Capítulo 18.

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Era un día soleado y caluroso, una pequeña familia disfrutaba la recién llegada primavera.

- Vamos cielo! Más alto!- Pequeñas risas se escuchaban mientras el columpio iba cada vez más arriba.

-Mami, voy a caerme!- Grito risueñamente la niña en el columpio.

-No te preocupes mi amor, mami te atrapará.-

El par de casados disfrutaban de la naturaleza mientras la pequeña corría felizmente en un largo sendero.

-Mamá, yo puedo tener un esposo como ?- cuestiono la niña viendo a sus padres fijamente.

-Claro Claudia. Puedes tenerlo, cuando crezcas.- la niña hizo un puchero y su mamá sonrió.

-Pero mamá, yo lo quiero ya. Quiero darle besitos, como los que le das a papá.- hablo mientras se cruzaba de brazos, enojada.
 
Su mamá no podía dejar de sonreír y su papá solo estaba impactado ante tal reclamo de su hija.

-No, no. Claudia, tienes 8, ahora ni tendrás novio ni esposo y mucho menos le darás besitos a los niños.-  declaró su papá mientras la niña hacía pucheros, tratando de no llorar y fallando en el intento.

-Mieczslaw, no lo digas así.- lo reprende su esposa y se arrodilla frente a su hija.

-Si vas a tener un esposo. Cuándo crezcas, conocerás a alguien que te ame tanto que sus ojos brillaran solo de verte y tu lo amaras tanto, que sentirás que no podrás respirar. Cuando encuentres alguien así, te prometo que te dejaré quedarte a su lado.- Claudia estaba satisfecha con esa respuesta así que asintió, sonrió y siguió caminando.

Una triste Claudia apareció en la entrada de su casa con las manos temblando y sus mejillas mojadas por sus lágrimas.

-Mami, no pude salvarlo.- solo decir esa frase y ambos padres estaban a su lado, asustados de lo que pudo haber pasado.

-A quien cielo?- cuestionó con cierto temor su mamá.

-Al conejito, mami. No pude salvarlo, murió. Yo estaba en el bosque y un conejito apareció frente a mi, estaba herido.
Lo traté de ayudar pero no pude.
Mami, el conejito murió por que yo no pude ayudarlo.- termino de relatar la niña y un suave sollozo soltó.

Sus papás suspiraron aliviados de que su pequeña no haya sido lastimado.

-Esta bien Claudia. No pasa nada.- la abraza su mamásu papá las abrazó a ambas.

-El conejito ya no está aquí pero en la luna, lo vas a poder ver. Cada luna llena el aparecerá para decirte que esta bien, que ya esta a salvo.- relata su papá mientras le acaricia su cabeza.

-En serio?- habla la niña mientras se pasa una manita por su rostros tratando de desaparecer los rastros de lágrimas.

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⏰ Última actualización: Apr 20, 2020 ⏰

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