Un Harem no deseado. [Terminada]

Capítulo 5: Por el sol y el rayo.

Capítulo 5: Por el sol y el Rayo, la virginidad debe caer.

Lo siguiente que Percy supo, es que ya no estaba en el bosque, que tampoco estaba solo y que unas manos estaban tocando su cuerpo, sin restricción alguna.

—¡Sueltame! —Vociferaba por encima vez desde que estaban ahí, el otro muchacho era alto fornido y había usado vendajes para sujetar sus muñecas al borde de la cama cuando Percy aún estuvo atontado.

—Solo estoy revisando que no tengas heridas, tranquilo Percy —El muchacho le brindo una sonrisa deslumbrante, una de esas que solo los hijos de cierto dios podían dar.

—¿Y entonces por qué estoy atado? —Reclamo moviendo sus manos entre las vendas, el otro soltó una risita mientras sus manos se paseaban una vez más por los pantalones de Percy.

—Porque eres un paciente muy inquieto —guiñó un ojo al hijo de Poseidón de forma atrevida, este se removió con brusquedad tratando de que deje de tocarlo —Todo estará bien, no veo heridas a la vista, así que tendré que ver debajo de tu ropa —

—¡Auxilio! —Grito intentado obtener algo de ayuda, el otro río con descaro.

—La cabaña es anti sonido, para no molestar a los campistas cuando ensayamos aquí dentro —Solto el botón del pantalón de Percy y comenzó a bajar su cremallera. El hijo de Poseidón lo apartó de una patada —Oh si, olvidaba tus piernas y como verás, corte el suministro de agua, así que las cañerías estarán a salvo —Hablaba mientras sacaba vendas y ataba las piernas de Percy, este seguía luchando pero sin sus manos era más difícil.

—Dejame ¿Por qué me hacen esto? —Estaba desesperado, no había tenido descanso desde hace dos semanas.

—Porque eres demasiado lindo Percy —Susurro terminando su trabajo, subió sus manos por encima del pantalón hasta llegar a la pretina de este —Puede que no tengas puntería con el arco y la flecha normales, pero para los corazones —Su voz sonaba ronca.

—¡Lee! ¡Lee! ¡¿Por qué has cerrado la cabaña?! —Se escuchaba una voz gritar desde afuera de la puerta. Luego vinieron los golpes a la puerta.

—Skata, las clases terminaron temprano —Se apresuró a poner cinta en la boca de Percy, lo cubrió con una cobija y cerró con una cortina el cubículo de su cama —Ya voy Michael, ya abro —Se acerco a la puerta y fue tumbado al suelo por el hijo de Júpiter.

—¿Dónde está Percy? Se que esta aquí —Su espada contra el cuello del hijo de Apolo. Lee solo se mostró confundido.

—¿Qué haces aquí? —Sonaba molesto mientras intentaba apartar al otro rubio de su cuello —¡Esta no es tu cabaña! —

—Pero mi amigo si esta aquí —Discutio el otro acercando más su espada al cuello del otro haciendo que se quede quieto.

—Por aquí no está —Michael estaba registrando la cabaña de Apolo de arriba abajo, tenía su carcaj en la espalda.

—Percy no está aquí, no se... —Trataba de sonar inocente, pero su mentira pronto cayo, Michael abrió la cortina del cubículo y vio las cobijas moverse, cuando las levantó ahí estaba Percy.

—Pues yo veo que si esta —Jason le dio un golpe en el rostro a Lee, se levantó de encima de su cuerpo y camino hasta Michael que empezaba a desatar al azabache.

—Casi no llegamos —Decía Michael terminado de sacar las vendas de sus manos, Jason saco las de sus pies.

—Gracias, en serio Gracias —Se sobo las muñecas.