Pasó un tiempo después de que me casé con mi amada Enterprise, y las cosas volvieron a la normalidad en Puerto Perla. Las chicas seguían con su rutina de siempre, haciendo comisiones, realizando misiones de rescate y algunas estaban en mantenimiento, instalando las nuevas mejoras que estaban siendo creadas en el laboratorio. De hecho, Laffey y Portland estaban muy contentas al ser las primeras en recibir su mejora de Retrofit.
Pasaron un par de días, y mientras estaba recorriendo los muelles, escuchaba una melodía de un instrumento que no reconocía. La canción de escuchaba triste y nostálgica, tanto que hizo que me salieran un par de lágrimas, y cada vez que acercaba a la fuente de esa melodía, las lágrimas seguían saliendo, al punto de que empecé a llorar por el efecto triste de la canción. Era tan hermosa y triste, que no podía parar de llorar. Aún así, tenía que buscar la fuente de tan bella melodía. Traté de dejar de llorar para seguir buscando de dónde viene la canción, hasta que llegué a los dormitorios. Cerca de la entrada, Belfast estaba ahí, y al verme llorando, se acerca rápidamente y me pregunta.
- ¡Hijo! ¿Qué pasó? ¿Por qué lloras así? -
- Mamá... Lo que pasa... Es que... Alguien está tocando una canción tan hermosa y triste, que me está haciendo llorar... -
- ¿Te refieres a la melodía que se escucha? -
- Sí. Además, no reconozco el tipo de instrumento que es. ¿Quién está tocando esa canción? -
- ¡Ah! Si se trata de eso, es la señorita Hood tocando la gaita. -
- ¿Gaita? -
- Sí. Es un instrumento de viento originario de Escocia. Cuando Hood se siente melancólica o triste, le gusta tocar la gaita para relajarse y despejar la mente, pero nunca pensé que haría llorar a alguien. -
- Ya veo. Me gustaría ir a verla. Quizás se siente triste por algo, así que quisiera saber si puedo ayudarle. -
- Entiendo. Puedo ver en tus ojos que tus intenciones son buenas y puras. Como madre, me siento muy feliz al saber que te preocupas por nosotras. -
Belfast se acercó a mí, y me dió un abrazo, mientras yo no dejaba de llorar como un niño. Cuando logré calmarme un poco, le dije a Belfast que iba ir a ver a Hood para ver por qué estaba triste, y ella aceptó. Al acercarme a su habitación, todavía la podía escuchar tocando música, así que decidí esperar a que termine. Después de un rato, parecía que la canción iba a terminar, cuando me preparé para tocar la puerta, secando mis lágrimas y limpiandome la cara. Cuando la melodía se dejó de escuchar, me acerque para tocar la puerta.
- Señorita Hood, ¿Estás bien? - pregunté.
- ¿Comandante? ¿Es usted? ¡Espere un momento, por favor! ¡Enseguida salgo! -
Estuve esperando por un par de minutos hasta que Hood abrió la puerta.
- ¡Vaya! Es una sorpresa encontrarlo por aquí. ¿En qué le puedo servir? -
- Bueno... La verdad, es que me gustaría saber si estás bien. Te escuché tocando una melodía muy hermosa y triste a la vez, al punto que me hizo llorar, por eso me acerqué para preguntarte si estás bien. -
Hood se quedó sorprendida al saber que su canción me hizo llorar.
- ¡Perdóneme mi señor! - decía Hood con una expresión triste. - ¡No sabía que mi canción hacía llorar a las personas! ¡Prometo no volver a tocarla y...! -
- ¡Por favor, Hood, no dejes de tocar! - la interrumpí. - Tu canción me hizo llorar porque me pareció muy hermosa y triste a la vez, y por eso vine aquí, porque quería saber si estabas bien, además de que me encontré a Belfast en el camino y me dijo que tocabas la gaita cada vez que te sentías triste. Por favor, dime si estás bien, para saber si puedo ayudarte. -
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My Life in The Navy (Azur Lane)
Historical FictionDe ladrón a comandante... La suerte a veces llega en el momento menos esperado, y si te dan una segunda oportunidad, debes aprovecharla, porque quizás sea la última. NOTA: ésta es la primera parte de una saga de 4 historias que están interconectadas...