‹en donde jungkook tiene marcadas las fechas más especiales en un pequeño calendario, y quiere pasarlas todas con taehyung›
-;• historia original, no copias, no adaptaciones sin permiso.
contenido homosexual ; gay. ;
→long: aclaraciones +...
pasé MESES buscando esa imagen (↓) y hoy al fin la encontré aaAaAh, las mejillas de Koo son hermosas :(
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TaeHyung creía firmemente que toda persona debía recibir respeto, sin importar si creía en una religión o no, o en qué religión decidía creer.
Él pensaba que cada religión era válida, así como la elección de no creer en ninguna. Cada persona era libre de creer o no creer a su gusto, y aquello era bueno. Mientras no trataran de imponer sus ideologías, a él muy poco le importaba.
Sin embargo, nunca despreció tanto una celebración religiosa como lo estaba haciendo justo ahora.
Semana santa, la semana en donde según la religión Jesucristo fue crucificado. Y para él, la semana en donde se quedó sin gozar los pecados del mundo terrenal. También conocido como: el sexo.
Grande fue su sorpresa al ver en el Koolendario las marcas de esa semana escritas. Si mal no recordaba, al inicio no estaban allí. Pero, al preguntarle a JungKook, este afirmaba que siempre estuvieron marcadas. No le tomó tanta importancia, creyó que serían como unas vacaciones en las que descansar y comer dulces junto al menor.
Grave error.
JungKook no era alguien precisamente religioso, pero ahora estaba actuando como si fuera un testigo de Jehová que vió al mismo Dios en sus sueños.
Cuando despertó aquel lunes, no pensó que sería el inicio de la semana más aburrida y extenuante de su vida.
JungKook actuaba como un loco, estableciendo normas absurdas que según él "no se podían hacer por semana santa", y otras que, al contrario, era obligatorias de hacer esa semana.
No comer carne roja. No barrer la casa. No cortarse el cabello. No cortar nada. No vestirse de rojo. No salir después de las tres de la tarde. No escuchar música.
Y Dios santo, como estaba él odiando todo aquello.
Sumado a eso, lo estaba obligando a permanecer en ayuno hasta cierta hora, y a ver esas pesadas, largas y aburridas películas cristianas. ¿Por qué tenían que durar tanto?
TaeHyung estuvo por pensar que JungKook se había vuelto loco, el miércoles apenas soportaba esa rutina, y estaba dispuesto a llevar a su novio con un psicólogo. Y luego lo notó; JungKook lo estaba disfrutando.
Estaba jugando con él, lo estaba engañando. Todo para sacarlo de quicio. Y estaba funcionando.
—¡Tae, suelta eso en este instante!
El moreno, que había vuelto a ser peliazul tras volver a teñir el cabello, giró asustado al ser descubierto. Estaba tratando de robar un poco de carne seca.
