Extra 2: Una posible gala, más un desastre en puertas.
El hijo inmortal de Poseidón odiaba que perturben su tranquilidad y eso era justamente lo que estaba sucediendo desde la madrugada de ese día. Bufo molesto.
Era bien sabido por todos en el Olimpo, que Poseidón poseía muchos hijos en todo el mundo. Solo uno era mestizo, los demás eran cíclopes, algunos monstruos, muy pocos eran inmortales. Por ejemplo las hermanas de Tritón, porque el tenia hermanas, de hecho era el menor de ellas.
Lo cual era un fastidio.
—¡Es tan bueno estar aquí! —Rhodas chillo mientras enredaba sus brazos y su cola alrededor de Tritón impidiendo que huya por el pasillo.
—¡Sueltame Rodhas! —Trataba de safarse de su agarre pero le parecía imposible y menos cuando otro par de brazos le rodeaban a parte de los de ella.
—¿Por qué eres así? Solo te damos amor hermanito —Decía la otra que le tenía abrazado. Todas muy parecidas a él, con colas verdemar, cabellos negros largos y unos ojos verdemar brillantes.
—Bentesicime, por favor, se supone que las dos son mayores para hacer esto —Tritón se transformó en un pez y salió de entre ellas solo para ser atrapado en otras manos.
—¡Tri! Es un gusto verte —Cimopolea mostraba una sonrisa de tiburón mientras el otro volvía a su forma natural y frotaba el puente de su nariz. Se suponía que eran dioses, pero aún tenía que huir de ellas como si fuera niños.
—¿Por qué no van y molesta a alguien más? —Cuestiono huyendo de los tres pares de brazos una vez más.
—Briares esta ocupado en este momento, como de costumbre —Cimopolea lo rodeó con su brazo por los hombros, rodo los ojos.
—Y Helios quiso visitar a nuestros hijos, con eso de que tiene tanto tiempo libre desde que no conduce el carro del sol. A pesar de que sospecho que anda con mortales, igual me trae sin cuidado —Sacudio una mano sin preocupación alguna. Hace unos meses ella la había te ido difícil, siendo que su esposo era un titán y estos estaban contra los dioses, las cosas habían estado tensas —Igual dijo que vendría para la fiesta —
Oh si, había una dichosa fiesta, era en honor a Tritón. Cumplía años, no era algo que se suponía como dios celebraran, pero su padre lo hacía. Una excusa lo suficientemente válida para traer a sus hijos al castillo y tenerlos por semanas ahí.
—Yo me aburría en las profundidades, los peces de ahí no saben mucho de chismes —Arreglo con sutileza la túnica de Tritón, le dio una sonrisa medio siniestra. Como la de un depredador que ya tiene a su presa en su poder —Según oí, alguien está tras mi hermanito, pero aquello es imposible porque el no sale del castillo ¿Verdad? —
—No al menos sin nosotros ¿no? —Rodo puso una mirada peligrosa mirando a Tritón.
—Sólo he salido para ver a Percy, nuestro hermano mestizo —Rodó los ojos y se soltó de sus hermanas.
—Ah, ese chico es agradable mientras no me hable de Briares —Cimopolia se volvió a colgar de los hombros de Tritón, las otras le rodearon una vez más también.
—Pero vamos a lo importante ¡Es tu cumpleaños! —Chillo Rodhas abrazando más a Tritón, todas empezaron a chillar juntas. Eso era lo más irritante, cuando ellas hacían eso era como tener a un montón de delfines con esquizofrenia juntos, Tritón saco de su túnica la invitación, una hoja blanca.
Parecía estar hecha de espuma de mar —Lo que tal vez así era— Sus letras verdes resaltaban brillantes, se podía leer claro como el agua "Estas invitado a la fiesta por el Cumpleaños De Tritón, el heredero del mar" El frunció el ceño, miro a sus hermanas. Estas estaban emocionadas comentando los preparativos, sus regalos y más cosas.
Aprovecho para huir nadando en cuanto advirtió que estaban distraídas, miro una vez más la invitación. Solo rogaba y esperaba, por el bien de su salud mental y física, que ellos no se enteraran de esto.
Aunque uno si que se iba a enterar pero esperaba que fuera hasta el día final.
--------
—¡Señor! ¡Mi señor! —Un Telequin se acercaba nadando con rapidez hasta un trono verde oscuro. Apenas habían unas antorchas encendidas alrededor para alumbrar la negrura en la que se encontraban.
—¿Qué paso Tel? —Pregunto con aburrimiento, mirando al pequeño Telequin. Era pequeño en comparación suya, él estaba en un tamaño colosal. A su alrededor habían varios monstruos marinos, peces, tiburones y demás, todos reparando paredes, recogiendo escombros. Como si una batalla se hubiese librado recientemente.
—Me he enterado de algo señor, los hipocampos andan diciendo que pronto habrá una celebración en el palacio de Poseidón —El hombre que hasta ese momento solo se mostraba apático, adquirió un brillo en sus ojos, una sonrisa se deslizó por sus rosados labios.
—¿Celebración de que? —Pregunto con sumo interés, el Telquin retrocedió un poco.
—El hijo varón del señor cumple años, el único hijo dios —Aviso el pequeño mientras el agua comenzaba a arremolinarse por todo el lugar. El "señor" se mostraba muy complacido y emocionado con la noticia, sus poderes comenzaban a demostrarse.
—Así que, mi pequeño Tiburón cumple años —Suspiro encantado poniendo un brazo sobre la manga de su trono, recostó su cabeza sobre su mano. La sonrisa de su rostro se mostraba oscura, sus ojos eran del color de las profundidades marinas, pero mostraban destellos en ese momento.
—No creo que aprecien su visita una vez más, mi señor —Murmuró el Telequin, atrás los Telequines que trabajaban se paralizaron. Su señor, no andaba del mejor humor desde que aquella batalla se dio contra el dios de los mares.
—Claro que lo harán, tengo que cortejar a mi tiburoncito. Si no recibo una invitación me enfadare y él lo sabe —No se mostró molesto, por lo que los trabajadores y el mensajero suspiraron tranquilos —Volver a tocar su suave piel, sentir sus dientes sobre mi —Solto un suspiro de enamorado mientras se resbalaba por el trono, alzando su cola que no parecía la de un pez, más parecía la de una serpiente, quizá una anguila.
Era verdad, el estaba enamorado, encantado y extasiado. Siempre había rechazado las invitaciones que le hacia el Dios del mar ¿Por qué interesarse en el que le quitó el mando? No es como que le importara tenerlo, pero igual el dios se lo había arrebatado. Sin embargo, ahora tenía un motivo para no hacerlo.
Su pequeño hermano Cronos había querido levantarse contra los dioses, una vez más. Al contrario de la primera vez, esta vez decidió participar y vaya que había sido buena elección, tuvo un enfrentamiento con el que ahora decía que era su amor. Ese pequeño dios menor, hijo de Poseidón, con su mirada fiera en cada ataque, con esos movimientos casi hipnotizantes, la forma en que podía controlar la marea. Y no solo la del mar, porque la de su corazón también quedó prendada de él y solo iría a su ritmo.
—Tritón, te daré un buen regalo de cumpleaños —Suspiro encantado con la noticia.
-------
Tritón se estremeció cuando entraba en su taller, algo le anunciaba que pronto todo sería un desastre.
ESTÁS LEYENDO
Un Harem no deseado. [Terminada]
ФанфикTodo en el campamento estaba tranquilo, hasta que la guerra se desató. Percy solo había estado siendo Percy siempre, el no se explica como es que termino en el medio de todo esto. Pero claro, como toda guerra, hay un culpable, un hecho que lo inició...