Capítulo 14

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Hinami miró a Touka servir una taza de café y una taza de té para ponerlos sobre la bandeja. Agradeció a su hermana mayor con una genuina sonrisa y sostuvo la bandeja para llevar las bebidas a sus respectivos clientes. ¿Cómo se sentía? Diría que feliz, ya no está Hide y no hay nadie que perturbe su pequeña burbuja. Veía cómo Touka trataba de dar lo mejor de sí, pese a su mal carácter, para obtener alguna atención de Kaneki. Sin embargo, este último ni siquiera le miraba ¿aún seguía enojado por lo que Touka había hecho? [Nota: La vez que Touka atacó a Hide, estando este embarazado]

Kaneki tenía que ver lo hermosa que es Touka como persona. Así como lo hacía ella y los demás compañeros. No sentía algún tipo de remordimiento por haber tirado y matado al rubio. Touka había sufrido mucho a lo largo del camino y había estado ahí cuando a Kaneki le secuestraron (Tsukiyama y Jason), y cuando se fue con el hermano de este último. Ayato, quien le gustaba, le veía indiferente últimamente. Ya no se ponía nervioso cuando hablaba con ella o tan siquiera hace el intento de seguir una conversación.

En fin, Touka había estado ahí para su hermano mayor ¿y el rubio? El ni siquiera estaba en la fotografía. No había hecho nada en lo absoluto por Kaneki. Sí, no negaba que fueron amigos de infancia y primer semestre de universidad, pero de ahí más nada ¿Qué más quería? Además Hide sabía de los sentimientos de Touka por Kaneki e incluso le dijo y le había mostrado a ella que cuando Kaneki mentía, le gusta tocarse la barbilla.

La hipocresía ... según Hinami.

Le vamos añadir también el hecho de que Kaneki se alejó del rubio, quizás para no involucrarlo, pero lo alejó por un tiempo. El traidor llegó a trabajar con la CCG ... lo detestaba.

— — Casa de los Ken — —

Hide despertó con su mano siendo cubierta por otra más pálida. Sonrió detrás de su mascarilla al ver que el joven ghoul yacía dormido a su lado. Se sonrojó un poco, pero recordó lo sucedido y se tensó para mirar a su alrededor y no encontrar nada. Se levantó como resorte, asustado, al no encontrar a su bebé. Camino fuera de la habitación, dejando al de pelo blanco atrás para llegar a la sala y ver a un joven de cabellos largos, púrpuras tildando a azul; jugar con su bebé.

— ah, veo que ya despertaste -comentó sin mirarlo- ¿Cómo es qué estás vivo?

Hide parpadeó no entendiendo nada y solo miro a Yukiyoshi menear su maraca de madera con una sonrisa en sus finos labios.

— Kaneki me contó que hay una posibilidad de que no recuerdes lo que ocurrió -prosiguió a decir-

¿tú sabes lo que me pasó? -su voz robótica contestó y sintió un poco de vergüenza al ver cómo el joven le miraba sorprendido-

Ayato asintió y señaló al mueble desocupado para que el rubio se sentara. Hide así lo hizo y vio cómo su hijo gateaba hacia el. Antes de él decir algo, Ayato comenzó hablar de lo que sabía y había escuchado de Kami y Nishio. El rubio escuchaba atentamente e incluso llegó a sonrojarse cuando le confirmaba que sí llegó a estar embarazado y que su enamorado era Kaneki. No era que lo dudaba, pero al recibir tantas emociones en poco tiempo, se sentía aturdido y no sabía que era verdad o mentira.

¿sangre? ¿Él bebé estaba en una cueva con una ghoul? -preguntó alarmado y preocupado-

— sí, pero descuida. Kaneki la mató y no volverá a molestarlos

¿ella fue la ghoul que había dicho mi doctor? -inconscientemente llevó sus manos a su mascarilla- me comió

Ayato le miró y trató de no mostrar lastima o pena hacia el rubio. Le fue casi imposible, no después de ver un poco de la cicatriz en su cuello y parte de su rostro. Ayato le vio llorar hasta que terminó sollozando y entre sorbidos contó lo que le había contado a Kaneki de cómo lo encontraron. Kaneki se encontraba detrás de la puerta, escuchando a ambos hablar. No reñiría a Ayato por haberle contado algo que él iba hacer con el tiempo, aunque le hubiese gustado contarle el mismo.

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