Cap 30

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Chris

Entro a mi cuarto sintiendo ardor en las zonas donde me habían golpeado los jodidos licántropos, por suerte no me habían mordido. Aun no entendía exactamente qué había pasado. Yo solo quería encontrara a Alex y ellos me atacaron, estaban furiosos y no era normal.

Tengo el presentimiento de que algo anda mal, y como siempre estoy seguro de que Alex está involucrada, aunque sea de forma indirecta. Últimamente todo tiene que ver con ella, todo lo que sucede.

Ya estaba completamente curado unos minutos después y decidí alimentarme un poco, estaba a punto de ir a la cocina cuando percibí el olor de Alex, fruncí el ceño porque no me imaginaba que ella fuera tan demente como para venir al castillo, sabía perfectamente que su cabeza tenía un precio y se arriesgaba de esa manera, porque yo estaba seguro que era ella, jamás en toda la eternidad podría confundir ese olor que solo mi alma gemela puede poseer y que solo yo puedo percibir.

Busqué por todo el castillo dejándome llevar por el aroma hasta que este se hizo más fuerte en el pasillo que guiaba a la sala del trono, me quede frio al pensar que tal vez ella no había venido, sino que la habían atrapado y en este momento estaban torturándola o haciéndole algo malo. Yo no podría soportarlo, simplemente no podría.

Me acerco hasta la gran puerta de roble, los guardias están totalmente congelados y la puerta también, es imposible abrirlas. Intento pegar mi oreja de la madera para escuchar algo, pero no se escucha nada. Me desespero sin saber cómo entrar allí, si las puertas y los guardias están congelados eso quiere decir que ella está bien, aunque no podía estar seguro de como estarían mi padre y Alair o los demás guardias de adentro.

– ¡Eh! ¡Primo! – Me grita Jonathan saliendo del otro lado del pasillo con Angie a su lado, al ver la escena donde me encuentro levanta una ceja.

– Soy yo o acaso congelaste todo esto. – Duda Angie tocando la nariz de uno de los guardias.

– Se supone que Alex y tu deben compartir un poder después de haberse entregado por completo ¿Acaso pasó y no me contaste? – Se alarmó mi primo.

– Paren un poco, ¿Se están escuchando? – Los señalé y ellos se miraron entre sí para luego encogerse de hombros. Verdaderamente estos eran alma gemela. – Aquí está pasando algo grave y ustedes están preguntando si Alex y yo ya... – No fui capaz de terminar la frase por la vergüenza que me daba hablar de eso con mi primo y su novia.

–¿Qué sucede entonces? – Preguntó Angie más seria.

– Alex está allí dentro. – Respondí alarmado volviendo a golpear la puerta, pero era en vano.

–¡¿Qué?! – Se alarmaron los dos e intentaron golpear la puerta y no funcionaba.

– Dime que estas bromeando ¿Qué hace aquí? – Empezó a exasperarse Angie.

– No lo sé, pero debemos entrar. – Apuré volviendo a golpear.

– El pasadizo secreto. – Aplaudió Jonathan recordándonos el túnel detrás de la pintura, nos apresuramos hasta allí evitando que los guardias nos vieran.

Cuando llegamos el aroma de Alex estaba impregnado por todo el lugar, ella había entrado por allí, eso quería decir que no la habían capturado y en parte me alegraba, aunque si estaba enojada sabía que quien corría peligro era mi padre y estaba en una situación bastante difícil. A penas llegamos vimos que la pintura que dejaba la salida hacia el trono también estaba bloqueada. Empecé a golpear furioso la pared, pero mi fuerza superior no servía de nada.

– Cálmate, Chris. – Me sostuvo Jhon.

–¡¿Cómo me pides que me calme?! Quiero entrar allí, es mi alma gemela quien se encuentra en peligro y yo quiero estar con ella o hacerla aparecer junto a mí y así asegurarme de que está a salvo. – Me agarré el cabello tirando de este por la frustración, no encontraba que hacer y estaba desesperado.

–¡Eso es! – Exclamó Angie. Jhon y yo la miramos sin entender nada. – Amor, puedes tele transportarnos allí dentro. – Sugirió.

– No estoy tan seguro. – Negó. – Digamos que cuando tele transporto a otras personas conmigo siempre aparezco en el lugar equivocado y no me quiero arriesgar.

– Jonathan, primo, te necesito. – Le puse mi mano en el hombro y mirándolo a los ojos le transmití mi angustia. El suspiró en derrota y asintió.

– Lo hare, pero no será mi culpa si aparecemos en medio de la plaza del pueblo o en la Antártida. – Sonreí sintiéndome más cerca de mi chica y sostuve la mano de Jonathan cuando este me tendió la suya, Angie sostuvo la mía y la de su pareja creando un pequeño círculo entre nosotros tres.

Sentí como de repente todo se movía, mi cuerpo se sacudió y la bilis me subió por la garganta, nunca había hecho un viaje así, pero ahora sé que nunca lo volveré a hacer.

Cuando sentí que todo el movimiento había pasado abrí los ojos encontrándome con una de las peores escenas que podría haber visto en mi vida. Alex estaba herida en el suelo mientras que Alair y mi padre empuñaban espadas de plata, había rastros de sangre por todos lados y se veía claramente que ellos también estaban heridos.

Ninguno había notado nuestra presencia hasta el momento, raramente no había guardias adentro y las paredes estaban totalmente congeladas.

Alex se puso de pie con una velocidad impresionante que ningún vampiro había tenido jamás, o al menos que yo lo haya visto. Creó una daga de hielo que lanzo hasta Alair hiriéndolo en la pierna, sus heridas que hace unos segundos estaban abiertas y sangrando empezaron a cerrar como si nada hubiera pasado, eso me sorprendió porque el proceso de curación es un poco lento cundo la herida está hecha con plata, pero en ella es extremadamente rápido.

– ¡Basta! – Grité desde mi lugar aun sintiéndome mal por el viaje.

Todos se detuvieron de lo que estaban haciendo y me miraron, tanto a mí como a mi primo y a Angie.

–¡Alex! ¿Qué haces? – Pregunté acercándome a ella. Pero me interrumpió la voz de mi padre saliendo de la nada.

–¡Es una traidora! Ella es un licántropo. – Alex que se encontraba distraída mirándome no vio cuando mi padre se acercó velozmente hasta que estuvo lo suficientemente cerca y le enterró la espada en el vientre. 

Sangre De Vampiro. (CORRIGIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora