Cap 22

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Alex

Recibo otro golpe en el estómago que me manda unos metros más atrás, intento atacar, pero Cooper vuelve a envestirme con más fuerza mientras que Cole me sostiene de la chaqueta y me lanza contra la pared más lejana. El dolor en mi cuerpo me hace gemir, pero este se va rápido y me pongo de pie.

De un salto llego donde se encuentra Will y le doy con mi puño en la cara haciendo que retroceda, giro sobre mi misma y encesto una patada en el costado de Cole, hago el mismo movimiento para atacar a Cooper, pero este me sostiene con sus fauces de mi bota sin hincar mucho sus colmillos para no herirme, de igual forma su agarre es fuerte y me deja en el suelo derrotada.

– Mierda. – Murmuro una vez que él se aleja.

Eres predecible, viste que el golpe funcionó con Cole y quisiste hacer lo mismo conmigo, pero ya me lo esperaba. – Dice él en mi mente haciendo que lo mire.

Suspiro. Aún no me acostumbraba a que estuvieran entrando a mi mente para hablarme, pero tarde o temprano lo haría.

– Supongo que debo ser más impredecible. – Dije.

Y más inteligente. – Añadió Will y rodé los ojos.

Te dejas llevar por la ira y haces lo primero que te llega a la mente, tienes que cambiar eso. Te hace predecible. – Volvió a decir Cooper.

Después de lo que había pasado con Matthew decidí entrenar más duro, debía ser más fuerte y aprender a defenderme sin usar mis poderes siempre. Cooper y Cole si habían ofrecido a ayudarme, Will por su parte aceptó porque le complacida darme unos cuantos golpes.

Llevaba toda la mañana en eso, después de que estuve buscando a Aranna en la noche y no la encontré. Quería hablar con ella, pero sabía esconderse muy bien.

Es un poco incómodo saber que todos duermen en la manada y tú no, los vampiros no dormimos y el hecho de tener espíritu o como sea que le llamen de licántropo no quiere decir que vaya a perder mis habilidades de vampiro. No podía dormir, pero si podía llorar. Era más fuerte y veloz, pero aún no sabía que tanto podía hacer.

Esta era la segunda vez que los chicos me derrotaban, ellos tres eran los mejores luchadores de la manada según había escuchado y hasta que no logre vencerlos no estaré en paz, mi orgullo no me dejaría. Bien podría vencerlos uno a uno, por separados, pero yo quería más que eso. Mucho más.

Will y yo tenemos que hacer algo, seguimos luego, Alex. – Volvió a decir Cooper ayudándome a ponerme de pie con su hocico. Acepté su ayuda y luego lo vi alejarse imponente con su pelaje negruzco. Will a su lado era más grande e imponente, pero el parecido en ambos era mucho, la diferencia estaba en sus ojos, los de Cooper eran azules mientras que los de Will eran avellanas y el pelaje de Will era más claro.

Dirigí mi vista hacia donde se encontraba Cole y solté un grito justo antes de cubrir mis ojos y darme la vuelta. Cole se encontraba completamente desnudo como si nada dejándose caer de forma relajada en la pared.

¡Estaba desnudo!

Su risa me hizo querer golpearlo, pero esta vez justo en las bolas para que aprenda a tener pudor.

–¡Eres un desvergonzado! – Grité furiosa. Si me pudiera ruborizar estaría más roja que un tomate eso era seguro.

– No sabía que fueras tan pudorosa, cariño. – Dijo con burla. –¿Acaso me veo tan mal?

– No es eso. – Respondí aún sin mirarlo.

– O sea, que si te gustó lo que viste. – Volvió a decir con una risa armoniosa.

Me giré furiosa hacia él por manipularme, pero volví a girar soltando un gruñido frustrado porque aún seguía desnudo en la misma posición.

– Eres un idiota. – Le dije más calmada, no iba a permitir que Cole perturbara mi paz.

Con ese pensamiento salí rápidamente de allí, estos licántropos no tenían nada de pudor, pero Cole era peor que todos ellos.

Lo primero que hice fue ir a darme un baño, aprovecharía más tarde para ir a cazar, tenía demasiados días sin alimentarme y eso sólo me hacía más débil. Por estar en una manada de licántropos, seres vivos, era una falta de respeto tener sangre para alimentarnos los vampiros y Aria junto a Aranna y el padre de la segunda habían creado una mezcla con micropartículas de glóbulos rojos que disminuían nuestra sed de sangre, pero para mí eso no iba a funcionar. Había visto como se puso Aranna cuando fue herida y no me iba a arriesgar.

Por otro lado, no sabía si Matthew me iba a dejar salir, dejó claro que aquí las cosas se hacen a su manera y aunque yo no vaya a respetar esas reglas sabía que iba a impedirme la salida como la vez anterior, pero no podía impedirme cazar.

Ya vestida salí a los pasillos o túneles, en el transcurso pasé por el salón principal donde todos los licántropos pasaban la mayor parte del día, recuerdo que hace unos días cuando llegué aquí recibí muy malas miradas, pero esas miradas ya no eran tantas, al parecer se habían acostumbrado a mi presencia y la verdad es que no podía importarme menos.

Caminé segura hasta la salida, pero mi escape se vio interrumpido por cierto cambia formas que no me dejaba en paz.

–¿A dónde vas, preciosa? – Preguntó desde su posición en la pared recostado de una forma relajada y con los brazos cruzados.

De él provenía un olor a colonia bastante varonil y suave a la vez que me gustó más de lo que me agradaría admitir, pero él no lo sabría. El cabello revuelto y notablemente húmedo indicaba que no fui la única que decidió ir a un baño.

– Me pregunto cómo le haces para aparecer en todos los lados donde no te llaman. – Dije pasando por su lado.

– Eso no responde a mi pregunta.

– Eso no es de tu incumbencia. – Respondí en un gruñido. De su parte sólo recibí una sonrisa.

– Iré contigo. – Se ofreció acercándose a mí.

– No necesito tu compañía. – Me quejé.

– No aceptaré un no como respuesta y sabes lo insistente que puedo ser. – Alegó.

En ese tenía razón, Cole era el chico más molesto que había conocido jamás. Suspiré y seguí mi camino.

– Tomaré eso como un sí. – Lo escuché decir detrás de mí.

Pudimos salir sin impedimento, Matthew no les había dado la orden a los guardias de no dejarme salir, algo que me parecía extraño después de lo que pasó, pero yo no era una prisionera.

La tarde había caído antes de que pudiera encontrar algo, estaba muy lejos del bosque donde los vampiros cazan y eso me dificultaba las cosas. Aún no era de noche y en cuanto las sombras cayeran sobre el lugar significaba que los vampiros saldrían en busca de alimento y yo debía volver a la manada para que no me llevarán a mi como regalito para el rey.

Cole se mantenía unos metros lejos lo que me permitía ignorarlo con más facilidad, pero igual me molestaba no saber lo que quería en realidad o qué pensaría de mí cuando me viera drenar a un animal inocente. Me sentiría peor si fuera una persona, pero ¿Por qué me importaba lo que pensara Cole?

El sonido de unos pasoscorriendo me hicieron ponerme en acción, pude ver como un ciervo corría con sucría a la distancia y yo corrí hasta ellos, estaba a punto de atrapar al másgrande cuando dos figuras más se hicieron visibles y era muy tarde paraesconderme. 







Sangre De Vampiro. (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora