Cap 36

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Alex

Entramos en la oficina de Matthew encontrándonos con un miembro de cada uno de los grupos que habían traído, supongo que los alfas o líderes de cada una de las manadas.

– Saludos, Alexandra Whitman. – Saludó el licántropo del norte que allí se encontraba en nombre de todos.

–¿Hola? – Dije un poco insegura.

– Es un honor estar frente a usted. – Añadió el licántropo del desierto.

– Para mí también. – Dije sin saber que más podía hacer o decir. Chris se colocó a mi lado protector como siempre, como si ellos fueran a hacerme daño.

– Los hemos convocado aquí a cada uno de ustedes porque son parte importante de esta batalla y quería que conocieran a Alex. – Añadió Matt.

– El vampiro es el hijo de William, rey de los vampiros. – Dijo el licántropo de las islas del sur.

– Así es, pero no estoy a favor de nada de lo que hace mi padre, por eso estoy aquí, yo estoy del lado de mi alma gemela. – Algunos jadearon al escuchar que Chris y yo somos almas gemelas.

– Un Janghuedad no tiene alma gemela, puede atraer tanto a un licántropo como un humano o un vampiro. – Puntualizó el licántropo africano.

– Este no es el caso, Chris y yo somos almas gemelas y no hay atracción con nadie más. – Ante eso pude escuchar como alguien se atragantaba y empezaba a toser, todos dirigimos la vista hacia ese alguien descubriendo que era Cole.

– Perdón. – Volvió a toser. – Creo que me tragué el chicle.

– Debes tener más cuidado. – Murmuró Aranna.

Mantuvimos silencio por un minuto y luego continuó Matthew.

– Mañana en la noche vamos a atacar el castillo, para eso necesitamos los conocimientos de Chris, Jonathan y Angie que conocen el lugar más que nada, trazaremos un plan de entrada y salida de manera que nadie pueda atraparnos. – Empezó.

– Hay túneles secretos que podemos usar para entrar y salir, los guardias deben ser deshabilitados primero. – Sugirió Chris. – Nadie tiene que salir herido, solo debemos destronar a mi padre. Entrada y salida, conozco sus rutinas y donde están los guardias, podemos evitarlos o deshabilitarlos, hay muchos inocentes en ese castillo que al igual que nosotros no estamos de acuerdo. Ustedes pueden distraer afuera mientras un grupo pequeño hace el resto.

– Me gusta ese plan, mientras menos muertos mejor, yo puedo hacer un mapa del lugar si ustedes me lo describen. – Se ofreció Aranna.

– Será mejor que descansen del viaje para que tengan fuerza renovada mañana. – Expresó Aria quien se había mantenido en silencio todo el rato.

Al día siguiente ya estaba todo listo, no pude conocer a casi ninguno de los recién llegados, pero al menos los veía entrenar y se veía que eran buenos.

Esta sería una guerra reñida si las cosas salen mal, se perderán muchas vidas, pero trataremos que sean las menores posibles. Christian no quieren que hayan muertos, quiere que solo quitemos del trono a su padre, tiene razón al pensar que todos allí solo siguen las ordenes de un tirano y que muchos son inocentes, pero sospecho que el plan de entrada y salida no va a salir bien y no soy la única.

Escucho dos toques en mi puerta y abro, no me sorprende ver a Cole de una manera u otra ya lo esperaba.

– Hola ¿Estás lista? – Preguntó.

– Solo necesito alimentarme y estaré bien. – Respondí.

– Quería hablar contigo antes de lo de hoy. – Murmuró con cuidado.

– Tú dirás. – Asentí amarrando mis botas.

– Lo que dijiste ayer, eso no es cierto. – Lo miro extrañada sin saber a qué se refiere en realidad. – Lo de que no hay atracción de ninguna otra especie.

– No entiendo, Cole. – En eso él se acercó a mí y tomó mis manos.

– Yo... – Fue interrumpido cuando la puerta se abrió dejando ver a un Christian que miró extrañado la unión de nuestras manos.

–¿Que está pasando aquí? – Cuestionó torciendo el gesto.

Me solté de las manos de Cole y miré a ambos.

– Cole estaba a punto de decirme algo. – Respondí para evitar el momento incómodo.

– Anda dilo, te escuchamos. – Se acercó Chris a abrazarme de la cintura como siempre.

– Yo llevé a tu familia a un lugar seguro esta mañana antes de que amaneciera y Percy te mandó esto. – Entró la mano en su bolsillo y sacó una pulsera. – Dice que tienes que ir a devolvérsela pronto.

Asentí y tomé el artilugio en mis manos sintiéndome afligida, extraño a mi hermanito menor, pero más aún extraño a mis padres.

– Gracias por todo, Cole. – Le sonreí. – Si las cosas no salen bien...

– Todo va a salir bien. – Me interrumpió. – Y vas a volver con Percy a llevarle la pulsera.

Me dedicó una sonrisa y salió.

– Él sigue sin caerme bien, no me gusta su cercanía a ti. – Murmuró Chris con rostro serio mirando a la puerta.

– Él sólo me está ayudando con mi familia, así que deja tu faceta de pareja toxica. – Él rio y yo lo imité.

Aranna

Tengo un mal presentimiento, algo me dice en mi interior que cosas malas van a pasar, presiento que va a haber mucho dolor. Algo va a salir mal con el plan

–¿Aranna? – Parpadeo al escuchar la voz de Will. –¿Estás bien? Llevo como diez minutos llamándote y solo estás mirando a la nada.

– Perdón, no te escuché. – Me disculpé poniéndome de pie.

– Presientes algo ¿Verdad? – Aseguró.

– Si. – Asentí. – Siento que hay algo que no estamos viendo y que hoy, hoy quedará al descubierto.

–¿De qué estás hablando? – Frunció el ceño.

– No lo sé, he intentado descifrarlo, pero no sé. – Negué.

Él se acuclilló a mi lado y me abrazó.

– Todo va a salir bien, tranquila. – Asentí y me puse de pie.

– Vamos que nos están esperando. – Él asintió y me siguió.

Nos reunimos con los demás y me pareció extraño que Cole no estuviera, estaban todos, excepto los que habían sido enviados a vigilar el área, no recordaba que Cole estuviera en ese grupo, pero tal vez fue de igual forma.

Vi a Alex hacer acto de presencia junto a Chris, inseparable de él como siempre, Aria al lado de Matt, los alfas de las otras manadas, Angie y Jonathan también.

Al verlos a todos allí me entró de nuevo aquella extraña sensación, hoy sería el primer ataque a los vampiros, destronaríamos a William Gold y luego de aquí el futuro sería incierto.

Cooper apareció junto a Alice, la chica que era su compañera.

– Ahora sí estamos todos. – Murmuró Will a mi lado.

Mis ojos se nublaron de repente y todo a mi alrededor cambió, ya no había personas, ni la cueva, ahora había fuego y sangre, unos ojos mieles se vieron en la oscuridad y gritos de dolor lo acompañaron.

Una flecha cayó frente a mí en cámara lenta y esta estaba llena de sangre. El fuego fue apagado cuando el hielo apareció de la nada, congeló la flecha que se quebró en pedacitos de astillas.

El cielo estaba nublado, el frío me llegó hasta los huesos y entonces volví en mí.

Había tenido una visión.

Sangre De Vampiro. (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora