. Risillas aquí, risillas allá. A veces cocinaban u horneaban algo, muy juntitas. Sin embargo, recuerda claramente que tanto Hinami como Touka no ayudaron en la búsqueda del "noviecito" de Kaneki.

A Tsukiyama le resultó extraño también. Yomo no opinaba nada, y Uta se quedaba observando cómo de costumbre; en silencio. Fue presente de las oportunidades donde su hermana trataba de consolar a Kaneki, ya cuando se habían cansada de buscar (exceptuando a Kaneki), o trataba de hacerse cargo del bebé. No obstante, Kaneki no dejaba e incluso ahora, que nadie aparte de él se hiciera cargo de Yukiyoshi.

Kaneki se había vuelto sobre protector con su bebé, luego de la muerte de Hide. Había cambiado por completo, y pese a que tuvo sus arranques de ira y estados de alucinación-depresivos, salió adelante por su bebé y con la esperanza de volver a ver al rubio ese.

Hinami le gustaba, y quería a su hermana a su manera, pero la lealtad que tenía con Kaneki pesaba más. Kaneki le ayudó y le hizo entrar en razón cuando pensaba que estaba perdido y acabado. No sabía con exactitud lo que sucedía, pero debía informar a Kaneki.

Suspiró, y salió del apartamento que compartía con otros miembros de la organización ghoul, perteneciente a Kaneki. Aunque Kaneki estuvo fuera casi un año por lo sucedido, y ahora de padre, de vez en cuando venía para saludar y verificar que todo estuviera bien. Quizás lo hacía para ayudarse así mismo, y no quedarse en ese estado medio depresivo.

A veces se preguntaba cuántas personalidades pueden albergar dentro de Kaneki y sí su pequeño hijo podría heredar toda esa mierda que carga su líder en los hombros.

Hacía frío y le era imposible no recordar los eventos del invierno pasado. Tanta sangre pensó. Fue al bar donde sabía de antemano que habían otros ghouls bebiendo, algo que podía realmente poner a los ghouls ebrios.

El establecimiento estaba lleno, risas y tertulias aquí y allá. Se quedó sentado frente a la barra, no le extrañaba en lo absoluto, por los olores que entraban por su nariz, que ahí había uno que otro humano buscando algo de acción o quizás algún investigador encubierto.

Sacó su móvil y llamó a Kaneki, espero hasta que salió la grabadora ¿Qué estará haciendo? Bebió del vaso que el bartender le puso al frente para poder comenzar la noche.

Kaneki no durmió en toda la noche. Viendo a Hide dormir con su bebé en brazos, quizás con miedo a dormirse y que todo fuese producto de su mente cuando despertara y no la realidad. El pequeño Yukiyoshi se levantó primero, pero se quedó chupando su pequeño puño.

El medio ghoul cargó al bebé en brazos y con sus tentáculos afuera, llevó al rubio a la cama, dónde suponía que era su habitación. Le dio un poco de su sangre al pequeño Yuki para tranquilizarlo antes de calentar un poco de la leche que tenía el rubio en la nevera.

Con sus extremidades fuera aún, preparó el biberón del bebé y se lo dio con la ayuda de uno de sus tentáculos. Con los otros y junto a sus manos, comenzó a cortar manzanas y a preparar revoltillo. Lo demás eran fideos instantáneos y no le iba a permitir al rubio comer eso.

Hide despertó y pensó que todo había sido un sueño, pero escuchó la suave, pero fría voz de Kaneki y ahí supo que no lo era. Se duchó y lavó rostro y dientes con cuidado. Su cabeza comenzó a doler, quizás por todas las emociones que recibió la noche anterior. Terminó y vistió con un jogger azul y su hoodie de color verde y negro. Peino sus cabellos y colocó una mascarilla de hospital, no acostumbrado aún a que otros le vieran.

¿Cómo hacer un bebé? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora